7. Rincón de la Vieja y Liberia, el europingüino
Reconozco que a simple vista puedo parecer un tipo serio y que sin conocerme puedo transmitir cierta sensación de frialdad. Y eso no es algo que de por sí me guste, pero mi prudencia muchas veces me precede. Antes de dejarme llevar siempre trato de analizar en frío el entorno en el que estoy. Pero cuando dejo a un lado mi disfraz de europingüino, puedo sacar a relucir una persona emocional y profunda, cargado de sentimientos, como un volcán a punto de erupción. Así me encontré el Volcán Rincón de la Vieja en mi paso por la región de Guanacaste.
(17-02-15) La última vez que hablamos acababa de regresar a San José después de pasar unos días en maravillosos días de viaje por Puerto Viejo. Desde la capital retomé mi gira agarrando un bus hacia Liberia, la ciudad más importante en la región de Guanacaste.
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Liberia (Costa Rica)
Mi intención era asentarme en Liberia como punto neurálgico e ir haciendo excursiones desde ahí, porque ya desde mi llegada pude darme cuenta de que los elementos turísticos los tendría que buscar fuera. Prueba de ello es que tampoco fue fácil encontrar alojamientos decentes por la zona. Mis recomendaciones:
- Por 12 euros la noche en habitación compartida puedes dormir en el Hostal Nanku (8,5 en Booking).
- Otra buena opción es el Hotel Best Western (8 de valoración en Booking). 55 euros por habitación doble, desayuno incluido.
- Donde he encontrado varias opciones interesantes es en AirBnb. Si todavía no tienes cuenta en la plataforma, aprovecha estos 25 euros de regalo para tu primera reserva.
Como decía, Liberia como tal tiene muy poquito que ver, más allá de su Parque Central…
… de la iglesia situada en ese mismo lugar…
… y de un mural repleto de grafitis sobre la historia del país.
Tampoco ayuda a generar encanto turístico a esta ciudad el hecho de que la carretera principal estuviera completamente levantada por polvorientas obras.
Así que en mi primera tarde en Liberia poco más hice que buscar hostal, dar una vuelta de reconocimiento y quedar a cenar con Daniela, una chica que contactó conmigo a través del blog. De la cena a la cama, ya que tocaba prepararse para el próximo madrugón.
Rincón de la Vieja
(18-02-15) A las 6 de la mañana sonó el despertador y tratando de hacer el menor ruido posible para no despertar a mis compañeros de hostal, me preparé (me alisté, como dirían por aquí) y salí de la habitación. Abro paréntesis para decirte que en Guanacaste es una muy buena opción alquilar coche, para poder descubrir por tu cuenta el volcán y sus magníficas playas.
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En mi caso al viajar solo no me salía a cuenta, así que tuve que unirme a un microbús turístico con destino al Volcán Rincón de la Vieja. Aunque me habría gustado ir en transporte público la verdad es que nadie me facilitó esa opción así que me vi obligado a pagar un caro vehículo para turistas. Verdaderamente el acceso al volcán no es sencillo pero estoy seguro de que tiene que haber alguna forma más barata de ir hasta allá. Para que os hagáis una idea, veinte dólares pagué por el transporte, un dólar por pasar no sé qué peaje de camino y otros quince por la entrada a la reserva. En total, 36 dólares por visitar el Parque Nacional Rincón de la Vieja.
Tour al Rincón de la Vieja desde Guanacaste
Ahora bien, inversiones millonarias al margen, si la publicación pasada os dije que Manuel Antonio me maravilló, Rincón de la Vieja no se quedó atrás. Desde luego, poco o nada tiene que ver este parque con el de Manuel Antonio pero precisamente por eso me resultó tan atractivo.
Si algo define a este Parque Nacional es la diversidad ya que a lo largo del amplio espacio recorrible, uno puede pasar de un secarral al más puro estilo Desierto de los Monegros a zonas de bosque frondoso.
La leyenda del Rincón de la Vieja
Antes de ir con mi aventura, seguramente algo os preguntéis: ¿por qué se llama Rincón de la Vieja? Cuenta la leyenda que el cacique Curubandé lanzó al prometido de su hija al cráter del volcán y ésta huyó hacia allá para empezar una nueva vida cerca de su difunto marido. En los años que pasó junto al cráter la mujer aprendió a sanar con los materiales allí presentes. Así se volvió una curandera famosa en la zona conocida entre los lugareños como la vieja, de donde derivó el nombre de este paraje.
