Qué ver en Marruecos – 20 lugares imprescindibles
Podría decirse que yo no elegí visitar Marruecos por primera vez, sino que, de alguna manera, se cruzó en mi camino. Pero empezáramos como empezásemos, mi relación con el país vecino no ha podido ser mejor. Tanto que ahora es una de las primeras recomendaciones que haría para todo aquel que busque experiencias turísticas poco europeas. En este artículo hablaré sobre lo que puedes ver en Marruecos.
Antes de comenzar, me gustaría hacer hincapié en que esta lista de recomendaciones de qué ver en Marruecos se basan, eminentemente, en mi experiencia personal. A día de hoy he tenido la oportunidad de hacer un par de viajes por el país vecino, pero no hay que olvidar que se extiende a lo largo de casi 500.000 kilómetros cuadrados, por lo que con la cantidad de rincones interesantes que atesora se podría llenar un post infinito. Pero si quieres empezar por algún lado, creo que esta lista podrá resultarte útil.
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Las ciudades imperiales de Marruecos:
Detrás de este honorable nombre se esconden Marrakech, Rabat, Fez y Meknes, cuatro urbes que, hasta ahora, han tenido una mayor importancia cultural, social y política en la historia del país marroquí. Tanto es así que todas ellas fueron, en algún momento, capitales de Marruecos. Pero además de su importancia histórica, las ciudades imperiales son, a nivel turístico, cuatro de los asentamientos más completos para ver en Marruecos.
Marrakech, la ciudad roja de Marruecos.
Empiezo por Marrakech, la de mayor fama turística. La apodada como ciudad roja es la urbe marroquí que mejor combina el pasado, presente y futuro de esta nación. A nivel turístico, hay una gran cantidad de rincones para ver en Marrakech, sobre todo en la medina y alrededores, donde te encontrarás su bullicioso zoco, la efervescente plaza de Jmaa el Fna, la imponente mezquita Kotubia, las tumbas Saadíes o alguno de los palacios, riads, museos, madrasas y jardines que atesora.
Rabat, la capital marroquí.
Aunque por renombre internacional pueda parecer que es Marrakech la que ostenta este título, la realidad es que desde 1956 Rabat es la capital de Marruecos. A mí, personalmente, fue la ciudad imperial que más me sorprendió. Y es que en Rabat tuve la suerte de hacer un curso de árabe de dos semanas, tiempo más que suficiente para sacarle todo el jugo a esta urbe con vistas al mar. Entre las cosas que hay para ver en la capital de Marruecos, apúntate la necrópolis de Chellah, la torre Hassan, las kasbah de los Udayas, los jardines andaluces, la medina e incluso la zona nueva. Una ciudad amable y muy recomendable.
Fez, la medina más grande del mundo.
Si por algo la ciudad de Fez se está colando en todas las rutas turísticas es por su inagotable medina, conformada por, nada menos, que ¡9000 calles! Además de su inabarcable tamaño, la datada como medina más grande del mundo se conserva como hace 1000 años, gracias, entre otras cosas, a que no permite el acceso a vehículos de motor. La visites como la visites, cuenta con que te vas a perder, pero, aunque lo hagas, no dejes de visitar su popular curtiduría, sus puertas (bab) más célebres o algunas de sus madrasas y museos más afamados. Fuera de la medina apúntate las puertas del palacio real, el jardín de Janal Sbil o el mirador de las tumbas meriníes, uno de los mejores puntos para hacerte consciente de la locura que tienes delante.
Meknes, la ciudad imperial más olvidada.
Pese a que apenas hay una hora de distancia entre Fez y Meknes (Mequínez), la fama turística de la primera poco tiene que ver con la que ahora nos corresponde. Sin embargo, Meknes y su medina también tiene bastante que decir a los visitantes, por lo que aprovecha, al menos, su cercanía a Fez para echarle una tanda de fotos.
Por cierto, a media hora de ahí se encuentra Volubilis, el yacimiento arqueológico romano mejor conservado del norte de África. Otra parada interesante si estás en la zona.
La región del desierto de Marruecos:
No puedo hablar de qué ver en Marruecos sin darle un hueco a su desierto, mi región favorita del país. Y es que con el desierto no me refiero a las dunas Erg Chebbi, que también, sino a todo lo que puedes visitar en el camino desde Marrakech hasta Merzouga. Apunta porque hay mucho para hacer.
