En un infinito viaje de autobús por Marruecos escribo sobre Manuel Antonio. Sí, así es, antes de haber podido zanjar mi última aventura, ya estoy embarcado en una nueva. Hace más de un año me propuse que Nada Incluido tenía que ser algo más que una forma de viajar. Nada Incluido tenía que ser una forma de vida. Y aunque se me acumula el trabajo, bendito trabajo. Vamos con el parque nacional Manuel Antonio y alrededores.
Aquí no llega Papá Noel porque no hay nieve. En una de nuestras cenas en Drake, la hija de los dueños del restaurante nos explicó que la falta de nieve no permite al trineo de Santa Claus llegar hasta ese pueblo, y por tanto los niños no reciben regalos en Navidad. No he podido comprobar si los poderes de Papá Noel no llegan hasta ahí, pero sí que es cierto que el parque nacional Corcovado y bahía Drake son lugares tan remotos que no es fácil llegar. Pero nosotros lo hicimos, y así te lo voy a contar.
Turismo responsable. Cuando empecé con Nada Incluido, allá por 2012, nunca pensé que esto me llevaría tan lejos (literal). Todo lo que hago, lo que escribo, lo que comparto… puede ser tomado como referencia para otros viajeros. Por ello detrás de cada post hay horas y horas de trabajo y de reflexión, para ayudar a que mis lectores sean turistas responsables. Reflexiones de mi paso por el Parque Nacional Marino Ballena.
“Dices que amas la lluvia, pero usas un paraguas cuando llueve. Dices que amas el sol, pero buscas una sombra cuando brilla. Dices que amas el viento, pero cierras las ventanas cuando sopla..”. Estos versos de un poeta turco erróneamente atribuidos a Bob Marley explican perfectamente mis días por Boquete. Porque la lluvia moja, el viento enfría y el sol te hace sudar… pero sin ellos el arcoíris nunca saldría sobre Boquete. Y es maravilloso.
En los viajes me muevo por impulso. Hoy estoy aquí, mañana estoy allá, pero no todo responde a una ruta lógica y estudiada. A veces una conversación espontánea, una frase inesperada, una persona, una corazonada… puede cambiar mi plan radicalmente. Y así fue como llegué al Parque nacional marino golfo de Chiriqui, la mayor sorpresa que me dio Panamá.
Puedes verlo en un documental o en Youtube, leerlo en una guía o en un blog de viajes. Te lo puede contar algún amigo o familiar que estuvo allí. Pero no, no hay mejor forma de conocer un lugar que a través de su gente, aquellos que allí viven, allí crecen, allí sienten. Eso trato de buscar en cada viaje, y cuando lo consigo recuerdo el porqué. Así han sido mis días por el Valle de Antón y Chame.
