¿Alguna vez os habéis planteado cuántas cosas pensamos que son propias de nuestra naturaleza y sin embargo son puramente culturales? El papel del a familia, la importancia de la comida, el significado de un beso, de un abrazo, del sexo, de una sonrisa, el valor del dinero, del tiempo, de la vida, de la muerte… son elementos que, aunque parezcan internacionales, varían en cada cultura. Y cuando viajas te das cuenta de que muchas veces la vida no es lo que es sino lo que alguien ha decidido que sea. Una reflexión que me despertó mi paso por Monteverde.
Continuar leyendo