Brasov – La llama de Rumanía

Hubo varias, pero la de Brasov fue una de las primeras llamas del incendio social que provocó la caída del gobierno comunista en Rumanía. Pero esta ciudad de fuerte pasado industrial no es solo clave en la historia del país, si no, también, uno de sus grandes atractivos turísticos. Aquí te cuento qué ver en Brasov.

La última vez que conversamos de Rumanía fue sobre el castillo de Bran, la fortaleza falsamente atribuida al personaje de Drácula. Desde ahí continuamos nuestro camino hasta otro de tantos imprescindibles de la región de Transilvania. Hablemos de Brasov.

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Brasov, en el medio de mucho

Con 237000 habitantes según el censo de 2021, Brasov es una de las ciudades más importantes de Rumanía, fundamental para entender el pasado, el presente y el futuro del país. Turísticamente es, además, una delicia, y no solo por su belleza, que la tiene, sino también por ser un punto neurálgico para visitar algunos de los lugares más interesantes de Rumanía.

Cómo ir a Brasov

Brasov se encuentra a unos 180 kilómetros de Bucarest, lo que traducido a carretera rumana equivale a unas tres horas de trayecto en coche de alquiler, sin duda, la mejor forma de moverse por el país, sobre todo si tienes previsto hacer ruta más allá de las urbes principales.

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Ahora bien, una ciudad tan importante como Brasov tiene bastantes alternativas de transporte, pudiendo llegar desde Bucarest hasta ahí en tren (unas dos horas y media) o en bus (unas cuatro horas). Eso sí, si no tienes mucho margen para cambios de planes y retrasos inesperados, sigo recomendándote el coche.

Dónde dormir en Brasov

Aunque lo que hay que ver en Brasov se puede visitar en unas horas, esta ciudad es un enclave ideal para hacer noche, ya que en un radio de pocos kilómetros tienes varias de las paradas más apetecibles del país. Por ello, aquí te dejo algunos buenos hospedajes.

• Una gran opción para mochileros es el Secret Boutique, un hostal con notaza donde las camas en dormitorios cuestan 25 euros.

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Breve historia de Brasov

Antes de meterme de lleno con qué ver en Brasov, voy a dar algunas pinceladas sobre la historia de una ciudad que ha sido clave en el devenir de Rumanía. La tradición y las crónicas sitúan su construcción en 1203, pero no hay ninguna fuente oficial que lo confirme. Lo que sí está registrado es que los Caballeros Teutónicos, por invitación del rey Andrés II de Hungría, se instalaron en una fortaleza en Tampa, una colina cercana, a principios del XIII. Desde ahí, empezaron dar vida al asentamiento, construyendo, entre otras cosas, la iglesia de San Bartolomé, el edificio más antiguo de la ciudad.

Desde entonces, el nombre de Brasov en sus distintas variantes se fue escuchando cada vez con más frecuencia, sobre todo en el siglo XIV, época en la que se inicia la construcción de su icónica iglesia Negra sobre la que luego profundizaré. Esos tiempos fueron también tiempos convulsos, ya que los otomanos habían puesto ojitos a Rumanía hace años, por lo que se levantaron varias fortificaciones de piedra en la ciudad. Sin embargo, nada dañó más a Brasov que los incendios, especialmente el de 1689, que dejó muy pocos edificios en pie. La restauración de la fortaleza llevo más de un siglo de trabajo y la arquitectura se modificó considerablemente, sobre todo porque las autoridades prohibieron los edificios de madera.

Foto extraída de Wikimedia

Bastantes años después, ya en el siglo XX, en Brasov se prendió otro gran fuego, este solo en sentido metafórico, ya que allí se inició una revuelta que puso en jaque al sistema comunista que por entonces imperaba en el país. En 1948, tras unas elecciones fraudulentas, se instauró en Rumanía un gobierno comunista que duraría más de 40 años. Ese gobierno, liderado desde el 65 por el polémico Nicolae Ceauşescu, movilizó a mucha mano de obra cualificada a trabajar en las fábricas de Brasov, la ciudad, por aquel entonces, más industrializada. Unos años después, ese mismo gobierno instauró una política de máximo ahorro para tratar de reducir la deuda internacional rumana, pero que lo llevó a un colapso económico sin precedentes. Esto desató protestas en distintos puntos del país a finales de 1986, siendo la de Brasov una de las más grandes. Tres años después se desataría la Revolución Rumana en todo el territorio, el movimiento que pondría fin a esta convulsa etapa comunista.