El ksar de Ait Ben Haddou.
Ait Ben Haddou es el nombre de un fotogénico ksar (poblado amurallado) que permaneció muchos años en el ostracismo, hasta que el cine, la UNESCO y ahora el turismo, lo han hecho resurgir de sus cenizas. Ait Ben Haddou es alucinante a cualquier momento del día y desde todos los ángulos, por lo que bien valen las cuatro horas de viaje que le separan de Marrakech.
Ouarzazate y sus estudios de cine.
Casi al ladito de Ait Ben Haddou se encuentra Ouarzazate, una ciudad no demasiado interesante, pero cuna del estudio de cine más importante del país. Y es que desde que en los años 60 esta región fuera el escenario de la película Lawrence de Arabia, han sido muchas las productoras interesadas en grabar en la región y de ahí la creación de los mencionados estudios. Cine al margen, si pasas por ahí aprovecha para adéntrate en la kasbah Taourirt, una rocambolesca fortaleza con mucha historia a sus espaldas.
Las gargantas del Dades y Todra.
Dejamos ya poblados y ciudades para meternos de lleno en la abrupta naturaleza propia del desierto marroquí. Y pocos espacios naturales tienen tanta presencia como las gargantas del Todra y del Dades, dos desfiladeros bastante cercanos entre sí donde admirar el trabajo del agua a lo largo de los siglos.
Merzouga y las dunas de Erg Chebbi.
Pero al margen de las paradas hasta ahora planteadas, si algo hay que ver en Marruecos sí o sí, son las alucinantes dunas de Erg Chebbi, la cara más bella del desierto del Sáhara en la nación norafricana. Y es que aunque el Sáhara toca a Marruecos en varios puntos, Erg Chebbi es el único escenario arenoso de este desierto en el país, por lo que recorrerlo es una experiencia mágica. Por si no lo sabes, junto a las dunas de Erg Chebbi hay varios campamentos donde es posible dormir, la mejor forma de despedir cualquier excursión por la región desértica marroquí. Para visitar estas dunas puedes tomar como referencia Merzouga, la localidad más próxima a dicho paraje y el punto de partida de la mayoría de tours en camello hacia ahí.
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Qué ver en la costa de Marruecos:
Dejamos ya la arena del desierto de Marruecos para cambiarla por la de sus playas, otra de las ofertas de esta tierra. Y es que a lo largo de los 1800 kilómetros de costa que ofrece se pueden encontrar multitud de playas y localidades donde tirar la toalla. Aquí te dejo algunas de mis favoritas:
Essaouira, la ciudad más bonita de Marruecos.
Empiezo por la que es, sin duda, mi ciudad favorita de la nación norafricana. Ubicada a unos 200 kilómetros de Marrakech, la urbe portuaria de Essaouira muestra de manera inmejorable su alma pesquera. Ya hace más de 3000 años los fenicios empezaron a sacarle jugo a los mares de esta zona, aunque el mayor esplendor de Essaouira vendría en el siglo XVIII, cuando el sultán Sidi Mohamed ben Abdallah abrió la ciudad a los judíos y al comercio europeo. Hoy en día es la pesca de peces y de turistas su principal vía de sustento, pero desde luego es uno de los sitios que costa que hay que ver en Marruecos.
Agadir, ciudad de vacaciones.
Vaya por delante que Agadir se cruzó en mi camino por una cuestión laboral y no estaba para nada en mis planes. Aclaro esto porque, personalmente, no es una ciudad que me entusiasmase. Ahora bien, Agadir es una de las playas más disfrutables de Marruecos y, como tal, tiene una amplia oferta de ocio y servicios relacionados. Para ver no tiene nada, pero si eres de los que busca la playa ahí adónde vas, aquí tienes un buen lugar para clavar la sombrilla.
Taghazout, el pueblo del surf.
Entre las dos ciudades anteriormente nombradas se encuentra Taghazout, uno de tantos pueblos bendecido por sus olas. Una aldea diminuta pero con mucho encanto que se está posicionando como un destino para surferos de todo el mundo. Llegar hasta ahí, si no tienes coche, tiene su aquel, pero a mí, personalmente, me encantó visitarla.
Asilah, Arcila para los amigos.
Asilah es una opción costera remarcable para ver en el norte de Marruecos. Ubicada a unos 30 kilómetros de Tánger, casi al ladito de España, este municipio de costa es una especie de mezcla entre Essaouira y Chefchaouen. Pese a que apenas 30000 habitantes residen ahí durante el año, en verano su población se multiplica con la llegada de turistas.
