6. Castillo de Peles, Tesila y Bucarest, bun prieten
En 1992, Michael Jackson saludó a miles de seguidores desde lo alto del Palacio del Parlamento de Bucarest confundiendo el nombre de la capital de Rumanía con el de Budapest, capital húngara. Sin embargo, a nadie le importó porque era la primera vez que un famoso internacional pisaba territorio rumano tras la caída del régimen comunista. Rumanía empezaba a abrirse al mundo y ver la luz. Rumanía empezaba a tomar el aspecto que tiene ahora. Así han sido nuestros días por el Castillo de Peles, Tesila y Bucarest.
(12-07-16) La última vez que hablamos acabábamos de pasar unos días de ruta por el Castillo de Bran, Rasnov y Brasov. Nuestro recorrido por la espectacular región de Transilvania había terminado y era momento de salir a descubrir la otra Rumanía. Pero tal y como nos temíamos, también tenía mucho que ofrecer. De hecho nuestra primera parada post Transilvania fue en uno de los edificios más increíbles en los que hemos estado: el Castillo de Peles.
Dónde dormir en Sinaia
En el castillo no es posible alojarse, pero en el pueblo sí que es posible hacer noche. Nuestras recomendaciones:
- Una de las opciones decentes a mejor precio es la Pensión Marina. Unos 30 euros cuesta la habitación doble en este hospedaje que supera el 9 en Booking.
- Si eres más de hoteles, 50 euros cuesta la habitación doble en el Hotel Carpathia. Más de 1300 valoraciones positivas le avalan.
El castillo de Peles
Volviendo al relato, como os comenté en el último post, nuestro paso por el archiconocido castillo de Bran (el de Drácula) nos decepcionó bastante. Todo lo contrario que el de Peles, un castillo ubicado en el pueblo de Sinaia, rodeado por un tupido bosque de montaña. Tan frondoso que nosotros no vimos el palacio hasta que lo tuvimos delante.
Aunque solo por darte un paseo por sus jardines…
… y hacerte alguna foto en su fachada…
… ya merece una visita, esta parada termina de justificarse cuando entras. A diferencia del Castillo de Bran donde los turistas andábamos como vaca sin cencerro, en el de Peles es obligatorio acceder en grupo y con guía, por lo que está todo mucho mejor organizado.
Además, si sabes moverte dentro del grupo, es posible hacer buenas fotos.
Ahora bien, lo vas a pagar. 50 LEU (11 €) cuesta la entrada para ver el palacio completo (la mitad si solo visitas la planta baja) + 32 LEU (7 €) el derecho a fotos. Sí, hay que pagar por usar la cámara, algo bastante común en Rumanía. Pero a diferencia de otros lugares, en el Castillo de Peles lo controlan mucho y te llaman la atención si no cumples las normas. En nuestro caso, cogimos una acreditación para mí y tratamos de aprovecharla todos.
Por poneros un poco en sintonía a mediados del siglo XIX, el rey Carlos I de Rumanía visitó Sinaia por primera vez y quedó prendado por la belleza y tranquilidad de aquel lugar. Tanto es así, que en 1873 mandó levantar allí el impresionante Castillo de Peles, aunque tardarían 10 años en inaugurarlo. Sin embargo, la obra no sería terminada hasta 1914, curiosamente el mismo año en el que murió el mencionado rey.
Desde su apertura hasta mitades del siglo XX, el castillo se convirtió en la residencia de verano de la familia real de Rumanía…
… aunque durante esos años también sirvió de hospedaje para numerosas personalidades políticas y culturales de la época.
Por daros algunas cifras, el castillo se extiende sobre un terreno de 3200 metros cuadrados en los que se levantaron 160 habitaciones y 30 baños.
De entre todas esas habitaciones, algunas destacan con luz propia, como el impresionante salón de entrada…
… dotado de un techo de cristal motorizado que le permitía al rey ver las estrellas. Tecnología punta para la época.
En el mismo tour también es posible recorrer algunas otras salas como la biblioteca real, que contiene una gran cantidad de libros exclusivos…
… la armería…
… la sala de música…
… la sala de conciertos…
… una sala de teatro con aforo para 60 personas…
… y el Salón Maura, con claras influencias árabes.
En definitiva, un recorrido inolvidable por un lugar único. Una parada obligatoria si visitas Rumanía.
Pasadas las 6 de la tarde abandonamos nuestros sueños de realeza…
… para volver a la humilde vida del que viaja con 20 euros diarios. Así que ataviados con nuestras camisetas de 4 euros, abandonamos el castillo a lomos de nuestro fiel Opel Corsa alquilado y retomamos nuestro camino. Aunque durante las próximas 24 horas, nuestra ruta turística quedaría aparcada por una buena razón social.
