La bahía de Halong – Luces y sombras

Dicen que las comparaciones son odiosas y, desde luego, lo pueden ser. En 2017, en mi primer viaje a Vietnam, tuve una de las experiencias turísticas más bonitas de mi vida en la bahía de Lan Ha. En 2022, en mi regreso, la bahía de Halong fue, sin duda, la mayor decepción. De sus sombras, pero también de sus luces, charlaremos en este post.

La última vez que hablamos te conté mis días en Ninh Binh, una de las provincias con más atractivos naturales del norte de Vietnam. Nuestra próxima parada sería Halong, el lugar que elegí para despedir el viaje fotográfico que organicé por el país asiático.

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La bahía de Halong – El destino más famoso de Vietnam

1600 islas de tamaños diversos flotan a lo largo de unas 40.000 hectáreas en el golfo de Tonkin, una región del norte del país vietnamita bañada por el mar de la China Meridional. Su innegable e inconfundible belleza han hecho de este destino uno de los mayores ganchos turísticos de esta nación, atrayendo a más de 4 millones de extranjeros en 2019, antes de la pandemia. Cifras que hablan de éxito, pero que también enmascaran algunos de los problemas que trataré al final de este artículo.

Cómo ir a la bahía de Halong

Pese a que es un lugar al que solo se puede acceder en barco, es tanta la demanda turística de Halong que resulta fácil llegar hasta ahí. Ubicada a unos 160 kilómetros de Hanoi, la opción más sencilla es contratar un tour que te incluya el traslado hasta el puerto y el consiguiente crucero. Estas excursiones las puedes encontrar en cualquier agencia de la capital o contratarlas online, pero mira siempre varios proveedores y compara. Por si te interesa, aquí te dejo un par de tours con salida de Hanoi operados por Civitatis.

Si prefieres hacerlo por tu cuenta y tratar de ahorrarte algunos dongs, siempre puedes agarrar algún autobús desde la terminal de My Dinh en Hanoi hasta la de Bai Chay, la que está ubicada en la ciudad de Halong. Allí al lado se encuentra también la estación de tren, pero ese viaje son casi 7 horas, el doble de lo que te puede llevar en bus.

Ver buses y trenes a Halong

Una vez en la ciudad de Halong, acude al muelle de Tuan Chau, donde se encuentran la mayoría de compañías de cruceros. Ahí ya todo dependerá de tu capacidad de negociación, pero ten en cuenta que los vietnamitas son duros de pelar. Eso sí, te aconsejo que te informes muy bien sobre las condiciones de los barcos porque es fácil que te den gato por liebre.

Otra posibilidad es ir desde Hanoi a Cat Ba, la isla más grande de la bahía de Halong, y gestionar algún crucero desde ahí. Para llegar a Cat Ba tienes que ir desde Hanoi hasta la ciudad de Haiphong, acudir a su muelle y contratar algún transporte marítimo hasta Cat Ba. Aquí te dejo un tour de día desde Cat Ba con Civitatis bastante económico.

Ver Tour de día por Halong desde Cat Ba

Explicado esto, ¿merece la pena organizarlo por tu cuenta? Pues todo dependerá de lo apretado que lleves el bolsillo y del tiempo que tengas. Si te sale todo bien, te ahorrarás dinero, pero también es cierto que, una vez llegues a la ciudad de Halong o a Cat Ba, no vas a tener “escapatoria”, por lo que es más fácil que te la jueguen con los precios. Conclusión, mira bien tus cuentas, analiza tu capacidad de regateo y comprueba cuál es la mejor opción para ti. Por cierto, yo trabajo como agente de viajes y estoy especializado en Vietnam, por lo que también te puedo gestionar tus días en la bahía de Halong.