Foto libre de derechos extraída de wallpaperflare.com.
Qué ver en el norte de Marruecos.
Ya que hemos llegado hasta Asilah, nos quedamos por el norte del país, una zona más espontánea y menos acostumbrada al turismo. No te voy a mentir, a día de hoy solo he visitado Chefchaouen de la región septentrional, pero mi querida amiga y bloguera Maruxaina la conoce bien y la he invitado a que comparta por aquí sus secretos:
Tánger, la puerta de África.
Con el carácter propio de ciudad portuaria, Tánger es de esas ciudades que no enamoran a primera vista. Cuesta descubrir su belleza y quizá no se consiga en el primer encuentro, pero sus buenas conexiones la convierten en una ciudad perfecta para empezar la ruta. Sus decrépitos edificios nos recuerdan el pasado colonial de La Ciudad de los Sentidos como algunos la llamaron. Durante los años 50, artistas europeos y americanos frecuentaban sus cafés. Mark Twain o Delacroix paseaban por su medina y quizá se reunían en la plaza 9 de abril, el verdadero centro de Tánger. Otros puntos de interés son la mezquita Sidi Bouabib, el Cinema Rif o el museo que ocupa la antigua embajada de los Estados Unidos. El Teatro Cervantes, lo único que queda del pasado español de Tánger, está abandonado. Su fachada, aún en pie, recuerda al que fue el teatro más grande del norte de África.
Foto de Arturo Villanueva.
Tetuán, el Marruecos más andaluz.
A unos 60 kilómetros de Tánger se encuentra Tetuán, otras de las urbes apetecibles para ver en el norte de Marruecos. Tetuán combina de maravilla los encantos propios de este país con una notable influencia de España. El gobernador Sidi Al Mandari la mandó construír al regresar de Granada huyendo de la Inquisición. Siglos después estaría bajo la administración española, siendo la capital del Protectorado español en Marruecos hasta 1956. Además de su medina, la plaza Hassan II donde se encuentra el Palacio Real, la Kasbah, los curtidores que trabajan la piel o el Ensanche, la zona nueva de Tetúan, son algunas de las visitas que pueden hacerse por la ciudad. Ah, y no te vayas sin probar su famosísima repostería.
Foto de Arturo Villanueva.
Chefchaouen, el pueblo azul.
Uno de los pueblos más famosos de Marruecos, una de esas localidades que no necesitan presentación. Y es que el popular pueblo azul es, hoy en día, una de las postales turísticas más utilizadas por Marruecos para vender su imagen al exterior. Y aunque en determinadas épocas del año el turismo llega a agobiar, visitarlo fuera de temporada es una gozada. A ver cuantos tipos de azules encuentras en Chefchaouen.
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Al Hoceima o Alhucemas.
La ciudad más grande del Rif fue arrasada por un terremoto en 2004 y carece de edificios de gran valor arquitectónico, pero compensa con paisajes muy atractivos. Un acantilado de 70 metros y la playa Quemado conforman una bahía elegida por muchos turistas en verano. Sin olvidar el Parque Nacional de Al-Hoceima, conocido por los ornitólogos, y la Reserva Natural de Tafensa, muy frecuentada por los amantes de la naturaleza.
Foto libre de derechos extraída de wikipedia.com.
Algunos paisajes para ver en Marruecos.
Aunque si no conoces el país, igual te lo imaginas como un gran desierto (así me lo esperaba yo), la realidad es que Marruecos oculta escenarios de todo tipo, y algunos merece la pena incluirlos en tu lista, sobre todo si viajas en coche propio (o de alquiler).
El Atlas marroquí.
Por si no andas muy puesto en geografía africana, comentarte que el Atlas es una cordillera que atraviesa Marruecos de lado a lado y da cobijo al Toubkal, su pico más alto (más de 4000 metros). Escalar o hacer algo de senderismo por esta cadena montañosa se está convirtiendo en un plan viajero habitual, pero ya solo verlo desde lejos resulta gratificante.
Ifrán, el pueblo alpino.
Y muy en la línea con lo anterior no puedo dejar de hablarte de Ifrán, un pueblo marroquí que parece sacado de los Alpes. Y es que este asentamiento ubicado en pleno Atlas es un destino vacacional habitual para los amantes del esquí. Sí, en Marruecos también nieva y yo lo he visto con mis propios ojos.