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Qué ver en Brasov

Puestos ya los puntos sobre las íes, me toca hablar de qué ver en Brasov. Por cierto, la primera vez que estuve, en 2016, me salió un día de un calor infernal y he de reconocer que la disfruté lo justo. Sin embargo, en mi reciente regreso allá por octubre pude confirmar que todos los piropos que suele recibir están más que justificados.

Piata Sfatului, la plaza más bonita que ver en Brasov

Cualquier ruta turística por Brasov pasará, en algún momento, por piata Sfatului, que se traduce en castellano como la plaza del Consejo. Desde el siglo XVI, esta ha sido su centro neurálgico, el lugar de encuentro de locales y comerciantes venidos de cualquier rincón. Hoy, 500 años después, sigue acogiendo ferias, mercados y otros eventos con frecuencia y son los turistas los que le dan el toque internacional.

Esta colorida plaza de estilo medieval conserva el aspecto exterior de la mayoría de edificios que la componen, aunque por dentro hayan cambiado sus funciones. Entre su treintena de edificios históricos destaca la iglesia ortodoxa de la Asunción de la Virgen María (Adormirea Maicii Domnului), puesta allí a finales del siglo XIX…

…o las numerosas casas con nombre y apellido, como Mureșenilor, Seuler o la de los Comerciantes (Negustorilor), un edificio construido en el siglo XVI para hacer las veces de mercado cubierto.

Casa Sfatului, el edificio más icónico

Pero si hay algún edificio reconocible en esta plaza esa es la Casa del Consejo (Sfatului), el monumento no religioso más importante que ver en Brasov. En origen, era una torre de vigilancia a la que se le adheriría el resto del edificio a principios de siglo XV. Ya en el XVI la Casa Sfatului empezó a funcionar como el ayuntamiento de Brasov, misión que cumpliría hasta 1950, año en el que fue convertido en el Museo de Historia del Condado de Brasov. Aunque ahora luce de maravilla, la Casa Sfatului está hoy viva de milagro, ya que a lo largo de su larga existencia ha sufrido terremotos, incendios, rayos y dos intentos de demolición en el siglo XX, frustrados, por suerte, por las peticiones de los vecinos.

Biserica Neagră, la iglesia Negra qué ver en Brasov

Otro edificio que hay que ver en Brasov es su iglesia Negra, llamada así por el color que adquirieron sus muros tras el gran incendio de 1689. Pero sus orígenes se remontan tiempo atrás, ya que su construcción se inició a finales del XIV y se terminó un siglo después. Por aquel entonces era un templo católico y en honor a Santa María, pero cambiaría “de bando” tras la Reforma protestante de Lutero.

Con una longitud de 89 metros es la segunda iglesia más grande de Rumanía y una de las más representativas del sudeste de Europa en lo relativo a arquitectura gótica. Curiosamente, sus bóvedas no son góticas, si no barrocas, y es que el citado incendio arrasó el tejado, por lo que tuvo que ser reconstruido. Como los artesanos locales no sabían cerrar bóvedas de esas dimensiones, pidieron ayuda a artesanos de la ciudad de Gdanks (Polonia), quienes lo hicieron al estilo barroco.

Otros datos y curiosidades de la iglesia Negra es que atesora la mayor colección de alfombras orientales de Europa, que, parece ser, se empezaron a colocar como elemento decorativo tras la Reforma luterana que se oponía las pinturas iconográficas. Ah, eso y que tiene un órgano de casi 4000 tubos, ¡casi nada! Por cierto, para visitarla hay que pagar 6 leis, poco más de un euro.

Strada Republicii, la calle principal

Allí donde termina la plaza Sfatului comienza la calle de la República (strada Republicii), la avenida con más movimiento del centro histórico de Brasov. Lo que hoy son tiendas, bares y restaurantes por doquier…

…fue en su momento la sede de la mayor parte de talleres de artesanos de la ciudad, especialmente del gremio de los caldereros, que daban nombre a la calle por aquellos siglos (ulița Căldărarilor).

Después de eso se la bautizó como calle de la Puerta (strada Porti) porque allí se ubicaba la entrada principal a la antigua fortaleza, pero esta fue derrumbada a mediados del siglo XIX. Hoy, sin puertas ni caldereros, sigue siendo uno de los lugares más interesantes que ver en Brasov.

