Qué ver en Bucarest – El delirio de Ceaușescu

Dicen que en 1992, Michael Jackson saludó a miles de seguidores desde un balcón del Parlamento de Bucarest confundiendo el nombre de la capital rumana con el de Budapest, la húngara. Sin embargo, a nadie le importó demasiado ya que era la primera vez que un famoso de esa envergadura pisaba territorio rumano tras la caída del régimen comunista. Rumanía volvía a abrirse al mundo y a ver la luz. Sobre esto y sobre qué ver en Bucarest hablo en este artículo.
La última vez que charlamos de Rumanía fue sobre el castillo Peles, el palacio que mandó construir el rey Carlos I en la localidad de Sinaia y que es uno de los mayores patrimonios arquitectónicos de Rumanía. Peles sería nuestra última parada antes de llegar a Bucarest.
Índice de contenidos
- 1 Bucarest, la capital rumana
- 2 Qué ver en Bucarest
- 2.1 El casco antiguo que ver en Bucarest
- 2.1.1 Curtea Veche, el monumento más antiguo que ver en Bucarest
- 2.1.2 La iglesia de San Antonio
- 2.1.3 Hanul Lui Manuc, la posada con más historia
- 2.1.4 Caru’ cu Bere, otro restaurante con solera que ver en Bucarest
- 2.1.5 Lipscani, la calle con más ambiente que ver en Bucarest
- 2.1.6 El Banco Nacional de Rumanía
- 2.1.7 Macca-Vilacrosse, el pasaje más bonito que ver en Bucarest
- 2.2 La avenida Victoria y sus monumentos
- 2.1 El casco antiguo que ver en Bucarest
- 3 El Bucarest comunista – El legado de Ceaușescu
- 4 Otros lugares que ver en Bucarest
Bucarest, la capital rumana
Con más de dos millones de habitantes, Bucarest no es solo la ciudad más grande y poblada de Rumanía, también es su centro económico. Casi una cuarta parte del PIB del país depende de Bucarest, una cifra algo mayor que el 19 % que le supone Madrid a España, por poner un ejemplo cercano.
Cómo llegar a Bucarest
Debido a su importancia y dimensiones, hay bastantes alternativas para llegar. Si a esto le sumas que en España hay más de medio millón de rumanos, se entiende que haya vuelos directos a la capital rumana desde una decena de ciudades españolas con la compañía Wizzair. Eso sí, si estás acostumbrado a volar por 20 euros, aquí olvídate, ya que se hace bastante negocio con los expatriados. En Bucarest hay dos aeropuertos, por cierto, el Henri Coandă (Otopeni) y Aurel Vlaicu (Baneasa), aunque casi seguro que aterrizas en el primero. Si ya estás en algún otro lugar de Rumanía y quieres ir a Bucarest, entonces tampoco deberías tener mucho problema, ya que vas a encontrar conexiones de autobús o de tren desde casi cualquier lugar. Eso sí, si tienes pensado hacer ruta por el país más allá de la capital, entonces te recomiendo alquilar un coche, un método de transporte idóneo.
Ver coches de alquiler en Rumanía
Dónde dormir en Bucarest
Una vez en el destino, tampoco te va a resultar difícil encontrar dónde dormir, ya que la oferta hotelera es amplia. Aunque, a mi juicio, no es la ciudad más bonita del país, sí que te animo a hacer, como poco, una noche. Aquí te dejo algunas recomendaciones:
- Si viajas solo y buscas camas en dormitorios compartidos, el hostal Sport te las ofrece desde 14 euros la noche.
- Si vas acompañado y prefieres algo más íntimo, pero bien de precio, en el Central Guesthouse puedes encontrar habitaciones para dos por unos 50 euros la noche.
- Si te apetece subir un poquito el nivel, el llamativo Vilacrosse Boutique Inn tiene habitaciones dobles por 85 euros.
