El parque nacional Durmitor – Chocolate con vistas
Tomarme un chocolate caliente al anochecer contemplando el lago Negro, uno de los paisajes más bonitos que he visto nunca. Un recuerdo para toda la vida que dejó mi paso por el parque nacional Durmitor, uno de los mayores regalos que la naturaleza ha hecho a Montenegro.
La última vez que hablamos de Montenegro fue sobre la bahía de Kotor, el alucinante accidente geográfico que decora su costa. Y aunque la mayoría de viajeros limitan su ruta por este país a la zona litoral, la realidad es que en su interior hay mucho para ver. Y como muestra: el parque nacional Durmitor.
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Cómo llegar al parque nacional Durmitor
Desde el momento en el que me planteé visitar Durmitor sabía que, la mejor opción, iba a ser hacerlo en coche. Y aunque ese deseo nos surgió de un momento a otro (como mandan mis viajes), en Kotor conseguimos alquilar uno rápidamente. Desde allí son cerca de 3 horas llegar al norte, un trayecto que, pese al pésimo estado de las carreteras en algunos puntos, no se nos hizo pesado. Normal pudiendo parar a estirar las piernas en parajes como el lago Salado (slano Jezero).
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Si decides ir hasta ahí en transporte público, hay minibuses a Zabljak, la localidad más cercana al mencionado parque, que salen desde Podgorica o Niksic. Aunque no los he probado en mis propias carnes, me aventuro a que se te puede hacer algo más cansino. Pero merecerá pena: palabra de Sergio.
Žabljak, el pueblo de referencia para visitar Durmitor
A lomos de una nada lujoso Dacia llegamos a Žabljak al mediodía, comprobando, al instante, que la oferta gastronómica del norte es muy diferente a la de la costa montenegrina. Y aunque junto al Adriático no comimos nada mal, en las montañas lo hicimos de maravilla y a mejor precio. Uno de los placeres de viajar a Montenegro.
Esta villa de menos de 2000 habitantes es el lugar de asueto para los visitantes del parque. Y aunque está enclavada en un paisaje único, no es gran cosa, más allá de la peculiar arquitectura de montaña predominante en sus casas. Parece ser que la abundancia de agua fue la razón por lo que algunos se asentaron allá hace unos 200 años. Sin embargo, a diferencia de las localidades costeras del país, la mayoría de edificios de Žabljak fueron dañados durante la guerra de los Balcanes, por lo que todo lo que se puede ver hoy es nuevo, está restaurado o reconstruido.
Dónde dormir si vistas el parque nacional Durmitor
Debido al empuje turístico que tiene la zona, especialmente en verano, fue relativamente sencillo encontrar alojamiento, aunque es todo bastante más rústico que en otras partes del país. Algunas recomendaciones de alojamiento:
- Para presupuestos ajustados, el hotel Pavlovic ofrece habitaciones dobles por menos de 50 euros la noche.
- Nosotros nos alojamos en el Polar Star, un hotel con mucho encanto por menos de 70 euros la doble. Aviso: está a unos 5 kilómetros del resto del pueblo.
- Si quieres exprimir al máximo la estancia, el hotel Soa te ofrece un poquito de lujo por 140 euros la pareja.
Alojados y escoscados, pusimos rumbo al deseado parque nacional Durmitor.
Durmitor – El parque nacional más grande Montenegro
Cerca de una décima parte del territorio de Montenegro corresponde a sus cinco parques nacionales, siendo Durmitor, con 390 kilómetros cuadrados, el más extenso (y completo). Su nombre viene del macizo Durmitor, un conjunto de montañas pertenecientes a los Alpes Dináricos que se encuentran en la zona. En total hay casi 50 picos por encima de los 2000 metros de altura en esta cordillera. Bobotov, con más de 2500, es el rey de la colina.
Aparte de montañas, en el parque nacional es posible contemplar hasta 18 lagos de origen glaciar, cuatro cañones de ríos y una inmensa variedad de plantas y animalitos: ¡Lobos y osos incluidos! De hecho, desde mi hotel, juraría que escuché el aullido de algún lobo, a no ser que fuera un licántropo o algún perro muy asilvestrado.
