Parque Nacional Lovcen – El corazón de Montenegro
Y a la cuarta fue la vencida. Tras tres viajes a Montenegro, al cuarto incluí la visita al Lovcen, un parque natural al que, pese a estar muy cerca del meollo turístico, nunca le había puesto ojitos. Hoy, tras editar las fotos, escribir este artículo y rememorar lo vivido aquel día, tengo clara una cosa: tenía que haber ido antes. Así es el Parque Nacional Lovcen.
La última vez que hablamos fue sobre Cetinje (Cetiña), la antigua capital real de Montenegro y la ciudad donde se forjó buena parte de la identidad de este país. Precisamente, Petar II Petrović-Njegoš, uno de los principales responsables de construir esa idiosincrasia, está enterrado en lo alto del Parque Nacional Lovcen, el lugar del que vamos a hablar.
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Índice de contenidos
- 1 Parque Nacional Lovcen – La montaña negra
- 2 Qué hacer en el Parque Nacional Lovcen
Parque Nacional Lovcen – La montaña negra
Desde 1952, la parte central y más alta del Lovcen, una montaña perteneciente a los Alpes Dináricos, es uno de los cinco parques nacionales que conforman la actual Montenegro. Como curiosidad, parece ser que esta montaña también está relacionada con el nombre del país, ya que los bosques de hayas que la cubren le dan un aspecto de “monte negro” por el que los venecianos empezaron a llamarlo así durante los más de tres siglos que deambularon por la zona.
Cómo llegar al Parque Nacional Lovcen
El Parque Nacional Lovcen está como a unos veinte kilómetros de Kotor y otros tantos de Cetiña, las dos ciudades relevantes más próximas. Desde cualquiera de ellas es relativamente fácil llegar, especialmente desde la última, de donde salen algunas rutas senderistas al corazón del propio parque. Desde Kotor también podrías llegar andando, pero el desnivel es muchísimo mayor, por lo que ahí te recomendaría contratar algún tour de día como este. Si quieres evitar panzadas a pie o los horarios propios de las excursiones organizadas, entonces hazte con algún coche de alquiler, la mejor forma de moverte por el país balcánico.
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Dónde dormir en el Parque Nacional Lovcen
¿Merece la pena alojarte en el parque? Pues si te sirve mi experiencia, yo dedicaría unas horas o incluso un día entero a visitar el parque, pero me alojaría en alguna de las ciudades ya mencionadas: Kotor, más turística, o Cetiña, más tranquila. Sin embargo, si tienes mucho tiempo para recorrer el país, eres muy de montaña y/o no dispones de coche propio y vas a ir a Lovcen andando, entonces sí que puede ser una buena idea dormir en los alrededores. Aquí te dejo algunas recomendaciones:
- Dentro del parque no hay mucha oferta, aunque hay algunas cabañas adaptadas para pasar noche como esta que te costará algo menos de 100 euros la estancia.
- Uno de los pocos hoteles que hay en el interior del parque es el Monte Rosa, donde la habitación doble ronda los 160 euros la noche.
- Si prefieres dormir fuera, entonces yo te recomendaría hacerlo en Cetiña, sobre todo si necesitas algo más económico. Por ejemplo, el hotel Dapčević ofrece habitaciones dobles por unos 65 euros la noche.
- Yo visité el parque con un grupo de aficionados a la fotografía y nos quedamos en el Gradska Cetinje, uno de los hoteles de más envergadura de la antigua capital montenegrina.
Qué hacer en el Parque Nacional Lovcen
Puestos ya en antecedentes, vamos con la información propiamente turística del Parque Nacional Lovcen. Lo primero que has de saber es que para entrar tienes que pagar una tasa de tres euros por persona, a lo que habría que sumarle los ochos euros que cuesta subir al mausoleo, su principal elemento de interés. Una vez allí, si quieres coger planos o necesitas información detallada sobre algo en concreto, aquí está el centro de visitantes.