Cascadas de Ouzoud.
No es Marruecos un país especialmente conocido por sus cascadas, pero la de Ouzoud bien vale unas fotos. Su espectacularidad y su relativa “cercanía” a Marrakech lo han convertido en una de las manifestaciones de la naturaleza más sobrecogedores para ver en Marruecos.
Foto libre de derechos extraída de wikipedia.com.
El lago Aguelmame.
Por seguir presentándote paisajes que, a priori, no te esperarías de Marruecos, hago un hueco al lago Aguelmame, ubicado a unos 150 kilómetros de Meknes. Ir de propio no merece la pena, pero si te tienes vehículo y te apetece salirte un poco de las rutas marcadas, esta es una buena alternativa, sobre todo en primavera y otoño (por los colores).
Cómo moverte por Marruecos.
Dando ya por zanjada la lista de lugares para ver en Marruecos, sí que me gustaría dar un hueco ahora a las distintas formas de transporte que ofrece el país. Como no puede ser de otra manera, el coche de alquiler es la opción que más autonomía y velocidad te va a dar por lo que, si te lo puedes permitir, te lo recomiendo vivamente.
Ver coches de alquiler en Marruecos.
Ahora bien, te adelanto que conducir por algunas ciudades de Marruecos puede resultar estresante, por lo que yo dejaría el coche para desplazamientos entre localidades pequeñas o parajes naturales. Para moverte entre las urbes principales puedes usar el tren, que tiene bastante categoría, o el autobús si quieres gastarte algo menos o te mueves entre destinos sin conexión ferroviaria. El transporte aéreo yo solo lo utilizaría si tienes que viajar de sur a norte en poco tiempo.
La última posibilidad, como no podía ser de otra manera, es meterte en algún circuito, tour organizado o contratar algún servicio de transporte privado. Si viajas en grupo y buscas algún transporte de este tipo, no dejes de escribirme.
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Itinerarios de viaje por Marruecos.
Puesto ya en orden todo lo que te recomiendo para ver en Marruecos y cómo puedes moverte, termino tratando de ayudarte a organizar tu ruta por el país según los días de viaje que tengas. Aquí van algunas propuestas.
Qué ver en Marruecos en algún puente.
Si vas a hacer una escapada por Marruecos en Semana Santa o algún puente de pocos días, limítate a visitar alguna de las ciudades con más contenido (Fez o Marrakech, por ejemplo), y hacer una rutilla rápida por los alrededores.
Qué hacer en Marruecos en una semana.
Vaya por delante que, en mi opinión, una semana es poquito tiempo para dedicarle a un país tan extenso. Dicho esto, en una semana podrías tratar de visitar, por ejemplo, las cuatro ciudades imperiales (Marrakech, Rabat, Fez y Meknes), o hacer la ruta desde Marrakech al desierto incluyendo una parada en Essaouira, o darte un garbeo por la zona norte incluyendo Fez, Meknes, Tetúan y Chefchaouen.
Qué ver en diez días en el país marroquí.
Diez días en Marruecos ya te dan algo más de margen. Por ejemplo, planea una ruta desde Marrakech al desierto incluyendo Essaouira y la visita a alguna otra urbe, o visita las ciudades imperiales y añádele algunos días de costa o paisajes del norte.
Qué visitar en quince días en Marruecos.
Si vas a estar un par de semanas por Marruecos, entonces combínate la ruta por el desierto con la de las ciudades imperiales o alguna de estas con una visita al norte o por la costa. Quince días ya es tiempo suficiente para sacarle jugo al país.
Qué ver en Marruecos en tres o más semanas.
Si tienes la suerte de poder dedicar tres o más semanas a este viaje, entonces aprovecha para hacer todos los itinerarios que te he comentado anteriormente y salte también un poco de los lugares comunes. Y si descubres algún lugar imperdible, no dejes de recomendárnoslo.
De esta manera termino este artículo sobre qué ver en tu viaje a Marruecos. Como has podido leer, opciones hay muchísimas y de todos los tipos, así que ahora te toca preparar una buena aventura en virtud del tiempo que tengas, tus intereses y tu método de transporte. Visites lo que visites, estoy seguro de que que lo vas a disfrutar.
Más información de utilidad en nuestra guía de viajes online sobre Marruecos.
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