Sarajevo – El avispero de Europa

He consumido más de 10 horas de podcast y tropecientos artículos antes de (re)escribir este artículo; y todavía me quedan ganas de seguir profundizando. Y es que Bosnia en general y Sarajevo en particular me tienen fascinado. Porque no se puede entender la historia contemporánea de Europa sin conocer la de la capital balcánica. Sobre eso y sobre qué ver en Sarajevo hablo en este post.
La última vez que charlamos sobre los Balcanes fue sobre Durmitor, el precioso parque nacional que decora el norte de Montenegro. Un territorio que colinda con Bosnia, el país sobre el que versaran los siguientes post. Y como no podía ser de otra forma, empezaré por Sarajevo, su capital y ciudad más relevante.
Índice de contenidos
Cómo ir a Sarajevo
A día de hoy, NO hay ningún vuelo directo entre España y Sarajevo, por lo que para llegar por vía aérea vas a tener que hacer alguna escala y no de pocas horas. Si no, lo mejor es coger un avión a Split o Dubrovnik, dos ciudades croatas relativamente cercanas, y tirar hasta ahí por carretera. Desde ambas salen autobuses a Sarajevo, pero chequea bien horarios porque no hay muchas opciones. Los trayectos rondan las seis horas, pero, habiendo una frontera de por medio, pueden pasar muchas cosas.
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Sarajevo, la capital de Bosnia
Si tuviera que utilizar una palabra para definir Sarajevo probablemente optaría por “compleja”. Y no porque urbanísticamente lo sea, que también, sino porque es la capital de uno de los países más políticamente enrevesados del mundo. Es difícil hacer un resumen en pocas líneas de todo esto, pero podría decirse que esta ciudad es el avispero de un país que es el avispero de una región que es el avispero de Europa. Y es que la península Balcánica ha sido, desde casi siempre, una tensa mezcla de etnias, lenguas y religiones.
En un territorio de extensión menor que la de España, hay, hoy en día, once países diferentes, cada cual con uno o varios idiomas. Y aunque en las naciones que conforman la extinta Yugoslavia todos hablan variedades del serbocroata (Eslovenia, Croacia, Bosnia, Montenegro, Serbia y Macedonia), hay tanto conflicto interno que entre ellos cada vez hacen por entenderse menos.
Por añadirle un poco de picante a este gazpacho, decir que allí además conviven tres religiones dominantes: el catolicismo, el islam y el cristianismo ortodoxo. Y dependiendo cuál sea tu lugar de nacimiento (o el de tu familia) tienes que ser, sí o sí, de la religión que te toca.
Pues bien, de todos los países de los Balcanes es en Bosnia donde más se “mezcla” todo lo que he explicado hasta ahora, por lo que, como comprenderás, Sarajevo es una ciudad, cuanto menos, extraordinaria. Este es un breve resumen del contexto cultural y social en el que se desarrolla la capital del país y su más de 400.000 habitantes. Importante indicar también que la ciudad se extiende en torno a un valle, uno de sus encantos pero que, no hace tanto, propició una película de terror.
Dónde dormir en Sarajevo
Mientras dejo reposar un poquito las ideas plasmadas hasta ahora, decirte que Sarajevo es un sitio perfecto para hacer una o dos noches. Entre la variedad de opciones que puedes encontrar, aquí te dejo algunas recomendaciones:
- Una buena opción mochilera es el hostal Franz Ferdinand donde puedes dormir por 14 euros en habitaciones compartidas.
- El hotel Logavina puede ser tu elección si viajas en pareja, buscas algo privado, pero andas justo de presupuesto.
- Si quieres darte un caprichillo, por 120 euros tienes habitación doble en el valorado hotel Colors Inn.
- Aunque no es bonito, yo me alojé en el Holiday Inn, un hotel con la peculiaridad de que fue la base de operaciones de la prensa internacional durante la guerra de Bosnia. Quien sabe, igual he dormido en la misma cama en la que lo hizo en su momento Pérez Reverte.