El sendero del Lobo (Wolf Trail), una de las rutas más interesantes de Lovcen
Como buen parque nacional que es, cálzate unas botas antes de acceder y anímate a hacer alguno de los senderos que lo recorren. Si eres muy montañas, ten en cuenta que los picos más altos de esta cordillera son el Stirnovik de 1749 metros y Jezerski de 1657, aunque ninguno es especialmente exigente para cuerpos preparados.
Pero si, como yo, solo eres un humilde turista con ganas de caminar un poco y no acabar fulminado, el sendero del Lobo (Wolf Trail) es tu solución. Esta ruta de algo más de diez kilómetros y poco más de 200 metros de desnivel, no debería llevarte más de tres o cuatro horas, dependiendo de las fotos que hagas y lo que necesites parar. En nuestro grupo había dos personas de cierta edad y sin la mejor condición física y, aunque les costó un poquito, lo completaron.
Lo mejor de esta ruta es que, pese a no ser muy dura, ofrece varios tramos muy bonitos, como los senderos boscosos por los que empieza, donde podrás ver algunas de las más de 1300 especies de plantas que conviven en el parque…
…o las siempre agradecidas vistas de la bahía montenegrina y de la propia cordillera desde Babina Glava, uno de los puntos más elevados de la ruta.
Ten en cuenta que el Parque Nacional Lovcen está en el interior de Montenegro, pero muy cerquita del Adriático, lo que se traduce en: “en julio y agosto puede hacer mucha caló”. Te lo digo porque hay partes de este sendero que están al descubierto, así que si vas en verano mejor que lo hagas prontito o tarde y evites los tramos pelados cuando el sol está en todo lo alto.
Si como yo tienes la suerte de elegir cuando viajar, otoño es una gran opción para Montenegro. Nosotros fuimos a finales de octubre y aunque todavía no estaba a todo color, ya se empezaban a intuir los toques mágicos de esta estación en el Parque Nacional Lovcen.
Por cierto, aunque la ruta comienza cerca del centro de visitantes, es circular y está decentemente señalizada, remarco lo de decentemente, mejor si le echas un ojo antes de salir. Aquí te paso una guía de Wikiloc por si te ayuda. Y no lo olvides: la montaña siempre es la montaña, información, precaución, mucho respeto y un buen seguro de viajes.
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El mausoleo de Petar II Petrović-Njegoš, un emblema de Montenegro
Pero más allá de las rutas senderistas que puedas hacer, que todas van a estar bien, si por alguna razón debes incluir el Parque Nacional Lovcen en tu itinerario por Montenegro es por visitar el mausoleo de Petar II Petrović-Njegoš, uno de los mejores miradores de un país de grandes miradores.
Breve historia del mausoleo de Petar II Petrović-Njegoš
Vale, sí, la vista es de locos, pero más allá de su innegable atractivo turístico, entender un poco los orígenes de este mausoleo y del personaje al que le pertenece te va a permitir disfrutarlo más. Aunque en el artículo sobre Cetiña profundizo sobre la historia del país, iré al grano diciendo que allá por el siglo XV, Montenegro no existía como tal, sino que formaba parte de Zeta, un antiguo estado medieval. Iván Crnojević, el señor de Zeta, eligió las faldas del monte Lovcen para montar una residencia real en lo que hoy sería Cetiña y tratar de protegerse de unos otomanos que se extendían por la zona sin control. Con el definitivo dominio turco en los siglos XVI y XVII, Cetiña dejó de desarrollarse como ciudad, pero entre sus habitantes empezaron a asentarse las bases de la que acabaría siendo la identidad nacional de Montenegro.
Esa idiosincrasia todavía crecería más los siglos venideros gracias a la dinastía Petrović-Njegoš, siendo Petar II uno de las figuras que más hizo y que lo han alzado a la condición de héroe montenegrino. Pues bien, a nuestro amigo Petar se le antojó en 1845 la construcción de una capilla en el Jezerski Vrh, el segundo pico más alto de la cordillera, con la ilusión de que, tras su muerte, lo enterraran allí mismo. Y aunque, por miedo a saqueos turcos, sus huesos descansaron un tiempo en el monasterio de Cetiña, en 1855 fue finalmente enterrado en lo alto del Lovcen.
