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El castillo de Bran – La falsa fortaleza de Drácula

En el jardín del castillo de Bran (Rumanía)

“Un inmenso castillo en ruinas, en cuyas altas y oscuras ventanas no se veía un solo resplandor y cuyas almenas desmoronadas recortaban sus melladas siluetas contra el cielo iluminado por la luna”. Así describió Bram Stoker el castillo de Drácula, una fortaleza turísticamente relacionada con la de la localidad de Bran, pero que realmente no guarda ninguna relación. Esta es la verdadera historia del castillo de Bran.

En el jardín del castillo de Bran (Rumanía)

La última vez que hablamos de Rumanía fue sobre la Transfagarasan, una de las carreteras más bonitas del país. Precisamente, en las inmediaciones de esa vía se encuentra el castillo de Poenari, la fortaleza de Vlad III, el héroe rumano que se relaciona con el personaje de Drácula. Sin embargo, no muy lejos de ahí, hay otra fortaleza vendida como el castillo de Drácula, pero que no lo es. Hablemos del castillo de Bran.

Todos mis post sobre Rumanía

Bran, un pueblo a un castillo pegado

El castillo de Bran se ubica en la localidad del mismo nombre, una pequeña ciudad de Transilvania de unos 5000 habitantes cuya vida gira en torno al citado edificio. Según datos de su web oficial, más de un millón de turistas pasaron por aquí en 2023, una muestra del éxito que ha traído su impostada relación con el chupasangre.

Vistas de Bran desde el castillo (Rumanía)

Cómo ir al castillo de Bran

Pese a su escasa envergadura, que Bran tenga tanto movimiento turístico hace que haya bastantes alternativas para llegar. Si optas por transporte público, lo primero que tendrás que hacer es ir a Brasov, la ciudad cercana más importante, desde donde salen buses casi cada hora con destino a Bran. Aquí puedes ver los horarios. Si prefieres complicarte menos la vida, siempre puedes contratar algún tour guiado como este que sale desde Brasov o este desde Bucarest. O, mi opción favorita, hacerte con un coche de alquiler, una de las mejores formas de moverte por Rumanía.

Ver coches de alquiler en Rumanía

Carroza antigua en el pueblo de Bran (Rumanía)

Dónde dormir en Bran

Tan fácil como llegar es encontrar hospedaje en Bran, ya que esta localidad tiene casi tantas residencias como alojamientos turísticos. Ahora bien, si te interesa mi experiencia, en ninguna de mis dos visitas he hecho noche allí, ya que este pueblo no ofrece mucho más que su fortaleza. Eso sí, si no tienes la agenda muy apretada, dormir en Bran y ver el icónico castillo a la luz de la luna tiene que impresionar. Por ello, aquí te dejo algunas propuestas:

  • Una opción económica es pagar los 40 euros que cuesta la habitación para dos en el Casa Drácula.

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  • Por unos 75 puedes hacer lo propio en Hanul Bran, un hospedaje de más categoría.

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  • Si buscas una experiencia inmejorable, entonces date el gusto de pagarte los 100 euros la noche que vale la habitación en el hotelazo la Casa din Bran.

Ver hotel Casa din Bran

Vista del Castillo de Bran desde un balcón (Rumanía)

La historia del castillo de Bran

Si eres un lector asiduo de este blog sabrás que me gusta dar pequeñas pinceladas históricas de los lugares sobre los que escribo. Sin embargo, en el caso de Bran, me parece interesante detallarla un poco más, ya que me ha resultado fascinante tratar de entender cómo un pueblo y un castillo que no tienen nada que ver con Drácula han acabado vendiéndose como tal.

Textos en la fachada del castillo de Bran (Rumanía)

La verdadera historia

Y empiezo por lo que voy a denominar como la verdadera historia del castillo, es decir, lo que sí que ocurrió y está documentado. Una ubicación de Transilvania más, fueron los sajones, colones alemanes que habitaban la zona, los responsables de levantar semejante maravilla arquitectónica. Lo harían a finales del siglo XIV después de que el rey Luis I de Hungría otorgara a la vecina localidad de Brasov el privilegio de tener un castillo. Durante los años venideros, Bran sirvió de fortaleza para los sajones, a diferencia de otros castillos de la época que pertenecían a la alta alcurnia. En el siglo XIX el castillo fue dañado y reparado en varias ocasiones y perdió mucha de su importancia.

Castillo de Bran en 1917 - Foto de Kriegspressequartier

Bran en 1917 – Foto de K.u.k. Kriegspressequartier

En 1920, poco después de que Transilvania (y por tanto Brasov) pasara a formar parte del reino de Rumanía, la administración de esta ciudad decidió ceder el castillo a la reina María como agradecimiento, entre otras cosas, por su papel en esta anexión. Es importante recordar que en ese momento el castillo andaba bastante deteriorado, pero la reina María lo restauró y acondicionó para ser utilizado como residencia real de verano. El típico castillo que tenemos todos para escapar en agosto, vamos. Tras la muerte de la consorte en 1938, este pasaría a manos de su hija Ileana quien, por lo que sea, también lo cogió con ganas.

