Villaventosa – Así es mi primera novela

He escrito mucho y lo he hecho durante años. Sin embargo, en 2020, en plena pandemia, me di cuenta que hacía tiempo que solo lo hacía en este blog o para mis clientes, pero no para mí, sobre esas cosas que me mueven por dentro. Y así acabé apuntándome a un curso de escritura literaria, la primera piedra de un largo y bonito camino que me ha llevado hasta poder decir hoy, con la boca grande, que he publicado mi primera novela. Así es Villaventosa.

Sí, así es, he escrito un libro: Villaventosa. Tras varios años de formación en narrativa, otros tantos escribiéndola y no menos buscando editorial, este 2025 ha salido a la luz gracias a MilMadres. La presentación fue el 3 de abril en el Teatro de la Estación de Zaragoza de la mano del escritor David Lozano, aunque tengo la intención de hacer más eventos en otras ciudades de España.

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Villaventosa, mi primera novela

Que haya terminado sacando adelante un proyecto así, no, es desde luego, algo anecdótico, sino el resultado de muchos años caminando para haber llegado hasta aquí. Porque, te aseguro, detrás de Villaventosa hay muchísimo cariño y pasión por las historias, pero también, mucha formación y constancia en mi faceta creativa.

¿De qué va Villaventosa?

Villaventosa es un pueblo en el que hace tanto, tanto, tanto, tanto viento, que se recomienda que los niños salgan atados a la calle, que estar gordo es una ventaja para sobrevivir, que se come de lo que trae el aire, y donde se practica el eolicismo, una religión en la que el viento es el centro de todo. Y en mitad de ese mundo vive Cándido, un villaventoso que, como la mayoría, cree ser feliz pese a las complicadas circunstancias. Y así pasan los años hasta que Libertino, el único inconformista, habla de Villasoleada, un pueblo donde, en teoría, no llega el viento. Y aunque sus ansias de cambio no son bien encajadas por el alcalde ni por sus vecinos, que no creen en la existencia de un asentamiento así, Cándido decide emprender un peligroso viaje para encontrarlo.

P. D. El libro NO es una novela gráfica, ni un cómic, es una novela. Las imágenes del tráiler las he generado con Gemini, pero si Villaventosa llega lejos, me encantaría hacer una versión con los dibujos diseñados por una maravillosa persona real.

¿Dónde se puede comprar?

Villaventosa está disponible físicamente en varias librerías de Zaragoza como la París, la General, la Montonera, Cálamo o la Casa del Libro y va llegando poco a poco a otras por España. Pero si no estás en la ciudad del viento o prefieres comprarla por Internet y que te la lleven a casa, lo puedes hacer en Amazon o la Casa del Libro. El PVP son 20 euros.

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¿Qué están diciendo de la novela?

La novela ya ha llegado a unos cuantos lectores, algunos de la talla de David Lozano Garbala. El escritor zaragozano, ganador hasta en dos ocasiones del premio de literatura juvenil Gran Angular y otras dos del Premio Edebé Juvenil, comenta:

“Sorprende que Sergio Otegui haya sido capaz con su primera novela de lograr sumergirnos a través de las páginas en un paisaje tan sugerente y bien construido, de combinar con maestría ingredientes exigentes como el humor y el realismo mágico”.

Sobre la novela también ha hablado Ana Segura Anaya, jefa de contenidos de Aragón Radio y presentadora del programa cultural La Torre de Babel de la misma emisora:

“Villaventosa es una novela fresca, sin prejuicios, muy inteligente y absolutamente adictiva por el uso del humor para construir una sociedad y una realidad que le sirve al autor para plantear preguntas universales para las que, tal vez, todavía no hay respuesta».

Por su parte, Julio Espinosa Guerra, escritor chileno afincado en Zaragoza, ganador del Premio Fundación Pablo Neruda y editor de la novela, dice esto:

“Me he reído a carcajadas y también me ha emocionado. Una escritura que está entre Berlanga y Wilder, con un toque Pixar de fondo. Muy auténtica”.

Villaventosa en los medios de comunicación

Además de estas reseñas profesionales, Villaventosa también se ha ido colando como una brisa de aire en varios medios de comunicación. Ya es posible leer sobre ella en portales de la talla de Zenda, donde pude hablar largo y tendido sobre el proceso de escritura de la novela, además de algunos medios locales como Aragón Radio, Aragón Digital, Heraldo de Aragón, Onda Aragonesa, Enjoy Zaragoza o Zaragoza Ciudad.

¿De qué habla realmente Villaventosa?