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Qué crucero escoger en Halong

Genial, hemos llegado hasta ahí, ¿pero ahora qué barco agarro? Como comprenderás, en un sitio del que se saca tanto negocio hay una oferta infinita de cruceros, pero no siempre es fácil dar con el adecuado. Lo primero que tienes que valorar es si vas a hacer una excursión de día o quieres pernoctar. Mi consejo es que, como mínimo, pases dos noches, ya que se pierde mucho tiempo entre idas y venidas. Si vas justo de calendario, una noche también está bien.

Si duermes en el crucero, ten en cuenta que las comidas están incluidas en el propio barco, ya que, lógicamente, no hay restaurantes en este parque marítimo y no creo que seas tan bueno pescando como para vivir de ello. La bebida, por lo general, sí que la tendrás que pagar aparte.

¿Qué más es importante tener en cuenta? Pues no está de más que chequees previamente el número de camarotes ya que, te aseguro, no se disfruta igual estando casi a tu aire que compartiendo la embarcación con decenas de personas.

Foto de Alberto Guede, participante del viaje fotográfico a Vietnam 2022

Por último, también es recomendable que te informes bien sobre la ruta que hace el barco en cuestión, ya que en el Sudeste Asiático se tiende mucho a juntar a todos a la vez en mismo lugar, por lo que las aglomeraciones le quitan todo el encanto. Algunos, generalmente los más caros o, como no, los privados, te dan algo más de libertad en este sentido.

Aclarado esto, te dejo aquí algunas recomendaciones de cruceros que puedes reservar directamente desde Booking. Ten en cuenta que todos incluyen cama, comidas y servicios básicos, pero el transporte desde Hanoi, generalmente, hay que contratarlo aparte. Verás que los precios son más altos de lo habitual en Vietnam, pero es que te recomiendo, sí o sí, que cojas barcos de buena categoría o corres el riesgo de tener una mala experiencia.

• Por menos de 350 euros la habitación doble tienes el Doris Cruise, una opción con clase.

Ver crucero Doris

• Si lo tuyo es el lujo o te quieres dar un caprichazo, el barco Stellar of the seas te lo ofrece por unos 600 euros la estancia para dos.

Ver crucero Stellar of the seas

• Nosotros nos decantamos por el Alisa Luxury, un crucero de bastante nivel por unos 300 euros la habitación doble.

Ver crucero Alisa Luxury

Un poco de historia sobre la bahía de Halong

Halong significa, literalmente, dragón que desciende. Y es que la leyenda cuenta que esta bahía la formó un dragón que, en mitad de uno de tantos jaleos entre chinos y vietnamitas, bajó del cielo y se puso a escupir joyas y piedras de jade que se juntaron y formaron los islotes actuales. Por lo que sea, esto le dio miedo a los chinos y salieron rápido de allí.

Algo menos emocionante es la historia real, donde diversos estudios geológicos han determinado que estas montañas kársticas han sido el resultado de millones de años de movimientos tectónicos, aunque el mar no llegó a la zona hasta hace unos 11.000 años. Vamos, antes de ayer.

Entre dragones y erosiones, la realidad es que Halong es, hoy en día, uno de los paisajes más bonitos y reconocibles del mundo, tanto como haber sido catalogado como una de las 7 maravillas naturales y como para que la UNESCO lo haya incluido en su lista de patrimonio mundial desde 1994.

Qué hacer y qué ver en la bahía de Halong

En realidad, el mero hecho de navegar por un paisaje de esta envergadura ya es razón suficiente para llegar hasta él. Sin embargo, a lo largo de los miles de hectáreas por las que se extiende, hay también algunos puntos con nombre y apellido que suelen incluirse en las rutas turísticas.

Isla Titov (Ti Top) – Un buen mirador

Ti Top es el nombre de uno de los islotes más famosos de Halong, bautizada así en homenaje a Guerman Titov, un astronauta soviético que pasó a la historia por ser el primero del mundo en pasar 24 horas en el espacio. Esta isla es conocida por ofrecer una de las playas más playas de la bahía, pero, sobre todo, por su mirador. 400 escalones te separan de su cima y de sus vistas.