María, reina de Rumanía - Foto de loc.gov

Reina María en 1915 – Imagen extraída de loc.gov

Pero con la instauración del régimen comunista en el país, la familia real fue expulsada en 1948 y el castillo fue confiscado y transformado en un museo años después. Ya en nuestro siglo, el gobierno rumano aprobó una ley que permitía reclamar propiedades expropiadas ilegalmente, tras la cual, no sin muchos idas y vueltas, el castillo llegó a manos de los nietos de la difunta reina María, sus actuales propietarios. En 2009 lo restauraron y lo abrieron al público, convirtiéndose en el primer museo privado del país. En resumen, de los casi 15 euros que te cuesta a entrar, una parte va a la familia los Hasburgo.

Estatua en el pueblo de Bran (Rumanía)

La relación entre Drácula y el castillo de Bran

Vale, y entonces, ¿cuándo aparece Drácula en todo esto? Pues en ninguna parte. Sí, siento insistir, pero NO hay ninguna relación real entre el personaje de Drácula y el castillo de Bran, y todo esto no es más que un acertado invento turístico. Por si no andas muy puesto en el tema, Drácula es una afamadísima novela de terror escrita por Bram Stoker. Y aunque es cierto que el castillo de dicho conde está ubicado en Transilvania, su descripción no coincide en absoluto con la del libro. Es más, Bram Stoker jamás estuvo en Rumanía y ni tan siquiera el príncipe Vlad III, el héroe rumano en el que PODRÍA haberse inspirado Stoker para crear su personaje, vivió en Bran.

Dibujo de Drácula en el libro de visitas a la salida del castillo de Bran (Rumanía)

La relación entre Drácula y Vlad III

Bueno, pero Vlad III es Drácula, ¿no? Sintiéndolo mucho, no; Vlad III fue uno de tantos personajes que inspiraron a Bram Stoker para crear al sanguinario conde. Sobre cuánto de Vlad hay en Drácula no se ponen de acuerdo ni los expertos. Algunos historiadores sí que sostienen que las andanzas de este príncipe llegaron a oídos de Stoker y se basó principalmente en él, pero otros aseguran que de Vlad III se quedó con su sobrenombre y poco más: Draculea.

Exposición sobre Vlad Draculea en el castillo de Bran (Rumanía)

Y entonces, ¿quién era Vlad III Draculea?

Llegado a este punto, conviene profundizar en la figura de Vlad III Draculea, personaje que, insisto, NO tiene ninguna relación con el castillo de Bran. Aunque ya di algunas pinceladas sobre él en mi post de Sighisoara, la ciudad donde, teóricamente, nació en 1431, Vlad III fue príncipe de Valaquia hasta en tres ocasiones, aunque su único gobierno largo fue entre 1456 y 1462.

Estatua de Vlad Tepes junto al ayuntamiento de Sighisoara (Rumanía)

Vlad III ha pasado a la historia por hacer crecer los dominios de Valaquia, por su resistencia al todopoderoso imperio otomano y, sobre todo, por la crueldad de su gobierno durante el que llegó a empalar, sí, a empalar, a miles de personas. Debido a esta extraña afición Vlad alquirió el mote de Tepes, o, lo que es lo mismo, el empalador. El sobrenombre de Draculea lo heredó de su padre Vlad II, príncipe de Valaquia unos años antes y perteneciente a un grupo conocido como la orden de los Caballeros del Dragón. En rumano, dragón se traduce como Dracul y Draculea como hijo de dragón. Así que de tal Vlad Dracul padre, tal Vlad Draculea hijo. Si quieres saber más, en este podcast explican muy bien su historia.

Vlad Tepes y los otomanos - Cuadro en el Museo Nacional de Arte de Rumanía

Lo más curioso del caso es que, como ya he dicho, Vlad III sí que tuvo una fortaleza, la de Poenari, ubicado en las inmediaciones de la Transfagarasan. Así que en caso de existir un castillo de Drácula en Rumanía tendría que ser ese y no del Bran, con el que no tiene ninguna relación. Sin embargo, el de Poenari ha llegado hasta nuestros días en un estado deplorable y el de Bran, para que negarlo, impresiona, por lo que cambiamos uno por otro y nadie se dará cuenta, ¿no?

Castillo de Bran desde lejos (Rumanía)

El castillo de Bran – Información turística

Aclarada esta inexistente relación entre Drácula y Bran, vamos ya con lo que sí que puede verse en este castillo, porque, al margen de la gran mentira sobre la que se cimienta, bonito es un rato. A todo esto, de abril a septiembre el castillo abre todos los días de 9 a 18 h., mientras que entre octubre y marzo cierra a las 16 h. En ambas temporadas, los lunes abre a las 12 h. El precio de la entrada son 70 leis, unos 14 euros.