Sector las Pailas, Rincón de la Vieja
Volviendo al presente, mi recorrido comenzó por el conocido como Sector las Pailas, que es un trayecto de cinco o seis kilómetros en el que atraviesas muy diferentes paisajes. El camino empieza cruzando otro de los tan frecuentes puentes colgantes de este país…
… por el cual accedes a una zona de bosque tupido.
Siguiendo aquellos senderos uno termina por llegar a un proyecto de cascada, donde me picaron todos los mosquitos que no me habían atacado en todo el viaje.
Fumarolas, Rincón de la Vieja
Tomadas las pertinentes fotos continué el sendero dirección a las fumarolas, sin duda el lugar que más me sorprendió dentro de este Rincón. Para los que estéis tan poco puestos en vulcanología como yo, deciros que las fumarolas son mezclas de gases y vapores que emanan de las grietas de un volcán. En algunos casos pueden alcanzar temperaturas muy altas pero en esta parte de Rincón de la Vieja el vapor calienta pero no quema, como habréis podido adivinar por mis fotos.
Verdaderamente este tipo de manifestaciones de poder de la naturaleza le hacen ser a uno consciente de que el ser humano estará en la tierra hasta que la naturaleza quiera.
Muy cerquita de estas fumarolas está el conocido como Volcancito, que es un cráter de tamaño de bolsillo.
En el Volcancito ya pude tener mi primer contacto con un segundo tipo de paisaje: el secarral.
De hecho mi ruta pronto me sacó de aquel bosque y, previo aviso de altas temperaturas…
… me llevó hasta un lugar desértico, de suelos áridos, vegetación escasa…
… y algunos vestigios aislados de actividad volcánica, como estas “piscinas” de barro…
… o la llamada laguna fumarólica, que viene siendo agua acumulada en torno a una de esas ya mencionadas fumarolas.
En la zona árida terminó mi paseo por el Sector Pailas del Volcán Rincón de la Vieja. Eran las doce de la mañana y el microbús salía de vuelta a las cuatro, así que todavía me quedaban cuatro horas de visita. Sin problema. En dirección contraria a la ruta que había hecho ahora se iniciaban otros senderos interesantes…
… como el que conduce hacia el cráter del volcán, actualmente cerrado por actividad volcánica.
Catarata La Cangreja
El otro camino te lleva hacía las Catarata la Cangreja, lugar que me habían recomendado y del que, según los carteles, me separaban cinco kilómetros. Por lo que teniendo cuatro horas me daba tiempo más que de sobra para ir, darme un baño, y volver con la calma. ¿Sí, eh? A poco no llego. Se me volvió a olvidar que uno de los fuertes de Costa Rica no es la señalización y que probablemente esos cinco kilómetros serían bastante más. Así que entre secarrales anduve, y anduve, y anduve y cuando yo pensaba que iba a llegar me crucé con un hombre que me dijo que me seguían faltando cinco kilómetros. Y tras hora y media de sudorosa y calurosa caminata llegué. Y entonces la vi y de una vez se me pasó el disgusto.
Otra cosa no pero en Costa Rica he visto muchas cataratas y he de reconocer que éstas me impresionaron mucho. Tampoco descarto que el lamentable estado en el que llegué generará en mí un efecto espejismo, con la consiguiente idealización del entorno. Ahora solo quedaba un problema que solventar, quería darme un baño pero no tenía bañador. ¿Como Dios me trajo al mundo? Demasiada gente alrededor… El calzoncillo sería el vestuario elegido para la ocasión. Perdonad la licencia pero después de semejante andada bajo un sol de justicia era una cuestión de vida o muerte.
Y no, no tengo ninguna foto en paños menores, así que tendréis que conformaros con vuestra imaginación ^^. Después del chapuzón, como si hubiera tomado una poción mágica, recuperé toda mi energía y como si verdaderamente fueran cinco recorrí con los calzoncillos mojados los cien kilómetros que me separaban del microbús. Llegué justo a tiempo y en aquel transporte volví hasta Liberia. En el trayecto de vuelta conocí a Daniela, una colombiana que estaba en Liberia alojado vía Couchsurfing por Iliana, quién a su vez estaba dando casa a Lida, canadiense, y a Jean Claude, suizo. Así que usando un poco de mi simpatía y tras una agradable cena con todos ellos, Iliana se ofreció a alojarme a mí también el día siguiente. Pero todavía quedaba una noche más en el hostal.