La isla de Bo Hon

No es de extrañar que semejante despliegue de montañas calcáreas se escondan cuevas de todo tamaño y forma. Bo Hon, una isla mucho más extensa que su vecina Titov, concentra en su superficie algunas de las más populares.

Sung Sot – La cueva más grande que ver en la bahía de Halong

Con 10.000 metros de extensión, Sung Sot es la cueva más grande de toda la bahía. Esta gruta fue descubierta por los franceses durante su periplo vietnamita a principios de siglo XX y bautizado por ellos mismos como “Cueva sorpresa”. A mí, desde luego, me sorprendió.

Hang Luon – Otra cueva en Bo Hon

Otra de las cuevas populares de la bahía de Ha Long es la de Luon, esta visitable solo en kayak o en alguna embarcación pequeña. Y es que, según el nivel del mar, su altura varía entre los 2’5 y los 4 metros. Esta gruta es la puerta a una especie de laguna en la que podrás disfrutar en primera fila del atractivo espacio que tienes delante. Por cierto, haz siempre este tipo de actividades con precaución, chaleco y, como no, bien asegurado. Aquí te dejo un descuento del 5 % en los seguros que yo utilizo en mis viajes.

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La isla de Cat Ba

Cat Ba no suele formar parte de los itinerarios de un día, ya que la isla más grande de la bahía requiere varias horas para visitarla. Entre otras cosas, esta isla tiene un complejo bélico levantado por los japonés durante la II Guerra Mundial, pero, por encima de todo, una de las mejores panorámicas del golfo de Tonkin.

Los pueblos flotantes de la bahía de Halong

Sin duda, si algo me fascinó en mi primer viaje por estos lares fue descubrir la existencia de sus pueblos flotantes, asentamientos que levitan en mitad de aquel escenario dedicados, como no, a la pesca. Sin embargo, en mi reciente regreso no vi nada de aquello, aunque me consta que todavía perduran algunos como el de Cua Van o Vung Vieng.

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¿Y por qué no los vi? La razón es que, desde 2014, el gobierno vietnamita está intentado trasladar a aquellas familias a tierra firme. Según cuentan, con esta medida se busca darles una mayor calidad de vida y favorecerles el acceso a la educación, a la sanidad y a otros servicios básicos. Por otro lado, la UNESCO también recomendó reubicar a esta población cuyo rápido crecimiento estaba afectando al incalculable patrimonio natural de Halong. Hay que tener en cuenta que algunos de estos pueblos empezaron a asentarse por ahí en el siglo XIX, por lo que no a todos les sentó bien la medida, aunque parece que ya van viendo las ventajas de vivir fuera del mar.

Mi experiencia en la bahía de Halong

Hasta ahora he procurado escribir un post lo más objetivo posible, tratando de facilitarte la información que podrías necesitar para organizar tu paso por Halong. Ahora bien, no puedo seguir hablando sobre esta bahía sin dar espacio a mis sensaciones en mi última visita que, como puedes intuir por el comienzo de este post, no fueron buenas. Soy consciente de que mi opinión está muy sesgada por la impecable experiencia que tuve 5 años antes en Lan Ha, una bahía al sur de Cat Ba igual de bonita, pero menos manida. Entre otras cosas, en aquel viaje tuvimos un barco solo para nosotros y un itinerario más personalizado, por lo que la sensación de libertad fue absoluta.

Halong, sin embargo, es una bahía mucho más explotada que su compañera de mar y, aunque ya era algo con lo que contaba, no pude evitar llevarme una gran decepción. El motivo principal: ver cómo los barcos nos llevaban a todos a las mismas horas a los mismos sitios, una práctica muy común en el Sudeste Asiático. Soy incapaz de entender por qué es necesario que en un paisaje de esa extensión nos concentráramos todos a la vez en el mismo espacio, haciendo imposible el disfrute.