Debajo de la trama de Villaventosa, la novela reflexiona sobre la identidad y nuestro lugar en el mundo y la capacidad que tiene el ser humano de vivir en cualquier contexto, aunque duela. Porque los villaventosos han echado raíces en un paisaje donde el viento les podría matar en cualquier momento, pero, en la vida real, somos capaces de hacerlo junto a personas que nos dañan, en un sistema que nos asfixia o en un trabajo que nos carcome. Aunque este es el tema principal, entre la comedia y el realismo mágico de Villaventosa, también hay espacio para la crítica social: tradición frente a modernidad, apariencia física, el papel de los ancianos o la lucha de clases son otros de los asuntos que subyacen en la novela.

¿De dónde surge la idea?

Hay una pregunta que me hacen con frecuencia cuando hablo del libro y es de donde viene la idea. Y, en realidad, no sé exactamente dónde y cuándo llegó esta historia a mi cabeza, pero estoy seguro que empezó a forjarse el 31 de octubre de 1989: el día que nací en Zaragoza. Si eres o has visitado esta ciudad no tengo más que decirte, pero si no, quizá no sepas que Zaragoza es mundialmente conocida por el cierzo, un viento de componente noreste que cuando sopla, sopla, como los maños. Y claro, tras treinta y tantos años despeinado por el cierzo, un día me dio por preguntarme qué por qué habiendo climas mucho mejores a poco más de dos horas de distancia, nos aferrábamos a este. Y empecé pensar hasta cuantos kilómetros de viento de más y grados de menos podría llegar a aguantar un humano. Y así nació Villaventosa.

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¿Cómo ha sido el proceso de escritura de Villaventosa?

Aunque en la universidad aprendí mucho sobre juntar letras para que suenen bien ―estudié Comunicación Audiovisual y Publicidad y Relaciones Públicas―, en 2020, por lo que sea, se me antojó empezar a escribir historias más allá de las que este blog o mis clientes me requiriesen. Y en esas di con el Estudio de Escritura de Zaragoza y me apunté, tomando una de mis mejores decisiones profesionales y personales de la historia. Durante los dos primeros años de esta escuela recibimos formación general sobre narrativa literaria para el tercero meternos con una novela. Y allí empecé a trabajar en Villaventosa junto a un excelente profesor y compañer@s que, semana a semana con sus sugerencias y comentarios, me ayudaron a sacar la historia adelante. A continuación, vinieron las primeras correcciones, las segundas correcciones, las terceras correcciones… (bis) hasta llegar al punto al que quería llegar. Y después la búsqueda de una editorial que quisiera apostar por esta suerte de comedia con toques de realismo mágico.

MilMadres, la editorial detrás del proyecto

Villaventosa ha sido publicada por MilMadres, una editorial de estilo tradicional de Zaragoza con distribución por España. Esta ofrece las primeras obras de autoras y autores nóveles: “MilMadres apuesta por una literatura salvaje, fuera del canon, que, aunque no sea perfecta, diga eso que nadie quiere decir”.

La portada de Villaventosa

No puedo dejar de hacer una mención especial a la portada, un trabajo exquisito de Tránsito Fernández, creadora del proyecto Diseño con Perspectiva. Transi, además de (una gran) diseñadora gráfica, ha sido (una gran) amiga durante el curso de escritura y fue mi primera (y única) opción. Y es que Transi no solo es excelente en su trabajo, sino que además conocía perfectamente las entrañas de Villaventosa, por lo que nunca dudé de que fuera la mejor candidata. Y a la vista está el resultado.

Información turística de Villaventosa

Igual te estás preguntando, pero bueno, ¿esto no era un blog de viajes? Pues sí, que no cunda el pánico, lo sigue siendo, pero este viaje editorial ha sido tan importante para mí que necesitaba compartirlo en este espacio. Ahora bien, para ser fiel a la tradición de este blog, he preparado lo que podría ser una guía turística de Villaventosa si existiese, claro. Eso sí, para no desvelar demasiado de la trama, va a ser una guía breve, nada que ver con otras que puedes encontrar en Nada Incluido.

Qué ver en Villaventosa

Villaventosa es un pueblo pintoresco ubicado a las faldas de la imponente cordillera Ventiscosa. Solo por verlo desde lejos, como se ve en la portada de la novela, ya merece la pena acercarse por la zona, pero sus calles también tienen mucho encanto.

Disfruta de la arquitectura eólica

Una de las curiosidades de la comarca en general y de Villaventosa en particular es la arquitectura eólica, una forma de construcción única en la zona. En palabras del propio Cándido, protagonista de la novela: “Todos los edificios del pueblo tenían en distintos puntos de la fachada los llamados agujeros de ventilación. Estos, además de dar a nuestros hogares un aspecto de queso emmental, permitían que el aire transcurriera. Antiguamente las casas eran macizas y las fachadas uniformes, pero, con el tiempo, acababan cediendo al empujón inagotable del viento, por lo que esos orificios permitían reducir esa presión continua y alargar su vida” (pág. 37).

