7. Lima y Huachipa; pase, amigo
En un país donde se pueden encontrar casi 2000 variedades de patatas diferentes es complicado pasar hambre. La posición de Perú en el mapa, su consiguiente clima y su geografía favorece enormemente a la agricultura y a la ganadería y el alimento es muy asequible para el bolsillo. Hemos llegado a comer de menú (dos platos, postre y bebida) por 5 soles (unos 1,5 euros). Vale, el salario mínimo en este país es de unos 700 soles (menos de 200 euros), pero las cuentas salen. Eso sí, pobreza y desigualdades sociales te encuentras en casi cada esquina. Es por eso por lo que consideramos que Perú podía ser una buena oportunidad para hacer algo de voluntariado. Y ha costado pero por fin lo hemos conseguido.
La última vez que hablábamos acabábamos de pasar unos días en el impresionante Machu Picchu. Andábamos por Cuzco cuando recibimos un correo de una fundación que se interesaba por nosotros. Necesitan voluntarios para trabajar en un proyecto solidario en Huachipa, una de las poblaciones más desfavorecidas de la capital. Tan pronto como pudimos cogimos un avión Lima.
(05-03-14) Lima nos recibió tal y como la habíamos dejado: con un tráfico demencial. Sin embargo, es curioso pero ya estamos casi acostumbrados. Lo que antes nos parecía increíble ahora se nos hace normal. Cuando volvamos a España lo vamos a echar en falta. Bueno, en realidad no.
De nuestro segundo primer día en Lima poco que destacar. Quizá hacer una pequeña mención al taxista que nos recogió en el aeropuerto, un mafioso en toda regla. En su ansia por hacer dinero, pidió a los dueños del hostal en el que ahora dormimos 40 soles por cada uno de los nosotros (60 euros en total) por habernos llevado hasta allí. Lo peor es que se lo dieron. Taxis en Perú hay para dar y tomar y los precios son muy asequibles. Nunca hemos tenido ningún problema pero si no te da mucha confianza es mejor evitar pedirle ayuda.
Miraflores, el barrio de Lima para turistas
Por la tarde dimos un pequeño paseo por Miraflores, el barrio donde volvemos a estar alojados. Lugar muy recomendable para turistas por su variedad de servicios, su atractivo y, sobre todo, su seguridad.
Sin duda, el distrito más pudiente de la capital, un oasis en medio del desierto.
Huachipa, voluntariado en Perú
(06-03-14) Empezamos el día con alegría. A las 11 de la mañana teníamos una cita con los responsables de la fundación Inversión y Cooperación, la institución que se había interesado con nosotros. En un lujoso edificio de oficinas nos esperan nuestros anfitriones. Curioso contraste el de nuestros trapos de mochileros con la ropa de etiqueta reinante en el edificio. Al otro lado de la cita estaban dos españoles, Pelayo y Pepe, y un peruano, Eduardo. Ellos nos contaron el proyecto.
En resumidas cuentas la fundación concede microcréditos a intereses muy bajos a las mujeres de Huachipa, uno de los barrios más pobres de Lima. Con estos préstamos ayudan a las familias a que monten negocios con los que empezar a salir adelante. Cuando estos se enteraron de que estábamos por Perú pensaron en que podría ser una buena oportunidad hacer revisiones médicas a esas personas.
El proyecto nos interesó desde el primer momento y el buen feeling con nuestros anfitriones fue evidente. Por la tarde no hicimos más que comprar alguna cosa y contar las horas que faltaban para empezar con el voluntariado.
(07-03-14) A las nueve de la mañana las mujeres de Huachipa estaban citadas para comenzar los reconocimientos. Tan pronto como el tráfico lo permitió y como fue arreglada una rueda pinchada de la furgoneta en la que viajábamos, llegamos. El lugar de reunión sería la sede de Cesal, una ONG de denominación española que trabaja en esa zona en estrecha relación con la fundación. Admirable ver como de la nada (con ayudas, claro) han sacado un edificio que incluye servicios de guardería, colegio infantil, taller de costura, aula de informática… Un punto de referencia en la comunidad para las personas que no se conforman con lo que tienen delante.
Vista la sede, llegó el momento de enfundarse las batas y comenzar con las revisiones. Verdaderamente la llamada tuvo éxito y durante la mañana fueron unos cuantos los que pudieron aprovechar el servicio. Calidad médica española.