Muchos turistas en la puerta de acceso al Castillo de Bran (Rumanía)

Qué ver en el castillo de Bran

Vaya por delante que las dos veces que he pasado por el castillo he salido con la misma impresión: lo mejor está fuera. Y es que la estampa de semejante fortaleza erigida sobre un muro de roca natural es alucinante. Imagino que a esto le añades un toque de niebla y nieve en una noche de luna llena y ves monstruos donde no los hay.

Visitantes fotografiándose junto a una cruz en el acceso al castillo de Bran (Rumanía)

El parque Real

Tras cruzar el puesto de boletos, llegarás al llamado parcul Regal, un jardín con un pequeño lago donde la familia real salía a hacer las cosas propias de una familia real. Desde allí tendrás acceso a una muy buena vista de la fortaleza y del pedazo muro de piedra sobre la que se encarama.

En el jardín del castillo de Bran (Rumanía)

Las habitaciones del castillo de Bran

Una vez dentro de los muros pétreos del castillo de Bran, la ruta te ira llevando por algunas de las más de 60 habitaciones que conforman el edificio, la mayoría de ellas vestidas con mobiliario y adornos que la reina María había adquirido de otros países de Europa.

Busto de la reina María el castillo de Bran (Rumanía)

Por lo general, los cuartos combinan muebles de madera con paredes blancas y poca ornamentación, aunque algunas te sorprenden con toques de color como los que ponen las estufas embaldosadas.

Sala de estar en el castillo de Bran (Rumanía)

Entre tanta habitación anónima destaca la sala de música, un de las primeras a las que accederás…

Sala de música en el castillo de Bran (Rumanía)

…o los aposentos de la monarca, que los distinguirás fácil porque tiene una corona en una vitrina.

Corona real en una habitación del castillo de Bran (Rumanía)

El patio interior

Aunque, como he dicho, lo mejor del castillo está fuera, el patio interior también me resultó especialmente atractivo, con su pozo de casi 60 metros de profundidad, sus balcones de madera y sus torres de tejados puntiagudos.

Turistas en lo balcones del patio interior del castillo de Bran (Rumanía)

La (fallida) exposición del terror en el castillo de Drácula

Como no podía ser de otra forma en este destino donde exprimen la figura del vampiro como él hacía con la sangre de sus víctimas, en un punto de la visita accederás a una zona dedicada a la figura de Vlad Tepes y condimentada con elementos “terroríficos”. Pues bien, para mí gusto, y salvando al bueno de Vlad que no tiene culpa de nada, esta parte es tan cutre y fuera de lugar que parece que estás entrando en la Casa del Terror de una feria de pueblo.

Maniquí de Scream en el castillo de Bran (Rumanía)

Me sorprende que se haya publicado que los propietarios y las autoridades no están muy a favor de explotar este castillo como si fuera un parque temático del personaje, ya que es justo esto lo que están haciendo.

Proyección de Nosferatu en una pared del castillo de Bran (Rumanía)

Otros lugares que ver en el castillo de Bran

Otra prueba de ello es que dentro del castillo hay una sala dedicada a la tortura donde es posible ver distintos instrumentos utilizados para este fin en el medievo. Por último, recientemente han abierto al público el llamado Túnel del Tiempo, un pasadizo subterráneo por el que la reina María podía acceder directamente al parque Real. Para visitar a ambas atracciones hay que pagar 20 y 30 leis extra respectivamente.

Turista tras una ventana del castillo de Bran (Rumanía)

Bran, el pueblo

Y más allá del castillo, ¿hay algo que hacer en Bran? Pues además de puestos de suvenires de Drácula, restaurantes de Drácula, hoteles de Drácula, fuentes de Drácula y demás fanfarria de este sobreexplotado conde

Fuente con un mosaico de Drácula en la localidad de Bran (Rumanía)

el pueblo tiene algunos edificios con solera, aunque, creo, no te va a dar para demasiadas fotos.

Fachada del Micul Castel en Bran (Rumanía)

Y con esto me despedido ya de Bran y su castillo, a sabiendas de que tras leer este artículo podrías estar preguntándote si merece la pena incluirlo en la ruta. Pues bien, si tuvieras que ir “de propio”, como decimos en mi tierra, yo me lo pensaría dos veces, pero sabiendo que está cerca de otras atracciones turísticas de Transilvania, te animo a parar, aunque solo sea para estirar un poco las piernas. Eso sí, no olvides, que ni Drácula ni Vlad Tepes tuvieron nada que ver con el castillo de Bran. Se abren los comentarios.

Más artículos sobre el país en mi guía de Rumanía.

Bran


Sergio Otegui Palacios

Trabajo en El Fabricante de Nubes, una productora audiovisual en Zaragoza. Recorro el mundo con una mochila a la espalda y una cámara en la mano y os lo cuento en Nada Incluido, mi blog de viajes. Vídeo, fotografía, publicidad, viajes, lo que surja. How can I help you?

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