Breve historia de Sarajevo
Con el alojamiento ya solucionado, sí que me gustaría hacer un pequeño repaso a algunos hitos destacados de la historia de Sarajevo. Es imposible hablar de esta ciudad a nivel turístico sin tocar su pasado, fundamental para entender lo que tienes delante. Grosso modo decir que hay yacimientos que confirman que en Sarajevo hubo vida desde el Neolítico, pero fue en 1461, bajo el dominio del imperio otomano, cuando se considera que se fundó la ciudad moderna. Desde entonces hasta finales del XIX fueron los otomanos quienes sacaron su jugo, llegando a ser la ciudad más importante de los Balcanes y la segunda más relevante de dicho imperio por detrás de Estambul.
Pero con la decadencia de este imperio, Sarajevo pasó a manos de los austrohúngaros, que industrializaron la cuidad y la utilizaron como campo de pruebas urbanísticas antes de realizarlas en Viena. De hecho, el tranvía llegó a Sarajevo en 1885, hoy todo un emblema de la capital bosnia.
El siglo XX trajo a Sarajevo varios de los episodios más oscuros de su historia. El primero empezó en 1914, cuando el heredero al imperio austrohúngaro, Francisco Fernando, y su mujer, fueron asesinados durante una visita por esa ciudad por el serbio Gavrilo Princip. Aunque el archiduque tenía muchos enemigos y todavía hay incógnitas sin despejar sobre el magnicidio, los serbios, entonces apoyados por los rusos, querían quitarle Bosnia a los austrohúngaros. Este suceso desencadenó una serie de tensiones y hostilidades entre distintas naciones que terminó traduciéndose en la Primera Guerra Mundial.
Con el fin de la contienda y la desaparición del imperio austrohúngaro, tras unos pocos años de calma, Sarajevo pasaría a los dominios de Hitler y su Eje, terminando por ser anexionada a Croacia, uno de los grandes aliados de la Alemania nazi. Cuando acabó la Segunda Guerra Mundial, se constituyó la República Federal Yugoslava bajo el mando del mariscal Tito, un régimen comunista que le dio a la zona varios años de estabilidad. De hecho, muchos de sus habitantes recuerdan muy positivamente aquella estapa.
Tras la muerte de Tito, empezaron a crecer con fuerza los movimientos nacionalistas entre las repúblicas que formaban Yugoslavia. Tensiones que acabaron explotando en las llamadas Guerras de Secesión Yugoslavas con Sarajevo como uno de los escenarios principales. Pero eso lo dejo para luego.
Qué ver en Sarajevo
Introducido este, creo, necesario apunte histórico y cultural, me meto ya en harina con todo lo que puedes ver en Sarajevo. Como comprenderás, una ciudad así tiene mucho que ofrecer, aunque, si vas justo de tiempo, en un par de días puedes visitar la mayoría de sus clásicos.
El centro de Sarajevo: un encuentro de culturas
Nuestra ruta por Sarajevo empezó por su centro urbano, la zona donde se concentran la mayoría de lugares de interés turístico. Una de las peculiaridades de este distrito es que está claramente dividido en dos partes: la austrohúngara (al oeste) y la otomana (al este). Y en mitad de ambas una señal que deja clara la mezcla de culturas de la capital Bosnia: “Sarajevo Meeting of Cultures”.
Baščaršija, el barrio turco
El largo período de dominación otomana es evidente y perfectamente visible en cualquier ruta por Sarajevo. Sobre todo en la zona bautizada como Baščaršija, el barrio turco. Cando paseas por él te trasladas de inmediato a alguna ciudad del norte de África, con sus grandes bazares y mercados en los que es posible encontrar de casi todo.
Gazi Husrev-beg, la mezquita más grande que ver en Sarajevo
Solo en la ciudad de Sarajevo hay más de un centenar de mezquitas, siendo Gazi Husrev-beg la más grande e importante de la capital y de toda Bosnia. Esta tiene ya casi 500 años, y es una de las mejores muestras mejor conservadas de arquitectura otomana en la ciudad.
Sebilj, una fuente con historia
En la plaza más importante de Baščaršija se encuentra Sebilj, una pintoresca fuente de madera de mitades del siglo XVIII. Como en tantas otras fuentes famosas, la leyenda cuenta que quien bebe de ella vuelve a Sarajevo. Yo, de momento, he cumplido con la tradición.