Otras puertas de la fortaleza que ver en Brasov

Aunque la principal ha pasado a mejor vida, todavía es posible encontrar por la ciudad algunas de las puertas por las que se accedía a la fortaleza.

Poarta Ecaterinei, la puerta de Catalina

Como ya he comentado, a principios del XV los turcos empezaron a interesarse por el territorio de la actual Rumanía y quienes vivían ahí a protegerse. Entonces surgió la puerta que antecedió actual, pero fue destruida por una tormenta. La de Catalina (Ecatirinei) lleva ahí, con sus obligadas restauraciones, desde mediados del siglo XVI y recibe el nombre de un antiguo convento de monjas que había en las inmediaciones.

La puerta de Șchei

Șcheii Brașovului es el nombre de uno de los barrios históricos más importantes de la ciudad, situado a las afueras de la muralla. Durante casi tres siglos, la puerta de Catalina era la única vía de entrada desde Șcheii a la fortificación de Brasov, pero en el XVIII, con el crecimiento comercial de la urbe, empezó a no dar abasto. Por eso fue necesario construir otras entradas como esta que lleva ahí desde principios del XIX.

Strada Sforii, la calle más estrecha que ver en Brasov

Hablando de estrecheces y falta de espacio, muy cerca de ambas entradas se encuentra Sforii, la calle más angosta de Brasov. Con poco más de un metro de ancho, fue puesta allí a principios del siglo XVII para facilitar la labor de los bomberos, que, como has visto, era mucha. Según dicen, la calle Sforii es una de las más estrechas de Europa, pero yo soy poco amigo de este tipo de aseveraciones. Sin ir más lejos, en Urriés, el pueblo de Diego, amigo y viajero en este blog, hay un callejón de 41,5 centímetros de ancho. ¡Eso sí que es estrecho!

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Brasov desde las alturas

Una de las particularidades de Brasov es que está ubicada en mitad de una depresión geográfica, en plenos Cárpatos, por lo que mires hacia donde mires verás montañas. Una de las más altas es el monte Tampa, a la que se puede subir en un teleférico que cuesta 17 leis (unos 3,5 €) el pack de ida y vuelta. Desde ahí tienes la mejor vista, aunque hay otras, como la torre Blanca o la Cetățuia de pe Strajă, una fortaleza del siglo XVI que, por desgracia, ahora solo se puede visitar por fuera.

Otros lugares que ver en Brasov

Por seguir completando esta guía de Brasov, voy con otros espacios no tan populares o turísticos, pero apetecibles si no vas muy justo de tiempo.

El parque Nicolae Titulescu

De camino a la citada ciudadela Strajă está este parque en honor a un político rumano. Un espacio verde, agradable y no muy grande rodeado de algunos edificios importantes de la ciudad. Aunque, si me tengo que quedar con algo, es con sus maceteros «cuquis».

El parque Eroilor

Mucho más pequeño que el anterior, el parque de los Héroes (Eroilor) no es especialmente bonito, pero resulta interesante por ser un homenaje a todas las personas que fueron asesinadas durante la Revolución Rumana de 1989 por el régimen de Nicolae Ceaușescu.

El palacio de Justicia

Desde el mismo parque Eroilor se puede ver la fachada del Palacio de Justicia, un imponente edificio de principios del siglo XX que combina el Art Nouveau con el estilo neobarroco.

Otras calles que ver en Brasov

Por terminar ya con la ciudad de Brasov, solo decir que más allá de lo mencionado hasta ahora, el casco antiguo, aunque es pequeño, tiene más para ver y hacer. Así que mi consejo es que te olvides del mapa y te dejes llevar por tus sensaciones. ¡Seguro que aciertas!

Qué visitar cerca de Brasov

Y ya para finalizar con este artículo, sí que me gustaría insistir que Brasov es bonita en sí misma, pero que también es un punto perfecto para visitar algunos de los imprescindibles de Rumanía. Los castillos de Bran, Cantacuzino y Peles o la localidad de Rasnov son cuatro planazos. Sobre todos ellos puedes encontrar información detallada en mi guía del país.

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Ahora sí, aparco ya este artículo sobre qué ver en Brasov, insistiendo, aunque lo habrás podido comprobar, en que es muy buena idea incluirla en tu ruta. Yo ya he estado dos veces y no descarto que sean tres, porque si vas a Rumanía, hay que ir a Brasov. Se abren los comentarios.

Más artículos sobre el país en mi guía de Rumanía.

(Post publicado originalmente el 22/07/16 y actualizado el 20/11/24).