Ya empecé a sentirme patético antes de llegar, cuando paramos a “estirar las piernas” en Legend Pearl, una granja–tienda de perlas en las que nos contaron algo sobre este fructífero negocio habitual en Halong. Más allá de que la historia y el proceso pudiera ser interesante, esta sensación de plan no elegido + pasar por caja me dejó cara de… ostra.

El segundo momento “guiri” del día fue cuando cogimos el kayak para visitar la cueva de Hang Luon, donde no exagero si te digo que nos juntamos decenas de canoas en un espacio no demasiado grande. Si te descuidabas un segundo, te chocabas con otro.

Pero el culmen de la jornada fue cuando nos desembarcaron en masa en la diminuta isla de Titov, con la intención de que viéramos el atardecer en lo alto del mirador. Imposible: había más gente que en un centro comercial un sábado de rebajas.

Al punto de la mañana siguiente fue cuando accedimos la cueva de Sung Sot y, aunque yo estaba aterrado de lo que podríamos encontrarnos, haber madrugado bastante nos libró de tener una experiencia similar.

Las consecuencias del turismo de masas en la bahía de Halong

Pero más allá de mi insatisfacción que, por supuesto, no le importa a nadie, esta gestión turística de Halong está teniendo consecuencias evidentes sobre el terreno. Según los datos facilitados por el gobierno de la provincia de Quang Ninh (al que pertenece), la bahía ha pasado de recibir 1,6 millones de turistas internacionales en 2010 hasta los más de 4 que recibió en 2019. A esto hay que añadirle el turismo nacional, con el que las cifras antes de la pandemia superaron los 10 millones de visitantes.

Tal y como comenté en la charla que impartí sobre el uso de combustibles fósiles en aviación y de turismo sostenible en el evento KLMHouseValencia, este modelo turístico tiene perjuicios directos en el lugar. La primera y más evidente es la generación excesiva de residuos, algo que llevó al gobierno vietnamita a “prohibir” el uso de botellas y plásticos en agosto de 2019 en la zona. Por aquel entonces, de aquellas aguas se recogían más de 6 toneladas diarias de basura.

Relacionado con ello está el tema de la contaminación y el daño a la naturaleza. Los centenares de barcos que recorren diariamente este golfo, el desarrollo urbanístico imparable y la cada vez mayor demanda de recursos está afectando a la naturaleza, con muestras tan evidentes como los daños al coral o la destrucción de varios de los manglares que flanquean la bahía.

Otro problema con el que ya conviven es la pérdida de identidad de las poblaciones que lo regentan. Algunas de estas localidades de alma pesquera parecen hoy parques temáticos para turistas, donde lo único que importa es hacer negocio con el de afuera. Esto va de la mano de la gentrificación, ya que el aumento de la demanda en la zona y el consiguiente encarecimiento del terreno y de los servicios, está obligando a muchos lugareños a abandonar su casa o cambiar sus hábitos de vida.

Y es que, más allá de que mi experiencia turística en Halong no estuviera a la altura de un paisaje así, me inquieta mucho pensar en las consecuencias que esta gestión ha tenido, está teniendo y va a tener en la pervivencia del ecosistema. Me esperanza un poco leer que el gobierno vietnamita está trabajando en virar la situación, pero, como siempre, habrá que ver si el dinero está por encima de todo. Mientras tanto, si tú como viajero quieres reducir tu impacto, echa un vistazo a este artículo de IATI con bastantes ideas sobre el tema.

Dicho todo esto, termino ya este post. Y pese que a mí la bahía de Halong me dejó este regusto amargo, no seré yo quien te diga que no visites este espacio tan único en el mundo, pero quiero que sepas lo que te vas a encontrar. Así, quizá, tú puedas contibuir a que este destino no deje de brillar. Si tienes cualquier apunte, duda o sugerencia, los comentarios del post están a tu disposición.

Más información de utilidad en mi guía de viajes sobre Vietnam