- En el viaje fotográfico que organicé por Rumanía nos alojamos en el céntrico y bien valorado Novotel Bucarest City Centre. ¡Desde 140 euros la doble!
Breve historia de la capital de Rumanía
Y antes de ir al turrón turístico de qué ver en Bucarest, me gustaría servir un aperitivo sobre su historia, ya que, bajo mi punto de vista, se disfruta más si sabes algo de lo que pasó allí: “y ha pasao de to”. Aunque esta zona ha tenido movimiento desde el paleolítico, parece ser que su fundación llegó a finales del siglo XIV, aunque no hay certeza sobre quién lo hizo. Por aquel entonces el territorio de la actual Rumanía estaba dividido en tres principados: Valaquia, Moldavia y Transilvania. La teoría con más seguidores le cuelga el mérito de la fundación al príncipe valaco Mircea el Viejo, quien construyó allí una ciudadela. Lo que es seguro es que fue otro príncipe valaco, Vlad III alias Drácula, el que la mencionó por primera vez en un documento oficial en 1459 y el que fortificó esta ciudadela y la elevó a residencia real.
Doscientos años después, los turcos convirtieron Bucarest en la capital de Valaquia con la idea de tener una capital en la zona llana y cercana al Danubio, más fácilmente defendible que Târgoviște, la que lo era hasta ese momento. Desde entonces la ciudad experimentaría una gran modernización, apareciendo caminos pavimentados y edificios importantes como la primera institución de educación superior o la Real Academia. Si saltamos otro par de centurias hacia delante, en 1859 hubo otro hecho destacado: Moldavia y Valaquia se anexionaron en el llamado Principado de Rumanía del que Bucarest sería su capital desde 1862. A lo largo de este siglo hubo otros avances considerables como ponerle nombre a las calles o la construcción de los primeros parques públicos como el jardín Cișmigiu.
Ya a finales del siglo XIX y principios XX, Bucarest adquirió mucho de su patrimonio actual. En 1918, tras la Primera Guerra Mundial, se produjo la llamada Gran Unión por la que todas provincias históricas habitadas por rumanos se unieron en un mismo estado: Rumanía, de la que Bucarest sería la capital. Antes, durante y hasta la Segunda Guerra Mundial, la ciudad disfrutó de un importantísimo desarrollo urbano. Muchos arquitectos rumanos tuvieron la oportunidad de estudiar en el extranjero, principalmente en la escuela parisina, otorgándole a Bucarest un aspecto similar al de otras capitales europeas con la combinación de arquitectura renacentista, barroca, rococó y neoclásica. De esto, y de la sofisticación de sus élites (muchos de ellos hablaban francés), viene el apodo de Pequeña París (Micul París).
Por desgracia, este esplendor se vio truncado por la II Guerra Mundial. Bucarest era capital de un país del Eje y un importante punto de tránsito de estas tropas hacia el Frente Oriental, por lo que sufrió graves daños debido a los bombardeos aliados. Y tras este conflicto llegó el comunismo y el dictador Nicolae Ceaușescu, un terremoto sistémico y otro real que cambió para siempre el aspecto de Bucarest. Pero esto te lo desarrollo más abajo.
Qué ver en Bucarest
Ahora que tenemos un poquito más claro cómo ha llegado a ser la ciudad que es, voy a repasar sus principales encantos turísticos. Hay que tener en cuenta que, como en casi cualquier capital europea que se tercie, hay mucho que ver en Bucarest, pese a no ser, para mi gusto, la ciudad más atractiva del país rumano. Por llevar un orden voy a hacer una separación entre el Bucarest antes de Ceaușescu (a.C.) y después de Ceaușescu (d.C), ya que el comunismo en general y ese dictador en particular tuvieron un impacto urbanístico brutal.
