Indonesia y ¿su? problema con la basura

Indonesia, el segundo país del mundo que más plásticos arroja al mar. Las cifras, cifras son, pero esta realidad es la suma de muchos factores. Factores como los que pudimos descubrir, en primera persona, durante nuestro viaje por Indonesia: un ecosistema tan maravilloso como en peligro de derrumbe.
Antes de nada, sí que me gustaría aclarar que este NO es un artículo periodístico resultado de horas de investigación y análisis. Este posts es el resumen de un proyecto de turismo sostenible que llevamos a cabo durante nuestro viaje a Indonesia: #labasuranodalikes. Un proyecto que puedes ver resumido en este vídeo.
Por ubicar la semilla de esta iniciativa, habría que retrotraerse a noviembre de 2018 en Barcelona, fecha en la que la aerolínea KLM organizó un evento de turismo responsable. Allí fuimos citados diversos blogueros para hablar sobre esta materia, una oportunidad que aproveché para mostrar mi preocupación por que los “influencers” y generadores de contenidos de viaje se limitaran sólo a compartir la cara bonita de los destinos visitados, obviando, en muchas ocasiones, realidades no tan agradables como la masificación o la basura.
Clica sobre la foto para ver mi presentación en el KLMvuelasosetenible de Barcelona
Aquella charla recogida bajo el título “¿La basura no da likes?”, se convertiría en un proyecto sólido con la participación de Alberto Menéndez (Mochileros TV) y de Javier Godínez (Viaja, disfruta y ayuda), dos blogueros con gran conciencia sostenible a los que me une una gran relación personal. Con ellos en el equipo, el proyecto pasó de semilla a árbol en poco tiempo, e Indonesia sería el destino elegido para plantarlo.
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¿Por qué Indonesia?
Son muchos los motivos que nos llevaron a Indonesia, pero, sobre todo el hecho de que combinara un enorme potencial turístico con un gran problema: la basura. Según la revista Science, después de China, Indonesia es país del mundo que más plástico arroja al mar, entre otros desperdicios.
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El enorme problema de residuos con el que convive el país no es casualidad: es la suma de muchas cosas. Sería muy pretencioso por mi parte tratar de explicar este problema como si llevara años investigándolo y estudiándolo a fondo, pero sí que hay varias claves que nos dio el propio viaje:
1. Superpoblación
Con más de 260 millones de habitantes, Indonesia se coloca en el ranking como el cuarto país más poblado del mundo, una posición no del todo coordinada con su tamaño: el decimoquinto en superficie, con una extensión de unos 2 millones de kilómetros cuadrados (cuatro veces España). Es decir, en Indonesia vive mucha gente en no demasiado espacio, con todo lo que esto conlleva. Sobre todo en Java, la isla más poblada del mundo.
2. Problema de gestión de residuos
Se calcula que el 30% del desperdicio generado por las ciudades y el 60% de las zonas rurales NO se trata. O lo que es lo mismo, un porcentaje altísimo de la basura que genera el país está fuera de control.
3. Falta de conciencia medioambiental
Aunque, como luego contaré, son muchas las instituciones que trabajan para concienciar a los indonesios desde la escuela, una buena parte de esta población nunca ha recibido formación al respecto, y desconocen verdaderamente las consecuencias de sus actos. Tanto es así que, antiguamente, era habitual envolver la comida y otros productos con envases naturales y desechables, como la hoja de plátano. Envases que, una vez cumplían su función, eran tirados en cualquier lugar sin ninguna consecuencia para la naturaleza. Pero hoy esos envases han sido sustituidos por plástico, y muchos indonesios siguen arrojándolo al suelo como si de la vieja hoja de plátano se tratase.
4. Plástico para todo y para todos
En estrecha conexión con lo anterior está el hecho de que el plástico esté en todos los lugares. Es casi imposible hacer una compra en este país libre de plástico, aunque lo busques, por lo que si no tienes ninguna inquietud en este sentido el consumo puede ser masivo.
5. Es un archipiélago
Puede parecer una tontería, pero conviene remarcar en este punto que Indonesia es un archipiélago, por lo que la basura que ronda por sus mares y llega a sus costas no es sólo cosa suya: puede venir a través de las corrientes de cualquier parte del mundo. Conviene no olvidar que tanto contamina la bolsa de plástico que usas tú en España como la que ellos usan ahí, y que ambas pueden acabar en el mismo lugar. Y si no, echa un vistazo a la loca historia de estos patitos de goma.