El Cañón del Río Colorado (Guanacaste)
(19-02-15) Aunque en mi planning tenía marcadas muchas playas en esta región, verdaderamente no soy un buen turista de costa así que en mi último día completo en Liberia preferí hacer un plan indie. No iba a estar solo, Jean Cleaude y Lida se apuntaron.
La historia de esta pareja es cuanto menos curiosa. Ella, de origen iraní, se trasladó a vivir a Canadá con nueve años, y desde entonces por razones de trabajo ha vivido en diferentes países. Él, suizo, no tiene mayor interés por su país que algo puramente económico. Todos los años trabaja un tiempo como carpintero en Suiza, donde los sueldos son elevados, y con lo que ahorra se va de viaje por el mundo. Entre sus hazañas, 6 meses recorriendo en bicicleta el porrón de kilómetros que separan Suiza de la India. En uno de los viajes de ambos, en Perú, se conocieron y surgió el amor, pero la relación terminó cuando se marcharon del país del Machu Picchu. Ahora, dos años más tardes, han quedado en Costa Rica para reencontrarse y viajar un mes juntos. Con esta pareja pasé el día, que comenzó haciendo una visita al Cañón del Río Colorado. No, evidentemente no nos referimos al americano. Cerca de Liberia hay un río de nombre Colorado y en torno al cual también se forma un cañón.
Allí pasamos la mañana, dándonos algún chapuzón en sus movidas y refrescantes aguas. Un bonito lugar próximo a Liberia. Os dejo la ubicación exacta del Cañón del Río Colorado por si en algún momento quisierais pasaros por allí. Recomendable.
Catarata Llanos de Cortés
Del cañón, vuelta a Liberia y de allí autobús hacia Bagaces, aunque nos bajamos un poco antes de llegar a ese lugar. ¿La razón? La catarata Llanos de Cortés, situada junto a un pueblo con ese mismo nombre.
Os dejo también en el mapa la situación exacta. Ya os adelanto qué de donde uno se baja con el autobús hasta que llega a la cascada hay por medio un largo paseo donde la única sombra que verás es la que proyecta tu cuerpo en el suelo. Pero nada que algo de agua y crema solar no puedan controlar.
Una vez en nuestro destino, baño y paseo. Y es que además de la cascada principal…
… cerquita hay una catarata secreta junto a una cueva llena de murciélagos. Bueno, así nos lo vendieron. La realidad es que hay un chorro de agua que cae sobre una pequeña poza junto a una cueva donde habita un murciélago.
Pero al margen de eso y de que esta foto no hace mucha justicia, la cascada secreta bien merecía otro chapuzón. Así que entre cataratas y cañones pusimos fin a este mediodía acuático. El resto de la jornada se completó con una comida en casa de Iliana, un paseo en búsqueda de helado y una foto de familia con Jean Claude, Lida, Iliana y su madre.
Una tarde entretenida en la que además aprendí mucho de la historia y las tradiciones de Guanacaste gracias al enriquecedor momento de sobremesa que compartí con Iliana y su madre. Y así pongo a mi fin la penúltima etapa de este viaje, cuando estoy a escasas horas de coger el avión que me devolverá a España. Para mí la aventura está apuntito de terminar, para vosotros todavía quedará al menos una publicación más con lo acontecido en los últimos días. Sería injusto y sería mentira si dijera que este viaje ha sido mejor que los demás pero bien es cierto que nunca antes había tenido en la despedida una sensación tan agridulce y un nudo en la garganta. Será que viajando solo hasta en el caos he vuelto a crear una preciosa rutina. Será que conforme pasan los años el europingüino se volvió tropical. Se abren los comentarios.
Más información de interés en nuestra guía de viajes online sobre Costa Rica
Maria mora
Uchisimas gracias por la información me a servido muchisimo,para mis tareas de anfitrion turistico no puedo estar mas orgullosa de mi pais tan bello ♡♡
Sergio Otegui Palacios
¡Gracias a ti por comentar, María! Un saludo.