La parte austrohúngara de Sarajevo
Aunque el dominio del imperio austrohúngaro fue mucho más limitado en el tiempo, estos también dejaron su impronta en el centro de Sarajevo. Esta parte es, digamos, mucho más parecida a la de cualquier otra ciudad europea, aunque con un toque bosnio.
Iglesias que ver en Sarajevo
Como ya he adelantado, otra de las peculiaridades de Bosnia es que tiene tres religiones muy extendidas. Pero además, estas creencias dependen, mucho, del origen de cada persona. Me explico: si naciste en Bosnia o de padres bosnios deberías ser musulmán (un 50%), si naciste en Serbia o tus padres son serbios deberías ser ortodoxo (un 30%) y si naciste en Croacia o de padres croatas deberías ser católico (un 15%). Y aunque hay excepciones, son pocas, porque la religión es en los Balcanes otro elemento de identidad nacional.
Catedral ortodoxa de la Natividad de la Madre de Dios
Con este contexto no me sorprende que los cristianos hayan querido tener, también, su templo en el centro de la ciudad. La catedral de la Natividad de la Madre de Dios es la iglesia ortodoxa más importante del país y de las más destacadas de Los Balcanes. Su construcción data de la segunda mitad del siglo XIX.
Catedral católica del Corazón de Jesús
Los católicos, por su parte, echan sus rezos en la catedral del Corazón de Jesús, la más grande de Bosnia, construida ahí a finales del siglo XIX.
Ferhadija, una calle comercial que ver en Sarajevo
Precisamente, la calle donde se encuentra la mencionada iglesia católica es una de las más vibrantes de la localidad. Allí se ubican una gran variedad de tiendas, bares y algunos edificios con solera.
La Llama Eterna
Al final de la calle Ferhadija se sitúa este monumento ígneo que nunca se apaga. Aunque la historia bélica de Sarajevo tiene muchos capítulos, esta llama inagotable está dedicada a los soldados y civiles que, durante la Segunda Guerra Mundial, lucharon contra los nazis y croatas fascistas.
La ribera del río Miljacka
No hay población de Bosnia que no crezca en torno a sus ríos, algunos verdaderamente espectaculares. No es el caso de Sarajevo, donde, por así decirlo, no está a la altura. Y es el que el río Miljacka no es ni largo, ni ancho, ni bonito, pero a su vera se encuentran algunos edificios y monumentos emblemáticos.
Puentes que ver en Sarajevo
Como no podía ser de otra forma, varios puentes conectan ambos lados del valle. Y aunque no todos son dignos de mención, algunos merecen unas palabras.
El puente Skenderija
Aunque a mí desde fuera no me entró por los ojos, el puente Skenderija tiene la particularidad de haber sido diseñado, nada menos, que por el ingeniero Gustave Eiffel, mundialmente conocido la torre parisina.
La pasarela Festina lente
Unos metros más adelante del puente del señor Eiffel está el jovencísimo Festina lente, una pasarela terminada en 2012. No es casualidad que esta vaya a parar a la Academia de Bellas Artes de Sarajevo, uno de los edificios más “austrohúngaros” de la ciudad. ¿No te recuerda al parlamento de Budapest?
El puente Latino
Pero si algún puente ha saltado a la fama en Sarajevo, ese ha sido el Latino, cuya estructura actual también es de origen austrohúngaro, aunque se sabe que allí ha habido pasarela desde mucho tiempo atrás. Su viene de que antaño conectaba con el distrito católico de Sarajevo, a cuyos residentes se les conocía como latinos.
Erróneamente muchos sitúan en este puente el asesinato del archiduque Francisco Fernando, el que desencadenó la Primera Guerra Mundial. Pero no, el atentado se produjo a pocos metros de allí, donde está el memorial que lo indica y el Museo de Sarajevo.
Vijećnica – El ayuntamiento de Sarajevo
Otro edificio de fotografía obligada es el ayuntamiento de Sarajevo, con poco más de un siglo de antigüedad, pero con mucho que contar. Pese a que su apariencia árabe pueda indicar lo contrario, este edificio fue levantado en 1896 por los austrohúngaros. A mitades de siglo XX, Vijécnica pasó a ser la Biblioteca Nacional de Bosnia, llegando a acumular más de 1.500.000 obras, algunas de gran valor histórico y cultural. Sin embargo, fue bombardeo durante el sitio de Sarajevo, reduciéndose a cenizas el 90% de su patrimonio. Uno de los muchos actos lamentables que se produjeron durante la guerra de Bosnia.