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Tesila
Para los que no nos conocéis personalmente, Diego y Víctor trabajan en una empresa de reformas en Zaragoza. Entre sus colegas de trabajo está Leo, uno de los muchos rumanos que emigraron a España en busca de nuevas oportunidades laborales. Actualmente vive en Zaragoza en compañía de su mujer (también rumana) y de su hijo. Aún así, durante las vacaciones siempre vuelve a casa a visitar a su familia.
(13-07-16) Tesila es un pequeño pueblo donde Leo nació, creció y se emparejó. Tesila es su vida y su historia y desde este día una pequeña parte de la nuestra. Y es que allí pasamos algunas horas de nuestro viaje, alojados maravillosamente por su entrañable familia.
En nuestra estancia también aprovechamos la oportunidad para hacer un pequeño recorrido por este apacible pueblo rumano…
… cuyo principal atractivo es el embalse situado a las afueras.
Junto a este embalse se levanta el Atra Doftana, un estiloso hotel de cinco estrellas donde, por supuesto, no dormimos, pero sí que nos dimos un lujo en forma de refresco con hielo. Si os lo pedís permitir, un lugar impresionante para hacer noche. Allí terminó nuestro retiro en Tesila y comenzó nuestro trayecto sobre ruedas hacia a Bucarest, la intensa capital rumana.
Bucarest
A primera hora de la noche llegamos a Bucarest. Buscar alojamiento no fue tarea fácil, pero aquí van algunas sugerencias:
- Una de las opciones más económicas es el Hostal Pura Vida. 10€ cuesta la cama en una habitación compartida.
- Si buscas algo a buen precio pero con más privacidad, el Liad Hotel es la mejor opción. Unos 40 euros cuesta la habitación doble.
- Si no tienes problemas de bolsillo, entonces te recomiendo el Hotel Boutique Monaco. 60 euros vale la habitación doble en este hotel cuatro estrellas.
- Por supuesto, te recomiendo también que eches un vistazo a AirBnb. Aquí te dejo una invitación con 35 euros de regalo por si quieres darte de alta.
Historia de Bucarest
(14-07-16) Ya veníamos avisados: Bucarest no es un lugar bonito. Y no, no lo es. Tras un viaje coleccionando ciudades, pueblos y paisajes con encanto, nuestra estancia en la capital rumana fue un pequeño paréntesis donde descubrimos la otra Rumanía, la del reciente pasado comunista.
Y es que para entender el presente de esta ciudad y de este país hay que remontarse atrás en el tiempo, a 1965, año en el que el dictador comunista Nicoalae Ceausescu pasó a gobernar el país. Y así lo hizo de manera ininterrumpida hasta 1989, año en el que fue juzgado y ejecutado junto a su mujer. Como dato, os diré que su muerte fue emitida por televisión y seguida con entusiasmo por la gran mayoría del pueblo rumano (para los curiosos, podéis ver el vídeo de la ejecución en Youtube). Y os preguntaréis, ¿y por qué acabaron así?
(Foto extraída de Abc.es)
Pues porque durante estos 24 años, Ceausescu y su esposa gobernaron el país con mano de hierro, anteponiendo el culto a su figura a cualquier interés popular. Durante su mandato, trató siempre de agradar a otros líderes soviéticos, instauró un sistema económico comunista, cerró relaciones comerciales con países de occidente y ejerció un control total de medios de comunicación y otras instituciones. O estabas con Ceausescu, o dejabas de existir. Los comportamientos ególatras de éste fueron colmando la paciencia del pueblo, hasta que en 1989 se lanzaron a la calle a protestar.
El resultado varios miles de rumanos fueron asesinados por orden del gobierno. No hay acuerdo en la cifra oficial, pero se calcula que superó los 40000 fallecidos. A cambio, el 25 de diciembre de 1989 Ceausescu sucumbió a la justicia y fue ejecutado, dejando un duro legado a sus espaldas.
Qué ver en Bucarest
La actual ciudad de Bucarest es una buena muestra de la vida y obra de Ceausescu, ya que en la capital rumana es donde vivió durante su mandato dándole el aspecto tan gris y comunista que tiene actualmente.
El Palacio del Parlamento
Su obra más famosa y controvertida fue la creación del Palacio del Parlamento, actualmente el segundo edificio administrativo más grande del mundo (tras el Pentágono). La construcción de este proyecto megalómano se inició en el año 1985 y requirió de la demolición de más de 7000 casas y otros tantos edificios de uno de los barrios más céntricos de Bucarest. El resultado, un edificio de unos ¡340 mil metros cuadrados!, con más de 1100 habitaciones y multitud de salas comunes. Algunas del tamaño de un campo de fútbol.
La obra se dio por terminada en el año 1997, aunque todavía hay una gran cantidad de espacios inacabados.