Contrata aquí un tour gratuito y en español por Bucarest
El casco antiguo que ver en Bucarest
En el casco antiguo de Bucarest se concentran buena parte de esos edificios que le hicieron valedora del apodo de Pequeña París, aunque la guerra y el comunismo hizo aquí sus estragos. Por suerte, en los últimos años ha recibido y recibe bastantes restauraciones que le están devolviendo el esplendor de antaño.
Curtea Veche, el monumento más antiguo que ver en Bucarest
Y si hay un lugar antiguo en este casco y en esta capital es la ciudadela que, teóricamente, construyó Mircea el Viejo y que posteriormente fortificó y elevó a palacio real Vlad III Tepes. Esta antigua corte (Curtea Veche) fundada a mediados del siglo XIV es el monumento medieval más longevo de Bucarest, aunque no ha llegado a nuestros días con su mejor cara. De hecho, en la actualidad está cerrada por trabajos de rehabilitación.
La iglesia de San Antonio
Junto a la antigua corte está la iglesia más antigua de la urbe, la de San Antonio (Sfântul Anton), también conocida como la de Curtea Veche, fundada a mediados del siglo XVI. Este templo ortodoxo fue la capilla y el lugar de coronación de los gobernantes valacos durante un par de siglos. Hoy ya no deberías encontrarte a Drácula por ahí, pero es una de las iglesias que ver en Bucarest.
¿Sí que te encontraste a Drácula? 5 % de descuento en los seguros de IATI
Hanul Lui Manuc, la posada con más historia
Muy cerca de lo anterior está otro de los edificios con más años a las espaldas: la posada de Manuc (Hanul Lui Manuc). Este edificio fue mandado construir en 1806 por el comerciante y terrateniente armenio Emanuel Marzayan, más conocido por su nombre turco Manuc. En poco tiempo, la posada de Manuc se convirtió en el edificio comercial más importante de Bucarest concentrando más de un centenar de habitaciones, veintitantas tiendas, una decena de almacenes… Más de doscientos años después sigue en pie, pese a los terremotos, que los ha habido, y al comunismo, que lo nacionalizó, lo saqueó e incluso ordenó su demolición, pero, por suerte, no prosperó. Hoy en día es un restaurante inmenso y aunque tiene demasiada parafernalia turística para mi gusto, merece la pena entrar y ver tanta historia junta.
Caru’ cu Bere, otro restaurante con solera que ver en Bucarest
Ya hemos sacado el tema de restaurantes con historia, muy cerca del anterior está Caru’ cu Bere (traducido como el carro de cerveza), una cervecería que lleva en el mismo sitio desde 1879, casi nada. Un local impresionante donde beber o comer algo, aunque para mí, al igual que el anterior, le sobra show.
Lipscani, la calle con más ambiente que ver en Bucarest
Si alguna calle concentra el ambiente comercial y de ocio bucarestino esa es Lipscani, tan famosa que incluso se utiliza su propio nombre para denominar el barrio entero. Sin ser excesivamente larga, concentra una enorme cantidad de bares, restaurantes y clubs nocturnos, además otros edificios de gran valor patrimonial.
El Banco Nacional de Rumanía
Una de las edificaciones más impresionantes que pueden verse desde la calle Lipscani es la del antiguo palacio del Banco Nacional de Rumanía (BNR), levantada allí al estilo eclético a finales del siglo XIX.
Pero si hay un palacio antiguo es porque hay una nuevo y en el caso del BNR está en la misma manzana, pero al otro lado. Este fue terminado en 1944 al estilo neoclásico y tiene un museo que se puede visitar. Por cierto, si te gustan las películas policiacas, aquí se produjo uno de los mayores atracos de la historia del comunismo en 1959. En él se llevaron un botín que, traducido al precio del dinero de hoy, equivaldría a más de dos millones y medio de euros. ¡Ríete tú de la Casa de Papel!