En lo que duraron las consultas del primer turno, a mí se me llevaron de excursión por la zona.
La principal razón del paseo era avisar a más familias de la existencia del servicio médico, pero también la aprovechamos para que yo pudiera tener un momento a solas en el distrito. Me pongo serio.
Huachipa no tiene nada que ver con nada de lo que mis ojos ni mi cámara hayan podido ver hasta ahora. ¿Os acordáis de esto?
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Pues, aunque Huachipa no es exactamente la población de la foto, es algo muy parecido. Conforme te acercas al barrio el entorno va cambiando. Los edificios altos y lujosos de Miraflores disminuyen de tamaño y de quilates. Sin darte cuenta, sales de Miami y entras en Bagdad. Cada kilómetro que avanzas hay más agujeros en el asfalto y basura en los arcenes. En Huachipa tu casa te la construyes tú. Si tienes suerte o un poco más de dinero, podrás aprovechar un terreno llano y algo de carretera. Si no, tendrás que conformarte con un espacio en medio de un montículo de arena.
Agua potable por supuesto no hay en la zona pero si eres pudiente quizá puedas optar a algún desagüe. Generalmente se toma el agua de tanques, pero en demasiadas ocasiones se abandonan a su suerte y acaban convirtiéndose en un foco de enfermedades. Tampoco es fácil tener luz en tu casa. De hecho, en uno de los distritos de Huachipa se acaba de hacer una fiesta para celebrar la llegada de tendido eléctrico.
El servicio de basuras también brilla por su ausencia. Un camión recorre una pequeña parte de la zona y puede llegar a recoger una pequeña parte de los residuos. El resto se distribuye en fosas, agujeros enormes donde se tira la basura indiscriminadamente. Cuando está lleno, se tapa con arena.
En mi excursión tuve la oportunidad de visitar un hogar escondido en la trastienda de unos ultramarinos. Nada más entrar te dabas de bruces con el salón. Encima de la mesa, un plato de comida a medio preparar. Decoración la justa, aunque un motivo religioso preside la sala.
Si os apetece, podéis comparar este salón con el de otra casa en la que estuvimos, una de clase media alta en Miraflores. Encuentra las siete diferencias.
Las habitaciones, pequeñas, oscuras y sin ornamentos. No hay ventanas, tan sólo una grieta mal tapada y una bombilla colgando del techo.
Seis o siete personas vivían bajo estas paredes y por lo visto hay hogares infinitamente peores. Suficiente. Momento de volver a Cesal donde mis médicompañeras seguían atendiendo pacientes.
Entre el jueves y el viernes fueron unos cuantos los lugareños que pasaron por la consulta improvisada en unas aulas de la guardería.
Muchas historias llamativas entre los pacientes, propias de gente que en su mayoría rara vez han pisado un médico. Muchos problemas derivados de la higiene, o más bien de la falta de ella. Una gran cantidad de infecciones y parásitos, llegados por las aguas de la zona.
Y entre todos, un caso especialmente duro.
Este chico fue herido en una explosión mientras jugaba por la zona. La detonación fue la de un artefacto que pisó su hermana pequeña. Ella no pudo contarlo. Él recibió metralla en la pierna. Heridas que fueron malcuradas en su momento y que en la consulta aula se trataron de limpiar con los recursos que tenían. No me puedo imaginar lo que puede cambiar el planteamiento de vida de una persona tras vivir algo así. Por lo menos, este joven y su familia se marcharon muy contentos por el trato y mimo recibido en la consulta. Entre tantos y diversos casos, también hubo mucha revisión de niños.
No olvidemos que la sede funciona como guardería y los pequeños ya han vuelto al colegio. Entre clase y clase, más de uno era llevado a pasar consulta. La mayoría de ellos se portaron de maravilla y endulzaron mucho la experiencia.
Con esos mismos niños también pudimos compartir un entretenidísimo momento de comedor. Allí estuvimos viendo como a muchos se les hace la comida cuesta arriba…
… y otros tienen apetito suficiente como para acabar el primero y salir a jugar con sus nuevos invitados. Intentamos distraerlos lo menos posible pero las pieles blancas, las batas del mismo color y las cámaras gigantes llaman demasiado la atención.
El fin de semana en Lima se puede resumir rápido, digamos que ha sido eminentemente social.
