Sarajevo – El avispero de Europa
He consumido horas de podcast, varios libros y tropecientos artículos antes de (re) reescribir este artículo y todavía me quedan ganas de seguir profundizando. Y es que Bosnia en general y Sarajevo en particular me tienen fascinado. Porque no se puede entender la historia contemporánea de Europa sin conocer la de la capital balcánica. Sobre eso y sobre qué ver en Sarajevo hablo en este post.
La última vez que charlamos sobre Bosnia y Herzegovina fue sobre Zelenkovac, una ecoldea levantada a mano en mitad de un paisaje único. Desde ahí fuimos a Sarajevo, su capital y ciudad más relevante. Aunque mi última estancia fue durante el viaje fotográfico por el país, he tenido la suerte de visitarla en otras dos ocasiones más, por lo que este post es una mezcla de todo lo que he podido vivir ahí.
Índice de contenidos
Cómo ir a Sarajevo
A día de hoy, NO hay ningún vuelo directo entre España y Sarajevo, por lo que para llegar por vía aérea vas a tener que hacer alguna escala y no de pocas horas. Si no, lo mejor es coger un avión a Split o Dubrovnik, dos ciudades croatas relativamente cercanas, y tirar hasta ahí por carretera. Desde ambas salen autobuses a Sarajevo, pero chequea bien horarios porque no hay muchas opciones. Los trayectos rondan las seis horas, pero, habiendo una frontera de por medio, pueden pasar muchas cosas.
10€ de regalo para tus viajes en bus o tren por Bosnia
Si vas en coche de alquiler te podrías ahorrar un par de horas, aunque asegúrate de que la compañía que elijas te permita cruzar de país. Si no te apetece hacer el trayecto directo, Mostar está a mitad de camino y es una ciudad maravillosa para parar incluso hacer noche.
Ver coches de alquiler en Bosnia
Sarajevo, la capital de Bosnia
Si tuviera que utilizar una palabra para definir Sarajevo probablemente optaría por “compleja”. Y no porque urbanísticamente lo sea, que también, sino porque es la capital de uno de los países más políticamente enrevesados del mundo. Es difícil hacer un resumen en pocas líneas de todo esto, pero podría decirse que esta ciudad es el avispero de un país que es el avispero de una región que es el avispero de Europa. Y es que la península Balcánica ha sido, desde casi siempre, una tensa mezcla de etnias, lenguas y religiones.
En un territorio de extensión menor que la de España, hay, hoy en día, once países diferentes, cada cual con uno o varios idiomas. Y aunque en las naciones que conforman la extinta Yugoslavia todos hablan variedades del serbocroata (Eslovenia, Croacia, Bosnia, Montenegro, Serbia y Macedonia), hay tanto conflicto interno que entre ellos cada vez hacen por entenderse menos.
Por añadirle un poco de picante a este gazpacho, decir que allí además conviven tres religiones dominantes: el catolicismo, el islam y el cristianismo ortodoxo. Y dependiendo cuál sea tu lugar de nacimiento (o el de tu familia) tienes que ser, sí o sí, de la religión que te toca.
Pues bien, de todos los países de los Balcanes es en Bosnia donde más se “mezcla” lo que he explicado hasta ahora, por lo que, como comprenderás, Sarajevo es una ciudad, cuanto menos, extraordinaria. Este es un breve resumen del contexto cultural y social en el que se desarrolla la capital del país y su más de 400.000 habitantes (incluyendo el área metropolitana). Importante indicar también que la ciudad se extiende en torno a un valle, uno de sus grandes atractivos pero que, no hace tanto, fue el escenario de una película de terror.
Dónde dormir en Sarajevo
Mientras dejo reposar un poquito las ideas plasmadas hasta ahora, decirte que Sarajevo es un sitio perfecto para hacer una o dos noches. Entre la variedad de opciones que puedes encontrar, aquí te dejo algunas recomendaciones:
- Una buena opción mochilera es el hostal Franz Ferdinand donde puedes dormir por 15 euros en habitaciones compartidas.
- El aparthotel Centar puede ser tu elección si viajas en pareja, buscas algo privado, agradable y cerca del centro. Y te lo digo habiéndolo probado personalmente.