Macca-Vilacrosse, el pasaje más bonito que ver en Bucarest
Si algo del centro histórico de la capital me recuerda a París es el pasaje Maca-Vilacrosse, una preciosidad de galería construida a finales del XIX para conectar el Banco Nacional con las dos calles con más movimiento de la capital: Lipscani y Victoria. Como curiosidad, el nombre de Vilacrosse es en honor a Xavier Villacrosse, un arquitecto de origen catalán que fue nombrado arquitecto jefe de Bucarest a mitades del XIX. Macca-Vilacrosse fue conocido durante la época comunista como el pasaje de la Joya (Pasajul Bijuteria), por el tipo de tiendas que había, pero hoy debería conocerse como el pasaje del Café o la Cerveza.
La avenida Victoria y sus monumentos
Aprovechando que la acabo de mencionar, dejo ya a un lado el casco antiguo y salimos a pasear por Victoria, una de las calles más monumentales de la capital rumana. Si tomo de referencia la traducción literal del rumano, este camino a la Victoria (calea Victoriei) empezó a funcionar a finales del siglo XVII con el objetivo de conectar la antigua corte real con el norte de la ciudad. Su nombre es un homenaje a la victoria de los rusos contra los turcos en la guerra de 1877-1878 que permitió la independencia de Rumanía del Imperio otomano. A lo largo de sus más de tres kilómetros te encontrarás mucho de lo que hay que ver en Bucarest.
El Palacio CEC
Otro edificio que merece la pena echarle un ojo ya desde fuera es este impresionante palacio que fue construido a finales del XIX como sede del banco CEC, el más antiguo de Rumanía.
El Museo de Historia Nacional de Rumanía, uno de los más interesantes que ver en Bucarest
Casi en frente del Palacio CEC se ubica el Museo Nacional de Historia, tan visitado por el contenido de sus exposiciones como por tener a su entrada la estatua del emperador Trajano. Esta (polémica) escultura fue inaugurada en 2012 y reivindica la importancia del Imperio romano en la historia del país. Lo reivindique o no, la realidad es que desde el primero momento la estatua es la protagoniza numerosas bromas y chistes. De hecho, el prepucio del emperador está muy desgastado porque cuenta “la leyenda” que tocarlo trae buena suerte.
El Círculo Militar Nacional
Siguiendo con esta lista de edificios imponentes que ver en Bucarest, llegamos hasta el palacio del Círculo Militar Nacional. Este fue construido al estilo neoclásico francés a principios del siglo XX, pero quedó bastante dañado poco después de la Primera Guerra Mundial. Hoy es el centro cultural del ejército rumano y la sede de numerosos eventos oficiales.
Kiseleff y Cismigiu, los dos parques más antiguos que ver en Bucarest
Aunque ninguno de los dos están exactamente en la calle Victoria, me vas a permitir que los empaquete en esta sección, ya que ambos están “al lado” y tienen la particularidad de ser los dos más antiguos de la ciudad. El parque Kiseleff es de 1831 y está junto a la plaza de la Victoria, en la que termina esta avenida. Por su parte, el jardín Cismigiu fue inaugurado en 1852 y está justo detrás del Círculo Militar Nacional. Dos bonitos espacios verdes que te permiten olvidar por un momento de la enorme urbe de cemento y hormigón que te rodea.
El Ateneo Rumano, el edificio más bonito que ver en Bucarest
Otro edificio muy afrancesado es el del Ateneo Rumano (Ateneul Român), tanto que fue diseñado por el arquitecto galo Albert Galerón. Desde que fuera acabado en 1888, este palacio de estilo neoclásico ha hecho las veces de sala de conciertos y es hoy la sede de la filarmónica George Enescu de Rumanía. Para mi gusto, uno de los más bellos y que sí o sí hay que ver en Bucarest.
El Bucarest comunista – El legado de Ceaușescu
Y como ya he anticipado, en este punto tengo que hacer un alto en el camino al igual que hizo la propia ciudad con la llegada del comunismo a mitades del siglo XX. Porque en la Bucarest de hoy conviven los vestigios de esa pequeña París con el aspecto característico de una ciudad soviética. Pero vamos por partes.
