Parque nacional Sutjeska – Belleza inalterable

Escribo este artículo todavía con la ilusión reciente de haber visitado Sutjeska. Y es que este parque natural era una de las espinitas clavadas que tenía en Bosnia y Herzegovina, pero que, por fin, me he podido sacar. Y aunque fui ahí con unas expectativas tan altas como sus árboles centenarios, puedo asegurar que las ha superado. Así es el parque nacional Sutjeska.

La última vez que hablamos lo hicimos sobre Sarajevo, la atrapante capital de Bosnia en la que ya he tenido la oportunidad de estar en varias ocasiones. De hecho, esa fue la parada previa a visitar Sutjeska, el parque nacional sobre el que versa este post.

Todos mis post sobre Bosnia

Sutjeska, el parque nacional más antiguo de Bosnia

Metiéndonos ya entre las ramas, Sutjeska es uno de los tres parques nacionales que hay en Bosnia y Herzegovina, aunque su fundación en 1962 lo convierte en el más longevo del país. Su nombre viene otorgado por el propio río que lo acompaña, otra de las maravillosas corrientes de agua que discurren por esta tierra.

Cómo ir al parque nacional Sutjeska

Sutjeska se encuentra en el sudeste del país, allí donde Bosnia y Montenegro coquetean. De hecho, el parque nacional de Durmitor, uno de mis favoritos de los montenegrinos, está a poco más de 100 kilómetros del que hoy nos reúne. El parque nacional Sutjeska se sitúa, más o menos, a mitad de camino entre Sarajevo y Trebinje, una agradable población cerca de la frontera con Croacia.

Aunque la ciudad más importante y cercana es Foča, es en el asentamiento de Tjentište donde están la mayor parte de servicios turísticos relacionados con el parque. A día de hoy no es posible llegar allí en autobús, así que tendrás que contratar algún tour desde Sarajevo o viajar en autobús a Foča y buscar algún transporte por ahí. Aunque, si te lo puedes permitir, mi consejo es que alquiles un coche, una de las mejores opciones de visitar Bosnia y Herzegovina. Además, las carreteras por esas zona son preciosas.

Ver coches de alquiler en Bosnia

Dónde dormir en Sutjeska

Como decía, Tjentište es la ciudad logística de referencia para visitar el parque, por lo que es allí donde tuvimos que buscar hospedaje. A día de hoy, Sutjeska (por suerte) no tiene una oferta hotelera demasiado amplia, así que no había mucho donde rascar.

• Si quieres vivir una experiencia auténtica, Etno guest house Lalovic ofrece la posibilidad de pernoctar en un antigua casa restaurada. La regenta el que fue nuestro guía en el parque nacional.

Ver Etno Guesthouse Lalovic

• Ubicado en un sitio privilegiado, el Camping Sutjeska ofrece bungalows por menos de 30 euros la pareja.

Ver camping Sutjeska

• Nosotros nos alojamos en el Mladost, lo más parecido a un hotel que encontramos por ahí. Es un hospedaje anticuado y bastante sencillo, pero funcional para visitar el parque.

Ver hotel Mladost

Qué ver en el parque nacional Sutjeska

A lo largo de 17500 hectáreas sobre las que se extiende Sutjeska, hay bastantes cosas para ver, la mayoría en estrecha relación con la naturaleza. Por cierto, antes de hacer cualquier ruta por el interior del parque tienes que abonar los 10 marcos bosnios (5 euros) que cuesta la entrada.

El memorial de la batalla de Sutjeska

Lo primero que visitamos nosotros (seguramente harás tú lo mismo) es el memorial dedicado a la batalla de Sutjeska, una de las más célebre de la historia bélica yugoslava. Y es que este fue el escenario de una de las victorias más épicas del ejército partisano contra el de Alemania en la Segunda Guerra Mundial.

Por si andas poco puesto en la materia (como andaba yo), solo decirte que, durante la guerra, el ejército nazi se propuso invadir Yugoslavia y lo consiguió en apenas 11 días. Durante aquella invasión, surgió un fuerte movimiento de resistencia partisano capitaneado por el comandante Tito, quien pasaría después a ser el presidente de Yugoslavia. Aunque en la II Guerra Mundial fueron matados más 200.000 yugoslavos frente a menos de 1000 alemanes, en Sutjeska se libró una de las pocas batallas en las que triunfaron los partisanos yugoslavos y que fue un punto de inflexión para el país en esta contienda.

Por ello esta batalla es todo un símbolo de la historia de Yugoslavia, y de ahí que se levantara este monumento en honor a los caídos y a su gesta. Confieso que, visto de cerca, me gustó más de lo que me esperaba.