- Si quieres darte un caprichillo, por 120 euros tienes habitación doble en el valorado hotel Colors Inn.
- Aunque no es bonito, en uno de los viajes me alojé en el Holiday Inn, un hotel con la peculiaridad de que fue la base de operaciones de la prensa internacional durante la guerra de Bosnia. Quien sabe, igual he dormido en la misma cama en la que lo hizo en su momento Pérez Reverte.
Breve historia de Sarajevo
Con el alojamiento ya solucionado, sí que me gustaría hacer un pequeño repaso a algunos hitos destacados de la historia de Sarajevo. Y es que me resulta imposible hablar de esta ciudad a nivel turístico sin tocar su pasado, fundamental para entender lo que tienes delante. Grosso modo decir que hay yacimientos que confirman que en Sarajevo hubo vida desde el Neolítico, pero fue en 1461, bajo el dominio del imperio otomano, cuando se considera que se fundó la ciudad moderna. Desde entonces y hasta finales del XIX, fueron los otomanos quienes sacaron jugo de Sarajevo, llegando a ser la ciudad más importante de los Balcanes y la segunda más relevante de dicho imperio por detrás de Estambul.
Pero con la decadencia de este imperio, Sarajevo pasó a manos de los austrohúngaros, que industrializaron la cuidad y la utilizaron como campo de pruebas urbanísticas antes de realizarlas en Viena. De hecho, el tranvía llegó a Sarajevo en 1885, hoy todo un emblema de la capital bosnia.
El siglo XX trajo a Sarajevo varios de los episodios más oscuros de su historia. El primero empezó en 1914, cuando el heredero al imperio austrohúngaro, Francisco Fernando, y su mujer, fueron asesinados durante una visita por esa ciudad por el serbio Gavrilo Princip. Aunque el archiduque tenía muchos enemigos y hay incógnitas sin despejar sobre el magnicidio, los serbios, entonces apoyados por los rusos, querían quitarle Bosnia a los austrohúngaros. Este suceso desencadenó una serie de tensiones y hostilidades entre distintas naciones que terminó traduciéndose en la Primera Guerra Mundial.
Con el fin de la contienda y la desaparición del imperio austrohúngaro, tras unos pocos años de calma, Sarajevo pasaría a los dominios de Hitler y su Eje, terminando por ser anexionada a Croacia, uno de los grandes aliados de la Alemania nazi. Cuando acabó la Segunda Guerra Mundial, se constituyó la República Federal Yugoslava bajo el mando del mariscal Tito, un régimen comunista que le dio a la zona varios años de estabilidad. De hecho, muchos de sus habitantes recuerdan muy positivamente aquella etapa.
Tras la muerte de Tito, empezaron a crecer con fuerza los movimientos nacionalistas entre las repúblicas que formaban Yugoslavia. Tensiones que acabaron explotando en las llamadas Guerras de Secesión Yugoslavas con Sarajevo como uno de los escenarios principales. Pero eso lo dejo para luego.
Qué ver en Sarajevo
Introducido este, creo, necesario apunte histórico y cultural, me meto ya en harina con todo lo que puedes ver en Sarajevo. Como comprenderás, una ciudad así tiene mucho que ofrecer, aunque, si vas justo de tiempo, en un día inteso puedes visitar la mayoría de sus clásicos.
El centro de Sarajevo: un encuentro de culturas
Nuestra ruta por Sarajevo empezó por su centro urbano, la zona donde se concentran la mayoría de lugares de interés turístico. Una de las peculiaridades de este distrito es que está claramente dividido en dos partes: la austrohúngara (al oeste) y la otomana (al este). Y en mitad de ambas una señal que deja clara la mezcla de culturas de la capital Bosnia: “Sarajevo Meeting of Cultures”.
Baščaršija, el barrio turco
El largo período de dominación otomana es evidente y perfectamente visible en cualquier ruta por Sarajevo. Sobre todo en la zona bautizada como Baščaršija, el barrio turco. Cuando paseas por él te trasladas de inmediato a alguna ciudad del norte de África, con sus grandes bazares y mercados en los que es posible encontrar casi de todo.