La historia comunista de la capital rumana
Tras la Segunda Guerra Mundial, la Unión Soviética impuso en Rumanía un régimen comunista al igual que en otros países vecinos. Con él, el nivel de vida de la sociedad rumana empezó a caer significativamente y las ciudades a transformar su arquitectura, imponiéndose el modelo estalinista con muchos bloques funcionales. Un paso todavía más a la izquierda daría el país con el ascenso al poder de Nicolae Ceaușescu, un dictador que empezó su mandato en 1965 con cierta apertura de miras, pero que acabó imponiendo un régimen cada vez más brutal y represivo. Tanto cabreó a su “pueblo”, que acabó siendo fusilado junto a su mujer y su fusilamiento emitido en plena televisión rumana.
A nivel Bucarest, que es, al fin y al cabo, lo que nos ha traído hasta aquí, hizo una modificación urbanística sin precedentes. Tras el fuerte terremoto que azotó la capital en 1977, inició un proceso que denominó sistematización y que supuso, nada menos, que la demolición de prácticamente todo el barrio de Urano (Uranus) y el realojamiento de decenas de miles de personas. Algunas cifras: se destruyeron 435 hectáreas y 9300 edificios, entre ellos una veintena de iglesias y monasterios. A cambio, construiría el bulevar de la Unión (Unirii) y el Parlamento de Bucarest, uno de los edificios más rocambolescos del mundo sobre el que profundizo más abajo.
Qué ver en Bucarest del período comunista
Completado este nuevo apéndice histórico, retomo mi lista de que ver en Bucarest incluyendo la parte comunista, ya que, como es lógico, los más de cuarenta años de este régimen en el país también dejaron su patrimonio en la capital. Y más allá de la sensación “soviética” que te va a dejar si paseas fuera de su centro urbano, hay algunos espacios con nombre y apellidos. Si te interesa esta parte, te recomiendo este tour gratuito y en español por el Bucarest comunista.
La plaza de la Revolución
Volvemos a la avenida Victoria porque allí se encuentra la plaza de la Revolución (piata Revolutiei), nombrada así en honor al levantamiento popular que llevó a la tumba a Nicolae Ceaușescu a finales de 1989. Esta revolución comenzó en la ciudad de Timisoara y se extendió rápidamente por todo el territorio, teniendo un capítulo especial en esta plaza porque fue en el balcón del palacio Real, ubicado allí, donde el dictador daría su último discurso prometiendo subida de salarios y pensiones. Pero antes de aquello, entre tantas cosas, Ceaușescu había llevado al pueblo rumano a la miseria con su (utópico) objetivo de reducir a cero la deuda externa de Rumanía y ser un país económicamente independiente. Para conseguirlo impuso un régimen de austeridad que incluía racionamiento de alimentos y electricidad, mientras él y su familia contaban con varias propiedades a lo largo del país entre las que destacaba esta lujosa mansión o se gastaba más de tres mil millones de euros en el palacio del Parlamento. Si a esto le sumas que no dudó a liarse a tiros con quienes se manifestasen, se puede entender que el 25 de diciembre de 1989 se le condenará a él y a su mujer al paredón y su fusilamiento se emitiera en la tele rumana.
El memorial del Renacimiento que ver en Bucarest
Un (extraño) homenaje a los más de mil rumanos que cayeron en la revolución es el memorial del Renacimiento (memorialul Renașterii), una “pirámide” de mármol blanco de veinticinco metros de alto que atraviesa una especie de cerebro de bronce. A sus pies varias figuras abstractas miran un muro donde están escritos los nombres de todos los caídos. Y aunque no seré yo quien dude de la buena intención y el simbolismo de su creador Alexandru Ghilduş, tampoco me extraña que a los bucarestinos no les encante y no les hiciese mucha gracia los más de dos millones de euros que costó en 2004. Por lo menos, el humor no falta, y a la vista están los apodos que le han puesto como la patata de la revolución, oliva en un palillo o monumento con penetración.