Maglić, el monte más alto de Bosnia

Hay muchas razones por las cuales merece la pena visitar el parque nacional Sutjeska, pero ninguna de la talla del Maglić, el monte más alto del país balcánico. Aunque para llegar a cima es necesario cierto nivel de escalada, sus casi 2400 metros son visibles desde muchos puntos del parque, por lo que seguro que se te cuela en más de una foto.

Prijevor, el mejor mirador del parque nacional de Sutjeska

Si desde algún lado disfrutamos de la magnitud del Maglić fue en Prijevor, una colina que ofrece una de las mejores vistas (sino la mejor) de las montañas del parque. Esta es una de las paradas habituales en las rutas de senderismo, aunque nosotros subimos allí en coche. La carretera no es la mejor, pero, si tu vehículo no excesivamente bajo, no deberías tener dificultades.

Con lo que sí tuvimos problemas fue con el viento, ya que (creo) nunca me he enfrentado (y soy de Zaragoza). Por suerte, no hacía mucho frío, así que resultó hasta divertido.

¿Problemas en la montaña? 5 % de descuento en seguro de viaje de IATI

Además, allí hay instalada una pequeña caseta que nos sirvió de refugio fotográfico durante un buen rato.

Otras montañas que ver en el parque nacional Sutjeska

Aunque el Maglić es el centro de todas las miradas, Sutjeska está ubicado en la parte central de los Alpes Dináricos, por lo que son varios los colosos que rodean este parque. El Zelengora o el Lelija son algunas cumbres habituales en rutas senderistas, pero no los únicos. Por cierto, Sutjeska es un tramo importante de la Via Dinarica, un épico recorrido de más de 1000 kilómetros que atraviesa los Balcanes por el interior de esta cordillera.

Perućica, un bosque primario en el parque nacional Sutjeska

Solo hay que darse una vuelta por Perućica para darte cuenta de la importancia de este parque nacional. Y es que Perućica es un bosque primario, es decir, apenas alterado por la actividad del hombre. De todos los bosques de este tipo que hay en el mundo, solo un 3 % están en Europa, el continente donde más se han talado.

Este desfile de árboles se extiende unos 6 kilómetros de largo y entre 1 y 3 de ancho, ocupando una superficie total de casi 1300 hectáreas.

Nosotros lo visitamos en compañía de un ranger del parque, ya que este ecosistema está protegido desde 1952 y solo puede ser recorrido en grupos pequeños acompañados de un guía.

¿Buscas un tour guiado en Sutjeska? ¡Hablemos por email!

Hayas, abetos y píceas son algunos de los árboles que vimos con más frecuencia, pero Perućica alberga más de 170 especies vegetales.

Otro dato que ayuda a entender su magnificencia es que algunos de sus árboles rondan (incluso superan) los 60 metros de altura, dimensiones alcanzadas tras varios siglos de vida.

El recorrido guiado dura unas 4 horas, aunque nosotros nos entretuvimos algo más con las cámaras. Como comprenderás, es imposible pasar por un sitio tan especial y no hincharte a hacer fotos.

Skakavac, una de las cascadas más altas de Bosnia y Herzegovina

En las mismas entrañas de Perućica nace un riachuelo que emboca un salto de de agua de 75 metros de altura. Por falta de tiempo, nosotros tuvimos que verla desde un mirador al principio del camino, pero es accesible tras una caminata de unas tres horas. El sonido tiene que ser atronador.

Lagos que ver en el parque nacional de Sutjeska

Si de algo me quedé con las ganas en este primer viaje por el parque nacional de Sutjeska es de visitar alguno de los nueve lagos de formación glaciar que se esconden en ese territorio, entre los que destaca el Trnovačko. Conocidos entre los locales como “los ojos de la montaña” (Gorske oči), son unos de los mayores atractivos del lugar. A juzgar por la belleza los que sí visité en Montenegro, prometo encajarlos en mi próximo andorreo por la zona, pero, de momento, tendremos que conformarnos con este riachuelo.

Y es que, algo me dice que esta no va a ser la última vez que visite el parque nacional Sutjeska. Porque a estas alturas blog no creo que nadie se sorprenda de mi amor incondicional por Los Balcanes en general y Bosnia y Herzegovina en particular, así que seguro encuentro pronto una nueva excusa para volver al país y dejarme conquistar de nuevo por la belleza inalterable de Sutjeska.

Más artículos sobre el país en mi guía de Bosnia y Herzegovina