Gazi Husrev-beg, la mezquita más grande que ver en Sarajevo
Solo en la ciudad de Sarajevo hay más de un centenar de mezquitas, siendo Gazi Husrev-beg la más grande e importante de la capital y de toda Bosnia. Esta tiene ya casi 500 años, y es una de las mejores muestras mejor conservadas de arquitectura otomana en la ciudad.
Sebilj, una fuente con historia
En la plaza más importante de Baščaršija se encuentra Sebilj, una pintoresca fuente de madera de mitades del siglo XVIII. Como en tantas otras fuentes famosas, la leyenda cuenta que quien bebe de ella vuelve a Sarajevo. Yo, de momento, he cumplido con la tradición.
La parte austrohúngara de Sarajevo
Aunque el dominio del imperio austrohúngaro fue mucho más limitado en el tiempo, estos también dejaron su impronta en el centro de Sarajevo. Esta parte es, digamos, mucho más parecida a la de cualquier otra ciudad europea, aunque con un toque bosnio.
Iglesias que ver en Sarajevo
Como ya he adelantado, otra de las peculiaridades de Bosnia es que tiene tres religiones muy extendidas. Pero es que, además, estas creencias dependen, casualmente, del origen de cada persona. Me explico: si naciste en Bosnia o de padres bosnios eres musulmán (un 50 %), si naciste en Serbia o tus padres son serbios eres ortodoxo (un 30 %) y si naciste en Croacia o de padres croatas eres católico (un 15 %). Y aunque hay excepciones, son pocas, porque la religión es otro elemento de identidad nacional en los Balcanes.
Catedral ortodoxa de la Natividad de la Madre de Dios
Con este contexto no me sorprende que los cristianos hayan querido tener, también, su templo en el centro de la ciudad. La catedral de la Natividad de la Madre de Dios es la iglesia ortodoxa más importante del país y de las más destacadas de Los Balcanes. Su construcción data de la segunda mitad del siglo XIX.
Catedral católica del Corazón de Jesús
Los católicos, por su parte, echan sus rezos en la catedral del Corazón de Jesús, la más grande de Bosnia, construida ahí a finales del siglo XIX.
Sinagogas de Sarajevo
Aunque su presencia es mínima en la actualidad, en el siglo XVI llegó a esta tierra una importante comunidad judía, muchos provenientes de España (sefardís), de donde fueron expulsados en 1492. Sarajevo fue una ciudad de referencia para este pueblo, llegando a albergar a unos doce mil antes de que la II Guerra Mundial y el holocausto arrasara con ellos. Hoy en día viven en Sarajevo menos de mil, pero todavía conservan algunas sinagogas, como la grande levantada junto al río Miljacka en 1902 o la sefardí, la más antigua (del siglo XVI), habilitada como museo.
Ferhadija, una calle comercial que ver en Sarajevo
Precisamente, la calle donde se encuentra la mencionada iglesia católica es una de las más vibrantes de la localidad. Allí se ubican una gran variedad de tiendas, bares y algunos edificios con solera.
La Llama Eterna
Al final de la calle Ferhadija arde este monumento ígneo que nunca se apaga. Aunque la historia bélica de Sarajevo tiene muchos capítulos, esta llama está dedicada a los soldados y civiles que, durante la Segunda Guerra Mundial, liberaron la urbe de los nazis y los ustachas. Por si no estás familiarizado con estos últimos, los ustachas eran una organización ultranacionalista croata que masacraron a serbios, judíos y gitanos aprovechando su alianza con los nazis.
La ribera del río Miljacka
No hay población de Bosnia y Herzegovina que no crezca en torno a sus ríos, algunos verdaderamente espectaculares. No es el caso de Sarajevo, donde, por así decirlo, no está a la altura. Y es el que el río Miljacka no es ni largo, ni ancho, ni bonito, pero a su vera se encuentran algunos edificios y monumentos emblemáticos.
Puentes que ver en Sarajevo
Como no podía ser de otra forma, varios puentes conectan ambos lados del valle. Y aunque no todos son dignos de mención, algunos merecen unas palabras.
El puente Skenderija
Pese a que a mí no me parece especialmente atractivo, el puente Skenderija tiene la particularidad de haber sido diseñado, nada menos, que por el ingeniero Gustave Eiffel, que igual os suena algo más por la torre que levantó en París.