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La guerra de Bosnia
No puedo seguir hablando de Sarajevo sin hacerlo sobre el conflicto bélico que arrasó esta ciudad entre 1992 y 1995. Y es que la capital fue uno de los escenarios más cruentos de una de las guerras más cruentas del siglo XX. Casi 100.00 personas perdieron la vida en esta batalla, aunque muchas fuentes hablan del doble.
Sobre las razones de la guerra habría mucho que escribir. A modo de resumen diré que tras la muerte del mariscal Tito en 1980, el nacionalismo empezó a extenderse entre los países que conformaban la antigua Yugoslavia. Y mientras la mayoría soñaba con independizarse de sus vecinos, Serbia lo hacía con la “Gran Serbia”, es decir, que todos los territorios colindantes pasaran a su dominio y adoptaran las leyes y costumbres serbias. Esto sumado a una situación económica complicada y a las ya explicadas diferencias entre los países miembros, terminó reventando en las llamadas guerras de secesión yugoslavas, cinco en total, aunque no todas de la misma intensidad y duración.
Y entre todas ellas, la de Bosnia fue la más dura al ser el territorio donde más mezcla étnica había. En 1992 se celebró allí un referéndum de independencia, época en la que el país estaba compuesto de un 43% de bosnios musulmanes, 31% serbios ortodoxos y un 17% croatas católicos. Y los serbios, lejos de aceptar los planes de separación de sus vecinos, echaron mano del ejército de Yugoslavia (que en teoría era de todos) y del suyo propio, y convirtieron ese territorio en un auténtico campo de batalla. Los croatas también aprovecharon para atacar a los bosnios, pero de eso hablo en el post de Mostar.
Escenarios de guerra hubo muchos, pero el de Sarajevo fue especialmente duro. Aprovechando que la capital está situada en un valle y que los serbios vivían mayormente en las colinas, allí dispusieron francotiradores y armamento de todo tipo, manteniendo prácticamente encerrados durante casi cuatro años a los bosnios que vivían en la parte baja. Se estima que unas 12.000 personas perdieron la vida en este sitio: un 85% de civiles.
Aunque la comunidad internacional estuvo evitando una intervención militar por todos medios, acontecimientos como la masacre en el mercado (Pijaca Markale) minaron la paciencia de la OTAN, que terminó bombardeando algunos elementos militares serbios para debilitarlos. El miedo de los serbios a una intervención mayor puso fin a la guerra con los acuerdos de Dayton.
Qué ver en Sarajevo sobre la guerra de Bosnia
Es evidente que una guerra de esa intensidad y tan cercana en el tiempo sigue estando más que presente en las calles de Sarajevo. Y aunque en 2004 se dio por terminada la restauración de una ciudad tan dañada por las balas y las bombas, todavía hay mucho para ver.
El Túnel de la Esperanza
Una de los lugares que más me ha impactado en mis dos visitas a Sarajevo es el llamado Túnel de la Esperanza, un pasadizo secreto de 800 metros de longitud que construyeron los bosnios junto al aeropuerto. Cerca de 4000 personas cruzaban este túnel diariamente, permitiendo la entrada más o menos fluida de provisiones y armamento a la zona sitiada. Esta obra fue fundamental para para la resistencia de los bosnios.
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El túnel fue construido bajo una vivienda, hoy habilitada como museo. No te vayas de Sarajevo sin pagar los 10 marcos que cuesta la entrada (unos 5 euros) y “trasladarte”, por un instante, a la crudeza de esa guerra.
Museo Histórico de Bosnia y Herzegovina
Como no podía ser de otra manera, el conflicto está presente en la mayoría de museos de Sarajevo. Nosotros nos dimos una vuelta por el Museo Histórico, justo al lado del Museo Nacional. Allí hay un archivo enorme y diverso ideal para hacerte una composición histórica del país y de la ciudad.