Imagen extraída de Wikimedia Commons
Lo que el erudito Petar II no sabía es que la primera mitad del siglo XX vinieron dos Guerras Mundiales y que esta iglesia fue bombardeada en ambas contiendas. Y aunque fue restaurado después de la primera, tras la segunda se empezó a trabajar en este proyecto de mausoleo que acabaría por hacerse realidad en 1974, pese a la oposición de parte de la población montenegrina por el valor simbólico del Lovcen.
La construcción del mausoleo en el Parque Nacional Lovcen
Ahora bien, como comprenderás, no tuvo que ser fácil levantar semejante edificio a más de 1500 metros de altura con la tecnología de hace cincuenta años. Y menos aún si tenemos en cuenta que en el interior del mausoleo hay, entre otras cosas: una escultura de granito del propio Petar II de casi cuatro metros y veintiocho toneladas de peso, dos estatuas de mármol de más de cuatro metros y siete toneladas y media cada una y otras tantas toneladas de mármol, granito y hormigón usadas para la construcción y decoración. Y a esto añádele que el Lovcen es una montaña casi sagrada para los montenegrinos, por lo que fue un trabajo de mucho tiempo, mucho cuidado, mucha gente y en la que hubo que echar mano de túneles, rieles, vagones, una grúa gigantesca y hasta un helicóptero.
Visitar el mausoleo de Petrović-Njegoš
Nadie sabe si Petar II estará a gusto en su nuevo mausoleo o si andará revolviéndose bajo la tumba de mármol que allí mismo se puede visitar…
…pero a ojos de un turista que es lo que soy, merece la pena pagar los ocho euros de la entrada y subir los 461 escalones que te separan hasta el mausoleo. Verlo no te llevará mucho rato…
…pero si, te apetece recrearte, la panorámica desde el mirador es inagotable. Por si te sirve, yo visité el mausoleo con los asistentes del último viaje fotográfico con Ignacio Izquierdo que hice por Montenegro; es decir, todo aficionados a la fotografía.
Y lo hicimos en octubre, con el otoño empezando a enseñar la patita en las hojas de los árboles de Montenegro. Y lo hicimos a la tarde, aprovechando que la luz mejora conforme va llegando el ocaso.
¿Y qué pasó? Pues que igual nos tiramos cuatro horas en el mirador y me fui de ahí algunas de las mejores fotos de paisaje que he hecho en mi vida. ¡Maravilloso!
Bonus Track: recorre la Serpentine, una de las carreteras más bonitas de Montenegro
Si dispones de coche de alquiler, estás alojado en la zona de Kotor y no te has quedado en el mirador hasta el anochecer, puedes terminar la jornada descendiendo hacia la bahía a través de la P1, una carretera turísticamente conocida como Serpentine por su sinuoso trayecto.
Esta ruta ya casi solo usada por turistas ofrece una panorámica tan bonita que te verás obligado a parar casi después de cada curva: y hay unas cuantas. Aunque la incluyo en este artículo sobre el Parque Nacional Lovcen, la carretera no está dentro del recinto protegido, por lo que puedes subir y bajar por ella sin pagar ticket. Yo he pasado por ahí en muchos momentos y es flipante a cualquier hora, aunque me quedo con mi último atardecer tras un día de mucha lluvia y niebla. ¡Qué espectáculo!
En estoy punto doy por terminado este artículo sobre el Parque Nacional Lovcen, un espacio natural que lo visité en mi cuarto viaje a Montenegro, pero tendría que haberlo incluido en el primero. Porque Lovcen no es solo un paisaje espectacular, sino una montaña fundamental en la historia de este pequeño gran país. ¡Imperdible!
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