6. El turismo
Sería muy irresponsable hablar del problema de Indonesia como si fuera algo suyo y ya está, y obviar que el turismo es uno de los factores que más influyen en esta dirección. Como muestra, basta con preguntarse por qué Bali, con 4,5 millones de habitantes, genera más basura que la capital Yakarta, con 12 millones de habitantes. La respuesta: Bali es el destino más turístico de Indonesia, concentrando el 40% de los visitantes que recibe el país. Por lo que el turismo y la basura parecen estar estrechamente conectados.
Me parecía importante aclarar todo esto antes de explicar en qué consistió nuestro proyecto- Y es que, si algo aprendí en este viaje por encima de cualquier cosa es que, Indonesia NO tiene un problema: el problema lo tenemos todos.
¿Cuál sería nuestra labor durante el viaje?
Aunque ninguno sabíamos exactamente a qué nos enfrentábamos al bajar del avión, sí que teníamos clara nuestra misión durante el viaje. Y sobre ella consolidaríamos todos nuestros movimientos:
A) Hacer turismo
Aunque la basura fue la principal guía que seguimos en nuestro viaje, no quisimos dejar de lado nuestras inquietudes turísticas, por lo que el viaje también iba a ser una oportunidad de descubrir un país único. Pero con una diferencia.
B) Comunicación
En Indonesia no íbamos a ir a buscar basura, pero no le íbamos a dar la espalda si aparecía en nuestro camino. Tanto en el blog como en nuestras redes con el hashtag (#labasuranodalikes), habría tanto espacio a las maravillas del país como a su problema con la basura, pero también para toda esa gente que lucha por combatir esa situación. Los tres teníamos claro que, más allá de lo que pudiéramos hacer allí con nuestras manos, el mayor efecto que podríamos conseguir sería el compartir en nuestros proyectos, en el formato que sea, lo acontecido, ayudando a sí a generar una mayor conciencia. Pero aún habría algo más.
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C) Acción
Y es que sí, aunque teníamos claro que el mayor impacto lo íbamos a generar comunicándolo, no queríamos pasar de largo por el país hablando de este problema sin tratar de aportar, in situ, nuestro granito de arena, por pequeño que fuera. Por ese motivo, varios de los días de nuestro viaje los dedicamos a labores de limpieza, tanto colaborando con otras instituciones como por nuestra cuenta.
D) Invitar a la acción
Conectando los tres puntos anteriores, uno de nuestros principales esfuerzos en el viaje y después vendría en animar a todos nuestros lectores, por el medio que fuera, a viajar (y a vivir) con una conciencia más sostenible, invitando a todos a colaborar activamente con la realidad y la problemática de su entorno y del de los lugares que visitan. Para ello buscaríamos el apoyo de otros miembros de la comunidad bloguera, para que difundieran el mensaje también con sus seguidores. De esta manera, con el arrope de todos, será más fácil generar una conciencia sostenible entre viajeros que pueda ayudar a mejorar los destinos que visitamos.
Indonesia busca soluciones
Otra de las grandes lecciones que nos daría este viaje es que sí, Indonesia es parte del problema, pero también uno de los grandes perjudicados y, sobre todo, uno de los principales interesados con solucionarlo. Si algo nos sorprendió a los tres es la cantidad de iniciativas, de menor o mayor entidad, que trabajan por ponerle remedio. Ilusiona ver tantos proyectos trabajando en esta dirección, algunos de los cuales nos invitaron a colaborar:
Tras Hero – Zero Waste
Aunque detrás de Trash Hero se encuentra una cabeza suiza, sería Tailandia en 2013 el lugar donde esta organización internacional sin ánimo de lucro daría sus primeros pasos. Hoy, 6 años después, unas 150 iniciativas en más de 10 países trabajan a destajo para hacer un mundo más limpio. Bajo el lema “We clean, we change, we educate”, los voluntarios de Trash Hero colaboran en la limpieza de ciudades y parajes naturales e imparten charlas en colegios para tratar de concienciar a los más pequeños.