El Parlamento tiene una función política y administrativa, pero también se ofrecen visitas guiadas y se permite alquilar salas para eventos privados. Aún así, parece difícil que algún día se vayan a rentabilizar los cerca de ¡3 billones! de euros que se calcula que costó.
No contento con destruir media ciudad para levantar su parlamento, Ceausescu decidió tirar abajo otra buena parte de los edificios históricos para levantar espacios y bloques de vivienda puramente soviéticos. Por suerte, entre tanto terrorismo arquitectónico todavía una pequeña parte de la ciudad guarda algún encanto para el viajero.
Centro Histórico de Bucarest
El casco histórico es de los pocos lugares de la capital que no han sido devastados por las guerras o por la arquitectura comunista. Es una de las zonas con más ambiente de la ciudad ya que concentra una gran cantidad de tiendas, bares, restaurantes y otros lugares de ocio.
En el centro también se encuentran unos cuantos edificios con historia como el popular Hanul Lui Manuc…
… una posada con más de 200 años de historia…
…explotada actualmente como restaurante turístico. El lugar ideal para los que quieren comer caro, lento y regular.
Justo enfrente está la Biserica Stanful Antoine (Iglesia de San Antonio)…
… una concurrida iglesia ortodoxa de principios del siglo XVIII.
A pocas calles de distancia se ubica el Banco Nacional de Rumanía…
… un edificio con más de un siglo de existencia que en los años 60 protagonizó uno de los atracos más importantes de la historia del comunismo.
En la misma zona también se localiza el Museo Nacional de Historia, tan visitado por el contenido de sus exposiciones como por tener a su entrada la Statuia împăratului Traian (Estatua del Emperador Trajano).
Esta (ridícula) escultura fue inaugurada en 2012 y reivindica la importancia del imperio romano en la historia del país. Lo reivindique o no, la realidad es que por el momento la estatua es la protagonista de numerosas bromas y chistes. De hecho, el prepucio del emperador está muy desgastado porque cuenta “la leyenda” que tocarlo trae buena suerte.
Plaza de la Revolución
Curiosamente, el monumento del Emperador Trajano no es el más extraño de los que vimos en nuestro paseo por Bucarest. Ese dudoso honor corresponde al Memorialul Renaşterii (Monumento en memoria del Renacimiento), una extrañísima escultura en honor a la revolución popular que llevó a la caída de Nicolae Ceausescu. Si me permitís opinar, los rumanos tienen una forma un poco extraña de homenajear las cosas.
Este obelisco se sitúa en la Plaza de la Revolución, llamada así por ser el lugar donde el dictador comunista pronunció su último discurso. En esta misma plaza se encuentra el Ateneul Român (Ateneo Romano).
Este elegante edificio de finales del siglo XIX se fundó para acoger una sociedad cultural y científica. Actualmente es la principal sala de conciertos de la ciudad.
Casi pared con pared está la Biblioteca Central Universitaria.
Más allá de estos rincones turísticos, Bucarest es una ciudad un tanto gris y monótona, solo contrastada por el río y alguna de sus zonas verdes.
Jardines Cismigui
Por lo visto, la capital rumana cuenta con más de 30 parques aunque nosotros solo tuvimos tiempo de conocer los Jardines Cismigui…
… un bonito espacio verde…
… con un pequeño lago navegable…
… que te permite olvidar por un momento de la enorme urbe de cemento y hormigón que te rodea.
Por la noche, Bucarest es una ciudad con muchísimo ambiente, pero nuestro plan no fue mucha más allá de cena y hostal. Para variar, tocaba un nuevo madrugón para continuar con nuestra aventura.
Y hasta aquí puedo leer. Nuestra penúltima etapa por Rumanía ha concluido, y ya solo queda una última semana para descubrir algunos de los encantos que guarda el norte del país. Al margen de la agridulce Bucarest, Rumanía sigue sorprendiéndonos. Se abren los comentarios.
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Alex
Me parece sorprendente que no se hayan quedado una noche un bucarest para conocer su ambiente nocturno. Es como ir a Amsterdam sin pasear por en la noche por sus calles. Seguro tenían algo muchisimo mejor que hacer.
Saludos desde México, a ver cuanto te toca venir aquí.
Sergio Otegui Palacios
Hola, Alex! Sí que salimos un rato por la noche y como dices hay muy buen ambiente, sobre todo en el casco histórico. Lo que pasaba es que teníamos que madrugar el día siguiente y no pudimos alargarla demasiado. Gracias por tu mensaje!
Alex
Tio, para que recuerdes tus días en bucarest, te recomiendo ver esta película.
The Necessary Death Of Charlie Countryman – (La necesaria muerte de Charlie countryman)
Saludos y espero tu próximo viaje.
Sergio Otegui Palacios
Lo anoto, Álex! 🙂 Mil gracias por tus aportaciones. ¡Un saludo!