La pasarela Festina lente
Unos metros más adelante del puente del señor Eiffel está el jovencísimo Festina lente, una pasarela terminada en 2012. No es casualidad que esta vaya a parar a la Academia de Bellas Artes de Sarajevo, uno de los edificios más “austrohúngaros” de la ciudad. ¿No te recuerda al parlamento de Budapest?
El puente Latino
Pero si algún puente ha saltado a la fama en Sarajevo ha sido el Latino, cuya estructura actual también es de origen austohúngaro, aunque se estima que ha habido pasarela desde mucho tiempo atrás. Su nombre viene dado porque antaño conectaba con el distrito católico de Sarajevo, a cuyos residentes se les conocía como latinos.
Erróneamente muchos sitúan en este puente el asesinato del archiduque Francisco Fernando, el que desencadenó la Primera Guerra Mundial. Pero no, el atentado se produjo a pocos metros de allí, donde está el memorial que lo indica y el Museo de Sarajevo.
Vijećnica – El ayuntamiento de Sarajevo
Otro edificio de fotografía obligada es el ayuntamiento de Sarajevo, con poco más de un siglo de antigüedad, pero con mucho que contar. Pese a que su apariencia árabe pueda indicar lo contrario, este fue levantado en 1896 por los austrohúngaros. A mitades de siglo XX, Vijécnica pasó a ser la Biblioteca Nacional de Bosnia, llegando a acumular más de 1.500.000 obras, algunas de gran valor histórico y cultural. Sin embargo, fue bombardeo durante el sitio de Sarajevo, reduciéndose a cenizas el 90 % de su patrimonio. Uno de los muchos actos lamentables que se produjeron durante la guerra de Bosnia y uno de los más denunciados por la comunidad internacional.
5% de descuento en seguro de viaje de Iati
La guerra de Bosnia y el sitio de Sarajevo
No puedo seguir hablando de Sarajevo sin hacerlo sobre el conflicto bélico que arrasó esta ciudad entre 1992 y 1996. Y es que la capital fue uno de los escenarios más cruentos de una de las guerras más cruentas del siglo XX. Casi 100.00 personas perdieron la vida en esta batalla, aunque fuentes bosniacas hablan del doble.
Sobre las razones de la guerra habría mucho que escribir. A modo de resumen diré que tras la muerte de Tito en 1980, el nacionalismo, hasta entonces bastante apaciguado por el mariscal, empezó a extenderse entre los países que conformaban la antigua Yugoslavia. Y mientras la mayoría soñaba con independizarse de sus vecinos, Serbia lo hacía con la “Gran Serbia”, es decir, que todos los territorios colindantes pasaran a su dominio y adoptaran las leyes y costumbres serbias. Esto sumado a una situación económica complicada, al interés de Estados Unidos y otros países capitalistas por la caída de cualquier régimen comunista y a las ya explicadas diferencias entre los países miembros, terminó desencadenando las llamadas guerras de secesión yugoslavas, cinco en total, aunque no todas de la misma intensidad y duración.
Y entre todos ellos, fue Bosnia y Herzegovina el que se llevó la peor parte al ser el territorio donde más mezcla étnica había. En 1991, el país se componía de un 43 % de bosnios musulmanes, 31 % serbios ortodoxos y un 17 % croatas católicos. Y los serbios, lejos de aceptar los planes de independencia de sus vecinos, echaron mano del ejército de Yugoslavia (que en teoría era de todos) y del suyo propio, convirtiendo el país bosnio en un auténtico campo de batalla. Los croatas también aprovecharon para atacar a los bosniacos (bosnios musulmanes), pero de eso hablo en el post de Mostar.
Escenarios de guerra hubo muchos, pero el de Sarajevo fue especialmente duro. Aprovechando que la capital está situada en un valle y que los serbios vivían mayormente en las colinas, allí dispusieron francotiradores y armamento de todo tipo y encerraron durante casi cuatro años a los bosniacos que vivían en la parte baja de la ciudad. Se estima que unas 12.000 personas perdieron la vida en este sitio: un 85 % de civiles.