Las colinas que ver en Sarajevo
Pese a que las colinas tuvieron un triste protagonismo durante el conflicto bélico, son parte fundamental de la vida en Sarajevo. Como comentaba, la urbe está instalada en un gran valle y se extiende por los montes de los Alpes Dináricos. Antes de la guerra, allí vivía la comunidad serbia, pero ahora Sarajevo es una ciudad eminentemente musulmana. De hecho, mi primera estancia en Sarajevo coincidió con el ramadán y pudimos ver como, tras la caída del sol y el fin del ayuno, familias enteras de bosniacos se juntan en esas colinas a comer y a beber.
El Bastión Amarillo de Sarajevo (Yellow Fortress)
En una de esas colinas de Sarajevo está el Bastión Amarillo, una fortaleza de origen otomano desde donde hay una vista impresionante. Bajo sus faldas se extiende el cementerio Kovaci, un lugar de entierro y homenaje para soldados bosnios caídos en la guerra. Increíble.
Avaz Twist Tower – El mejor mirador que ver en Sarajevo
Aunque esto sí que no tiene nada que ver con la guerra, no puedo terminar este artículo sin mencionar la torre Avaz Twist…
…un rascacielos de casi 180 metros de altura desde donde se ve la ciudad desde todos los ángulos. Merece muchísimo la pena.
Ahora sí que doy por zanjado este post, sin duda, uno de los que más trabajo me ha costado escribir de la historia de este blog de viaje. Es evidente que Sarajevo me fascina, y no por su belleza, que la tiene, sino porque allí flota una historia que no te deja indemne. Sarajevo es un recuerdo viviente de lo que no debemos hacer, pero también una muestra de cómo las personas siempre se acaban levantando.
Más artículos sobre el país en mi guía de Bosnia y Herzegovina

Alberto
Volveremos. Creo que somos muchos los que nos quedamos muy impactados por esta ciudad tan especial.
Sergio Otegui Palacios
¡Me encantaría, Alberto! Un abrazo
laura
Siempre había oido hablar de Sarajevo pero nunca me había parado a ver ninguna foto. Viendo las tuyas me he enamorado. Así que nos guardamos este fantástico post para cuando vayamos.
Sergio Otegui Palacios
Me alegro, Laura. Ojalá podáis conocerlo pronto 🙂
Los viajes de Héctor
Yo le tengo muchas ganas a Sarajevo…cuando estuvimos en Croacia pasamos a Mostar, pero no había tiempo de más, y nos encantó.
El barrio turco del que me hablas me ha recordado a Skopje, y lo de ir por la ciudad y toparse con mezquitas o iglesias ortodoxas y católicas, me recordó a Sofia…ahora bien, lo de la Academia de Bellas Artes de Sarajevo y el Parlamento de Budapest no lo veo…ja, ja, ja…
No sabía, entre otras cosas, que Gustave Eiffel tenía un puente allí, creo que en Oporto y en Girona también, ¿no?
El Ayuntamiento me ha parecido precioso y el Túnel de la esperanza digno de ser visitado, así como el cementerio Kovaci y el mirador de la torre Avaz Twist, me encantan ese tipo de lugares.
Sergio Otegui Palacios
¡Gracias por tu comentario, Héctor! Si que tiene un aire al barrio de Skopje. Al final los otomanos tenían su estilo muy definido. Mostar es una maravilla, pronto escribiré sobre ello. ¡Un saludo!
jordi (milviatges)
Cuando hace años visitamos Mostar nos quedamos con muchas ganas de llegar hasta Sarajevo, pero la verdad es que no teníamos tiempo.
Desde entonces, voy buscando si salen vuelos más o menos baratos, pero jamas los encuentros. Que maravilla y cuánta historia en esta ciudad, aunque qué dolorosa también. Solo pensar en la posibilidad de pasear por Baščaršija o recorrer el Túnel de la Esperanza, me vienen ganas de pillar un avión.
Gran reportaje que me guardo para cuando por fin visite la ciudad.
Sergio Otegui Palacios
Hola, Jordi. Hasta donde yo sé, no hay vuelos directos. Quizá en algunas temporadas de verano, pero nunca he visto. La verdad que a mí siempre me apetece volver. ¡Un abrazo grande!
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