Aprovechando el feeling con nuestros amigos de la fundación, hemos pasado un par de días relajados, hablando mucho, comiendo y disfrutando de la ciudad.
El viaje llega a su fin pero aún nos quedan un par de días de voluntariado antes de iniciar el trayecto de vuelta. Habrá una publicación de despedida en la que seguro habrá mucho que compartir. Todavía queda tanto por hacer…
Más información de utilidad en nuestra guía de viajes online de Perú
Nuria
No hay palabras chicos… Han sido tantos los recuerdos que me han venido a la cabeza… ¿Parece mentira que puedan existir situaciones como las que habréis visto, verdad?; situaciones que, a mi modo de ver, todo el mundo debería poder observar en primera persona para así darse cuenta de según qué cosas… Mucho ánimo con el «final» y con el regreso y aprovechad a dar todo el cariño y la ternura posibles, porque también son una gran medicina! Estamos muy orgullosos de vosotros, de corazón!
Sergio Otegui Palacios
¡Hola, Nuria! Me alegra haberte removido un poco la memoria, siempre es bonito mantener activos estos recuerdos =-). Es duro ver como hay tanta gente abandonada a su suerte. Por mucho que hiciéramos nosotros, no fue nada, pero bueno. Como dijiste, dimos todo lo que pudimos de nosotros, espero que les llegara. Gracias por el apoyo! Un abrazo!
Bea
No sé, de verdad, cómo expresar todo lo que me habéis hecho sentir con estas palabras y esta fotografía. Tristeza de pensar que hay un mundo más allá del nuestro que no es nada justo con las personas, angustia por pensar que historias como las del chico de la explosión son terriblemente reales, y alegría de saber que sigue existiendo mucha gente (como vosotros) que aprovecha su tiempo para dedicarlo a los demás. Ojalá que no dejen de crearse este tipo de iniciativas. ¡Que disfrutéis mucho de la experiencia, que aunque se acerca al final, ha sido intensa y sobre todo útil! ¡Quedaos con eso! ¡Un beso muy fuerte a todos!
Sergio Otegui Palacios
Para no saber como hacerlo, lo has expresado muy bien =-) Pues sí, es triste pero hay mucha gente «oculta», cuyas historias son enterradas para que no salgan a la luz, por lo que pudiera pasar. Lo nuestro es sólo un primer contacto, pero espero que sea el primero de muchos. ¡Gracias, Bea!
Alvaro
Vaya lujo de fotos las chicas con los niños
Los angeles de sergio estarán encantadas 🙂
Sergio Otegui Palacios
Yo sólo puse la cámara, el momento y el lugar pusieron el resto! =-)
Maripi
Una buena guinda para vuestro periplo. Es bueno conocer todos esos casos que te hacen sentir la grandísima injusticia y desigualdades que reinan por doquier. Por supuesto, nada que ver con nuestro mundo, pero… qué mal repartida está la riqueza!
Ya tenemos ganas de que estéis de nuevo en casa.
Muchos besicos y buen viaje de vuelta.
Sergio Otegui Palacios
Hola, Maripi! Verdaderamente no tiene nada que ver con nuestro entorno, pero estoy seguro que más cerca de lo que parece habrá historias parecidas. La diferencia principal es la cultura, en esas aldeas la gente más mayor no ha tenido acceso a una educación de calidad y se acaba haciendo con ellos lo que se quiere. Por suerte, las nuevas generaciones parece que tienen un acceso a la escuela más fácil. Quizá la situación mejore! Un beso!
lara
que bonito sergio! me alegro que hayais podido tener esta experiencia, saludos a tus amigas, se lo han currado! es bonito poder poner tu granito de arena. saludos!!!
Sergio Otegui Palacios
Gracias Lara! Se te echaba en falta por estos comentarios ^^. Ha sido un placer la verdad, nos habría faltado algo si no hubiéramos podido disfrutar de algo así. Un abrazo!!
Kamil
Bonita labor, bonitas las fotos, bonita experiencia, sois buena gente.
Con este viaje has limpiado tu alma de los robos al fifa por lo menos, hasta la siguiente jornada.
Juzgo!
Sergio Otegui Palacios
=-) Lo que Perú ha limpiado… que el fifa no lo ensucie, pero será complicado ^^
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Giselle
Me encanta esta aventura de bien social. Les felicito!
Sergio Otegui Palacios
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