Aunque la comunidad internacional estuvo evitando una intervención militar por todos medios y, con ella, una posible escalada bélica, acontecimientos como el ya descrito ataque a la biblioteca o la masacre en el mercado (Pijaca Markale) minaron la paciencia de la OTAN, que terminó bombardeando algunos elementos militares serbios para debilitarlos. El miedo de los serbios a una intervención mayor puso fin a la guerra con los acuerdos de Dayton, aunque la paz, lo que es la paz, nunca se ha conseguido del todo.
Qué ver en Sarajevo sobre la guerra de Bosnia
Es evidente que una guerra de esa intensidad y tan cercana en el tiempo sigue estando más que presente en las calles de Sarajevo. Y aunque en 2004 se dio por terminada la restauración de una ciudad tan dañada por las balas y las bombas, todavía hay mucho para ver.
El Túnel de la Esperanza
Una de los lugares que más me ha impactado en mis dos visitas a Sarajevo es el llamado Túnel de la Esperanza, un pasadizo secreto de 800 metros de longitud que construyeron los bosnios junto al aeropuerto. Cerca de 4000 personas cruzaban este túnel diariamente, permitiendo la entrada más o menos fluida de provisiones y armamento a la zona sitiada. Esta obra fue fundamental para para la resistencia de los bosnios.
Este túnel fue construido bajo una vivienda, hoy habilitada como centro de visitantes. Allí puedes vivir la experiencia de recorrer una pequeña parte del túnel primigenio, aunque sin inundaciones, ratas, tensión y bombardeos encima, y uno más largo y “confortable” que han estrenado recientemente.
Además de ello, en el espacio hay vídeos, fotografías, carteles y un pequeño museo visitable. No te vayas de Sarajevo sin pagar los 10 marcos que cuesta la entrada (unos 5 euros) y “trasladarte”, por un instante, a la crudeza de esa guerra. Por cierto, el túnel está a unos 10 kilómetros del centro de la ciudad, por lo que vas a tener que ir en coche, coger un taxi o contratar algún tour guiado.
Reserva aquí tu tour por Sarajevo con visita al túnel
Museo de Historia de Bosnia y Herzegovina
Como no podía ser de otra manera, el conflicto está presente en la mayoría de museos de Sarajevo. Nosotros nos dimos una vuelta por el Museo de Historia, justo al lado del Museo Nacional. Allí hay un archivo enorme y diverso ideal para hacerte una composición histórica del país y de la ciudad.
Las colinas que ver en Sarajevo
Es cierto que la colinas de Sarajevo han tenido una relación muy directa con la reciente guerra, pero, evidentemente, son mucho más que eso. Como comentaba, la capital Bosnia y Herzegovina está instalada en un gran valle y se extiende por los montes de los Alpes Dináricos. Antes de la guerra, allí vivía la comunidad serbia, pero ahora Sarajevo es una ciudad eminentemente musulmana.
De hecho, mi primera estancia en Sarajevo coincidió con el ramadán y pudimos ver como, tras la caída del sol y el fin del ayuno, familias enteras de bosniacos se juntan en esas colinas a comer y a beber.
El Bastión Amarillo de Sarajevo (Yellow Fortress)
En una de esas colinas de Sarajevo está el Bastión Amarillo, una fortaleza de origen otomano desde donde hay una vista privilegiada de la ciudad. Ideal para subir al atardecer. A sus faldas está el cementerio de Kovaci y el monumento de los Mártires, el principal lugar de entierro y homenaje para soldados bosniacos caídos en la guerra. Allí mismo se encuentra la tumba de Alija Izetbegović, presidente del país durante esta convulsa etapa y todo un héroe para la comunidad musulmana.
Avaz Twist Tower – El mejor mirador que ver en Sarajevo
Aunque esto sí que no tiene nada que ver con la guerra, no puedo terminar este artículo sin mencionar la torre Avaz Twist…
…un rascacielos de casi 180 metros de altura desde donde se ve la ciudad desde todos los ángulos. Merece muchísimo la pena.
Ahora sí que doy por zanjado este post, sin duda, uno de los que más trabajo me ha costado escribir de la historia de este blog de viaje. Es evidente que Sarajevo me fascina, y no por su belleza, que la tiene, sino porque allí flota una historia que no te deja indemne. Sarajevo es un recuerdo viviente de lo que no debemos hacer, pero también una muestra de cómo las personas siempre se acaban levantando.