Qué ver en el parque nacional Durmitor
En el momento en el que subes los puertos que separan la costa del interior te das cuenta de que la naturaleza tiene muchas formas de lucirse en Montenegro. Y Durmitor es una de sus mejores obras, tanto que ha sido protegido por la UNESCO desde 1980.
Presentado el escenario, es hora de recrearse un poquito con algunas de las joyas que conforman el parque. Nosotros le dedicamos una noche y pudimos ver sus principales atractivos, pero, si te planteas alguna ruta senderista, quizá necesites dos o tres.
El lago Negro de Durmitor
Aunque se puede ir andando desde Žabljak (unos 45 minutos), hay un parking junto al acceso, así que nosotros nos decantamos por hacer ese primer trayecto en coche. Ahí pagamos 3 euros por entrar al parque y anduvimos unos 20 minutos por un sendero llano hasta llegar al lago.
He visitado el lago Negro (Crno jezero en montenegrino) en dos ocasiones, una en pleno verano…
…y otra, un nebuloso día de otoño. Los dos días terminé boquiabierto.
La primera aluciné con el reflejo de las montañas en las tranquilas aguas del lago, pero también lo hice con cada paso que di por los casi 4 kilómetros de ruta circular que lo rodea.
La segunda disfruté de lo bien que le sentaba la niebla a esta composición.
De origen glaciar, el lago Negro es el más grande de Durmitor y está conformado, a su vez, por dos lagos, aunque esa separación solo se hace evidente algunos días del verano. El nivel de estas dos masas de agua de hasta 25 y 50 metros de profundidad, respectivamente, depende de las lluvias, del deshielo y de los ríos subterráneos.
Qué hacer en el lago Negro de Montenegro
Además de la ruta senderista, en el lago Negro también es posible bañarse, aunque es un plan que yo ni me planteé en mi visita estival. Ten en cuenta que está ubicado a 1400 metros sobre el nivel del mar, por lo que hasta en julio y agosto es difícil que la temperatura ambiente supere los 20 grados. Si a eso le añadimos que el agua está a unos cuatro grados menos que el exterior, echa cuentas. Eso sí, si no eres un intolerante al frío como yo, tiene que ser fascinante.
Una opción para adentrarte en el agua pero sin mojarte (si no eres Moisés), es pagar los ocho euros que cuesta alquilar una barquita de remos durante una hora. El mejor plan para fortalecer parejas o acabar con ellas.
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Hagas lo que hagas, no te vayas de ahí sin tomar un chocolate caliente al atardecer en el restaurante que hay allí mismo. Cuando lo probé por primera vez era julio, pero nos habíamos quedado fríos recorriendo el lago. Cuando volví con un grupo de fotógrafos en 2021 hacía como cero cero grados, por lo que casi lloro de la emoción al ver que el restaurante estaba abierto. Independientemente de lo que bueno que esté el chocolate, que lo está, la mezcla es imbatible.
El cañón del río Tara
Como adelantaba, en la región de Durmitor se pueden ver los cañones de cuatro ríos diferentes: Draga, Sušica, Komarnica y Tara, pero ninguno es tan alucinante como el último, el más profundo de Europa y uno de los más grandes del mundo.
El río Tara nace en el sur del país, casi en la frontera con Albania, y discurre durante 145 kilómetros hasta juntarse con otro ya en Bosnia. Más de la mitad de su recorrido lo hace en forma de cañón, alcanzando, en algunos puntos, una profundidad superior a los 1300 metros.
Tal es la importancia de esta garganta que en 1977 pasó a ser una de las regiones protegidas por la UNESCO por su diversidad de flora y fauna. Si yo fuera un salmón, también me pediría vivir en un sitio así.
Puente Djurdjevica – El mejor mirador del río Tara
Aunque hay varios miradores desde donde contemplar esta maravilla, nosotros nos decantamos por el más accesible (y popular): el puente Djurdjevica, situado a escasa media hora de Žabljak. Esta pasarela de más de 350 metros de largo fue levantada en 1940 a 172 metros sobre el río Tara.