Cordillera Ventiscosa

Pese a las duras condiciones climáticas de la cadena de montaña que flanquea al pueblo, su belleza es innegable a ojos de cualquier turista, por lo que merece la pena detenerse y contemplar su grandiosidad: “Conforme me acercaba a la montaña, el viento aumentaba de intensidad y bajaba de temperatura. Avanzar costaba cada vez más, pero el paisaje se embellecía por segundos. Hasta donde alcanzaba mi vista, había un despliegue ininterrumpido de árboles de todo tipo, tamaño y forma, pero con algo en común: sus troncos eran muy anchos y sus raíces gigantescas. Desde luego, había que estar muy enraizado para aguantar una vida aquí” (pág. 46).

Qué hacer en Villaventosa

Pero además de cosas para ver, en Villaventosa hay mucho para hacer, eso sí, mejor siempre bajo techo que en exteriores, donde hay un riesgo muy grande de que el viento te arrastre o te golpeé la cabeza con algún objeto.

Aprende a bailar la hojardana

Aunque el villaventoso es una persona seria por naturaleza, también sabe disfrutar cuando toca y la horjadana, el baile regional, es un buen ejemplo: “La danza era sencilla: todo el mundo tenía que permanecer quieto excepto la persona a la que mirara el flautista, que debía moverse al compás de la melodía. La idea de la hojardana era imitar el efecto que tenía el viento sobre las hojas caídas” (pág. 19).

Participar en la procesión de San Cierzín

Seas o no una persona religiosa, en Villaventosa su Dios es el viento y ver cómo lo homenajean puede ser un gancho turístico. Por ejemplo, el día de San Cierzín, el patrón del pueblo, los lugareños hacen una procesión arrastrando la carroza que porta la veleta sagrada: “Según la tradición, había que caminar siguiendo siempre la dirección que marcara la veleta hasta que, ella misma, nos terminara guiando a la parroquia. Generalmente la procesión duraba una o dos horas, pero hubo una vez donde el viento estaba tan revuelto que estuvimos cerca de tres días a la intemperie” (pág. 37).

Dónde comer en Villaventosa

Aviso: en Villaventosa no hay nada de turismo, por lo que no vas a ver restaurantes. El único espacio de hostelería es el bar de Celestino, lugar de encuentro de los villaventosos, pero que haya algo de comer dependerá de cómo haya ido la recolecta del día anterior: “Nuestra labor consistía en tratar de capturar comida y otros bienes de primera necesidad de entre lo que la ventolera arrastraba a su paso. Podía traer cualquier cosa de cualquier lugar del mundo y, entre todo ello, a veces se colaba algo de fruta y pescado con el que abastecíamos el supermercado del pueblo. La carne era menos habitual: algunos días pillabas algún pajarillo que pudiera ser de provecho, pero rara vez algo más jugoso. Aún recordamos con nostalgia la jornada en la que un huracán nos trajo una vaca viva” (pág. 24).

Dónde dormir en Villaventosa

Al igual que no hay restaurantes, tampoco hay hoteles en el pueblo, pero tranquilo, porque los villaventosos son gente hospitalaria y estarán encantados de acogerte en su casa. Eso sí, una vez dentro, ten cuidado de no abrir más de una puerta y/o ventana a la vez: “Desde pequeños nos insistían en que nos asegurásemos de que todo estuviera cerrado antes de abrir cualquier cosa. En mi caso, lo aprendí de la forma más dura posible: viendo como a mi hermano pequeño se lo llevaba la corriente” (pág. 25).

Seguridad en Villaventosa: ¿es seguro?

Con estos antecedentes igual te estás preguntando: ¿es Villaventosa un lugar seguro? Pues, efectivamente, no lo es, de hecho, ninguna compañía de seguros ofrece cobertura en la zona. Así que si lo visitas que sea bajo tu propia responsabilidad y siempre utilizando un equipo de seguridad homologado consistente en unas gafas, un casco de protección y un chaleco lleno de piedras para ganar peso y resistir mejor a los envites del viento. ¡Ah! Y si vas con niños, que se agarren bien a las cuerdas que hay por las calles.

Y con esta fantasía dentro de la fantasía que ya es de por sí Villaventosa, doy por terminado este artículo, esperando haberte despertado interés sobre la novela. Si es así, ya sabes que la puedes comprar directamente por Internet o, si la quieres dedicada, escríbeme y te la hago llegar. Y como dirían los villaventosos: ¡buenos vientos para ti y para los tuyos!

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