Más artículos sobre el país en mi guía de Bosnia y Herzegovina
(Post publicado originalmente el 06/07/15 y actualizado el 17/05/23).
Alberto
Volveremos. Creo que somos muchos los que nos quedamos muy impactados por esta ciudad tan especial.
Sergio Otegui Palacios
¡Me encantaría, Alberto! Un abrazo
laura
Siempre había oido hablar de Sarajevo pero nunca me había parado a ver ninguna foto. Viendo las tuyas me he enamorado. Así que nos guardamos este fantástico post para cuando vayamos.
Sergio Otegui Palacios
Me alegro, Laura. Ojalá podáis conocerlo pronto 🙂
Los viajes de Héctor
Yo le tengo muchas ganas a Sarajevo…cuando estuvimos en Croacia pasamos a Mostar, pero no había tiempo de más, y nos encantó.
El barrio turco del que me hablas me ha recordado a Skopje, y lo de ir por la ciudad y toparse con mezquitas o iglesias ortodoxas y católicas, me recordó a Sofia…ahora bien, lo de la Academia de Bellas Artes de Sarajevo y el Parlamento de Budapest no lo veo…ja, ja, ja…
No sabía, entre otras cosas, que Gustave Eiffel tenía un puente allí, creo que en Oporto y en Girona también, ¿no?
El Ayuntamiento me ha parecido precioso y el Túnel de la esperanza digno de ser visitado, así como el cementerio Kovaci y el mirador de la torre Avaz Twist, me encantan ese tipo de lugares.
Sergio Otegui Palacios
¡Gracias por tu comentario, Héctor! Si que tiene un aire al barrio de Skopje. Al final los otomanos tenían su estilo muy definido. Mostar es una maravilla, pronto escribiré sobre ello. ¡Un saludo!
jordi (milviatges)
Cuando hace años visitamos Mostar nos quedamos con muchas ganas de llegar hasta Sarajevo, pero la verdad es que no teníamos tiempo.
Desde entonces, voy buscando si salen vuelos más o menos baratos, pero jamas los encuentros. Que maravilla y cuánta historia en esta ciudad, aunque qué dolorosa también. Solo pensar en la posibilidad de pasear por Baščaršija o recorrer el Túnel de la Esperanza, me vienen ganas de pillar un avión.
Gran reportaje que me guardo para cuando por fin visite la ciudad.
Sergio Otegui Palacios
Hola, Jordi. Hasta donde yo sé, no hay vuelos directos. Quizá en algunas temporadas de verano, pero nunca he visto. La verdad que a mí siempre me apetece volver. ¡Un abrazo grande!
Qué ver en Mostar - Un puente entre dos mundos | Viajes Nada Incluido
[…] Anterior […]
Banja Luka y el parque nacional Una | Viajes Nada Incluido
[…] rumbo a la capital, la última parada de nuestro road trip por este país. En este post os cuento qué ver en Sarajevo y os hablo sobre la fascinante historia de esta […]
Lejla
Thank you
Best regards from Sarajevo
Sergio Otegui Palacios
Best regards from Spain!
frida
los judíos sufren antisemitismo?
Sergio Otegui Palacios
Hola, Frida. Durante muchos años, los judíos estuvieron varios siglos viviendo bien en Sarajevo, pero aquí también sufrieron mucha violencia durante la Segunda Guerra Mundial. Hoy en día hay una comunidad muy pequeña en el país, aunque desconozco cómo son tratados. Entiendo que bien, pero no podría confirmarlo. Un saludo.
Viajar a Bosnia - Información y recomendaciones | Viajes Nada Incluido
[…] vez que vuelvo a Sarajevo me gusta un poco más. La capital de Bosnia y Herzegovina no es solo uno de las paradas […]
Uxue
Buenos días: Gracias por tu fantástico blog (he comenzado a seguir tu cuenta en IG) pues nos será muy útil ya que en poquitos días visitaremos Sarajevo.
Sergio Otegui Palacios
¡Gracias por el apoyo, Uxue!