Dos años después, fue parcialmente destruido por orden del por entonces comandante Tito para frenar el avance de las tropas enemigas durante la Segunda Guerra Mundial. Esta demolición fue encargada a Lazar Jauković, uno de los ingenieros responsables de su construcción, con idea de que pudiera ser restaurado sin dificultad.
Cuando terminó la guerra fue reparado, pero no por Jauković, a quien habían fusilado allí mismo el ejército rival. Hoy el puente es más seguro que en aquella época, pero no olvides que estás junto a la carretera y los montenegrinos no son especialmente cuidadosos al volante.
Qué hacer en el río Tara
Además de disfrutar la visita que ofrece el puente Djurdjevica, ahí mismo puedes contratar un viaje en tirolina por unos 20 euros.
Aunque si hay una actividad por la que es conocido ese río es por el rafting, una de las cuentas pendientes que todavía tengo en Montenegro. Si a ti también te llama, ten en cuenta que en primavera, por el deshielo, lleva bastante más agua que el resto del año, por lo que no es apto para novatos. Por si te apetece probarlo, aquí te doy tres posibles tours, más o menos caro dependiendo de tu lugar de salida: Kotor > Podgorica > El propio puente.
Otros lugares para ver en Durmitor
El lago Negro y el cañón del río Tara son las dos paradas estrella del parque nacional de Durmitor, pero no las únicas. A lo largo de casi 400 kilómetros cuadrados, hay otras rutas y lugares para ver. Ascender al Bobotov, su pico más alto, o visitar alguno de sus otros lagos glaciares como el Zminje jezero puede ser un buen complemento. Nosotros nos “conformamos” con las dos mostradas, pero no descarto volver a seguir explorando.
Ya para terminar, solo espero que este relato y las fotos hayan hecho un mínimo de justicia a Durmitor, porque cuando la belleza abruma es difícil encontrar las palabras. Si tienes cualquier duda o sugerencia, los comentarios están a tu disposición.
Más información en mi guía de viajes sobre Montenegro
Los viajes de Héctor
Cada vez que leo un artículo tuyo de Montenegro me apetece regresar para hacer todo aquello que no tuve tiempo de ver en una visita fugaz a Kotor y Budva desde Drubrovnik.
Dices que Žabljak no es gran cosa, y te creo, pero la casa de la foto no parece decir lo mismo.
Como viajero eventual, creo que también dejaría la ruta a pie para los lugareños o mochileros perpetuos e iría al aparcamiento del parque en coche, claro.
Apunto Durmitor en mi agenda porque se que si surge la oportunidad, profundizaré más en Montenegro.
Sergio Otegui Palacios
Os va a encantar, Héctor. Merece la pena volver y profundizar un poquito :). ¡Un abrazo!
Jordi
Poco a poco, con lo que nos vas mostrando, va quedando claro que Montenegro es algo más que la bahía de Kotor. Algunas de las fotografías recuerdan los espacios lacustres de las Dolomitaa. Quizá Montenegro sea una de las últimas perlas desconocidas de Europa.
Sergio Otegui Palacios
Desde luego, Jordi. El interior está muy poco «explotado» para lo bonito que es. Aunque ahora es, precisamente, uno de sus encantos. ¡Un abrazo!
DinkyViajeros
Tomar un chocolate caliente mientras observas el lago Negro es sólo la guinda del pastel. No teníamos ni idea de que el parque nacional Durmitor fuera tan grande y tan bonito. 😮 Desde luego nos apuntamos Montenegro como próximo destino para las vacaciones, sobre todo ahora, que con la pandemia buscamos lugares naturales y al aire libre donde cruzarnos con poca gente… 😉
Saludos.
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Julio Ortega
quiere salir, pasear, mirar subir unas fotos a la intenet pa que nos demos cuenta de lo hermoso que es este lugar, pa que nos sintamos peor de algunas cosas que no visitamos en ese lugar
Sergio Otegui Palacios
Mi objetivo nunca es haceros sentir peor sino todo lo contrario. ¡Un saludo!
Julio Ortega
solo seguía la letra de una canción de un artista de moda