La Biblioteca Central de la Universidad de Bucarest
Aunque esta señorial biblioteca universitaria lleva ahí desde finales del XIX y es la más antigua que ver en Bucarest, la estatua que la precede en honor al rey Carlos I sí que tiene una relación muy directa con el comunismo. Y es que la versión actual es de 2007 ya que la original, de 1939, fue derribada tras la llegada de los comunistas al país, fundida y convertida en una escultura de Lenin. Este monumento a Lenin sigue existiendo, pero ahora está bajo protección de la policía de Bucarest ya que, por lo que sea, a la mayor parte de los rumanos no les hacía mucha gracia verla por ahí.
El palacio del Parlamento, la gran locura de Ceaușescu que ver en Bucarest
Quizá es mucho decir de un hombre así que el Parlamento sea su mayor locura, pero estamos hablando de, según la World Record Academy, el edificio administrativo más grande, caro y pesado del mundo. Y tampoco olvidemos que no tuvo reparo en invertir más de ¡¡¡tres mil millones de euros!!! para levantarlo mientras los rumanos no tenían ni para comer. Aunque se planteó tirarlo abajo tras la caída del dictador, al final optaron por terminarlo, mantenerlo y darle movimiento, bueno, más o menos, ya que el 70 % del edificio no se utiliza. Pero, a efectos turísticos, que es lo que nos interesa, se puede visitar. Y yo, por supuesto, lo hice.
Cómo visitar el palacio del Parlamento
Como en todo edificio administrativo reina la burocracia, por lo que, si quieres visitar el parlamento, vas a tener que concertar una visita previamente por teléfono (sí, por teléfono) con al menos 24 horas de antelación: + 40 733 558 102 o +40 733 558 103. El precio de la entrada es de 60 leus por persona (unos 12 euros) e incluye la visita guiada generalmente en inglés o rumano. Si quieres asegurarte un guía en español y olvidarte de la burocracia, lo mejor es que contrates un tour como este de Civitatis.
Qué ver en el Palacio del Parlamento
Pues vas a ver lo que te enseñen, ya que la visita tiene que ser guiada y no te vas a poder mover por tu cuenta. Según nos dijo nuestra propia guía, en la que hicimos nosotros de un par de horas recorrimos cerca de un kilómetro y un 6 % de los 330000 metros cuadrados de superficie de esta Casa del Pueblo (Casa Poporului). A lo largo y ancho del Parlamento hay unas mil habitaciones de las que casi la mitad son oficinas, pero también hay más de treinta salas y salones. Aunque podría hacer un artículo solo de esto, presento aquí algunas de las más bonitas.
Rosetti, uno de los teatros más bonitos que ver en Bucarest
Una de las más icónicas es Rosetti, una sala de conferencias y espectáculos que tiene dentro la mayor lámpara de araña de todo el edificio, que eso es mucho decir. ¡Cinco toneladas pesa “la bicha”! Lo del cristal en general y las luces en particular es otra de las particularidades de este edificio. Según datos oficiales se utilizaron 3500 toneladas de cristal y 480 candelabros.
Las escaleras monumentales
Situadas a ambos lados del recibidor bautizado como 13 de septiembre, en estas escaleras se invirtió una pequeña parte del millón de metros cúbicos de mármol que se utilizaron en la construcción del Parlamento. Estas conectan con la planta baja con la primera y, según nos comentaron, Nicolae y su esposa bajaban cada uno por una para recibir a las visitas.
Sala Nicolae Iorga
Este salón bautizado en honor a un antiguo primer ministro rumano abunda la madera de roble y la seda. Y remarco lo de la seda porque, según nos indicó la guía, durante los años en los que se construyó el Parlamento se importaron gusanos de seda de Asia para producirla aquí y que todos los materiales de construcción siguieran siendo rumanos, otra de las obsesiones de Ceaușescu.
Salón de los Derechos Humanos
625 metros cuadrados también panelados de madera de roble son la carta de presentación de esta sala pensada para las reuniones del comité ejecutivo del partido comunista. Curioso que reciba este nombre de un régimen para el que los derechos humanos no eran su fuerte. Sin ir más lejos, de las más de veinte mil personas que trabajaron diariamente durante los catorce años que duró la obra (1983-1997), pudo haber más de 3000 muertos, aunque los documentos oficiales solo reconocen 27.
El Parlamento, un edificio único en el mundo que ver en Bucarest
Podría tirarme horas hablando del Parlamento y dando datos y curiosidades sobre su edificación, pero como no quiero que monopolizar este artículo con ello, lo voy a dejar aquí, animándote a incluirlo en tu ruta. Como has visto, la Casa del Pueblo es uno de los sitios más interesantes que ver en Bucarest.
Otros lugares que ver en Bucarest
Y antes de dar por finalizado este repaso, quiero remarcar que Bucarest es una capital europea extensa y con mucha historia a las espaldas, por lo que acumula mucho más patrimonio que lo que te he presentado. Con lo que has leído en este artículo tendrás para un par de días, pero si tienes tiempo de más, te menciono otros sitios que ver en Bucarest: el monasterio Antim, palacio del Patriarcado, monasterio Stravopoleos, el Arco del Triunfo o entrar algunos de sus museos, que los tiene y muy interesantes.
Qué visitar cerca de Bucarest
Y ya para terminar, decirte que Bucarest esconde solo una pequeña parte de la magia de Rumanía, por lo que si has ido hasta aquí no te quedes solo en la capital. A un par de horas de ahí está el palacio Peles, y no mucho más lejos Brasov o el falso castillo de Drácula. Pero esto es solo el principio de un país maravilloso.
Contrata aquí un tour guiado por los castillos de Bran y Peles en español
Y aquí termina este qué ver en Bucarest. Seguramente este haya sido uno de los artículos que más tiempo me ha costado preparar en mi vida, pero no quería hablar de un lugar tan complejo como la capital rumana sin entenderla bien. Solo espero haberlo conseguido y, sobre todo, habértelo transmitido. Se abren los comentarios.
Más artículos sobre el país en mi guía de Rumanía.
(Post publicado originalmente el 11/08/16 y actualizado el 13/12/24).

Alex
Me parece sorprendente que no se hayan quedado una noche un bucarest para conocer su ambiente nocturno. Es como ir a Amsterdam sin pasear por en la noche por sus calles. Seguro tenían algo muchisimo mejor que hacer.
Saludos desde México, a ver cuanto te toca venir aquí.
Sergio Otegui Palacios
Hola, Alex! Sí que salimos un rato por la noche y como dices hay muy buen ambiente, sobre todo en el casco histórico. Lo que pasaba es que teníamos que madrugar el día siguiente y no pudimos alargarla demasiado. Gracias por tu mensaje!
Alex
Tio, para que recuerdes tus días en bucarest, te recomiendo ver esta película.
The Necessary Death Of Charlie Countryman – (La necesaria muerte de Charlie countryman)
Saludos y espero tu próximo viaje.
Sergio Otegui Palacios
Lo anoto, Álex! 🙂 Mil gracias por tus aportaciones. ¡Un saludo!
Qué ver en Rumanía | Viajes Nada Incluido
[…] la ruta por Valaquia llegamos a Bucarest, la capital rumana. Aunque no es una ciudad que entre tan fácil por los ojos como Sighisoara, Sibiu o Brasov, sí que […]
Viajar a Rumanía en 2025 - Información y consejos | Nada Incluido
[…] se calientan. De hecho, mi primer viaje fue en julio de 2016 y recuerdo pasarlo regular en Brasov y Bucarest, donde seguramente rondamos los cuarenta grados. Así que, por calor, ocupación y precios, si […]