Una red internacional cuyo funcionamiento pudimos ver en Bali, donde acompañamos al presidente de Trash Hero Indonesia, Wayan Aksara, en algunas de estas actividades. Impresiona ver el esfuerzo desinteresado de tantos y tantos voluntarios por tratar de mejorar sus alrededores, especialmente gente local.
Manta Dive Gili Air
Son muchas las especies y ecosistemas que se ven afectados por la actividad humana, pero el coral es uno de los más perjudicados. Tanto es así que se calcula que para 2050 se podría extinguir esta especie en el mundo, con sus consiguientes consecuencias. Y es que, además del calentamiento global, la pesca, los aerosoles y otros factores, la basura influye directamente al desarrollo del coral, principalmente porque “bloquea el proceso de fotosíntesis”, tal y como nos contó Dillon Carpenter, responsable del proyecto biorock en la escuela de buceo Manta Dive Gili Air. El biorock es una iniciativa global de regeneración de coral que también tiene su espacio en las islas Gili, uno de los destinos turísticos habituales de Indonesia. Para que nos entendamos, podría decirse que el biorock trata de favorecer el desarrollo del coral instalando bajo el mar unas estructuras metálicas optimizadas para ello.
En palabras del mencionado Dillon, si el crecimiento de un coral sano y fuerte puede llevar unos diez años, gracias al biorock el proceso se reduce a 3. Una idea muy interesante que quisimos conocer de primera mano desde el momento en que la oímos.
Plastic Bank
Pero más allá de acciones globales de diferentes envergaduras, uno de los mayores esfuerzos que podemos hacer en este sentido es el de tratar de cambiar los hábitos de consumo y reciclado de cada uno. Y con esta idea nacen los “Bancos de plástico”, una iniciativa tanto pública como privada que recompensa económicamente a los ciudadanos que separan el plástico.
¿Cómo funciona un banco de plástico? Fuente: plasticbank.com (en inglés)
En distintos puntos de distintas localidades de Indonesia, es posible encontrarse con estos bancos de la basura que te pagan, más o menos, en virtud de la cantidad y el tipo de plástico que le lleves. Son muchas las familias que han encontrado en estos bancos algo de apoyo económico para sobrellevar su día a día, concienciándose por el camino de la importancia del reciclaje. Por casualidades del viaje, nosotros pudimos ver uno en acción en Yogyakarta.
Otros héroes anónimos
Pero como comentaba más arriba, si algo nos llamó la atención en este viaje es que, lo buscáramos o no, por nuestro camino se cruzaron muchos héroes anónimos que trabajan día a día por combatir este problema. Iniciativas ciudadanas de diversos tamaños que no hicieron más que demostrarnos el gran interés que tienen los indonesios en mejorar esta situación.
¿Y qué está haciendo el gobierno de Indonesia?
Otra lección que nos dio esta aventura es que, por mucho esfuerzo ciudadano que haya en esta dirección, de poco sirve si por encima no hay un apoyo estructural y firme de los poderes políticos. Y en el caso de Indonesia cuesta adivinar en qué medida es así.
Vaya por delante que no tengo el nivel de información adecuado sobre el esfuerzo que hace el gobierno en temas de residuos, pero la sensación general con la que volvimos es que, por lo menos, interés hay. Según las noticias, para 2025 Indonesia se ha propuesto reducir un 70% la emisión de plásticos al mar. Entre otras cosas, es evidente que el gobierno está realizando una (ligera) campaña de educación ambiental para el pueblo indonesio. Y es que, a lo largo de nuestra ruta, sí que vimos más de un cartel invitando al ciudadano al reciclaje y la separación de residuos. O incluso multar a quienes ensucien.
Por otro lado, algunas de las instituciones como las que colaboramos (Trash Hero, por ejemplo), nos dijeron que estaban recibiendo bastante apoyo por parte del gobierno, por lo que se entiende que el interés va más allá de asuntos propios. Ahora bien, ¿es esto suficiente? La sensación que a todos nos dejó este tema es que, por muchas iniciativas de limpieza y reciclaje que se lleven a cabo en el país, la solución tiene que venir de antes: hay que reducir la generación de residuos, especialmente plásticos. Y para ello los gobiernos tienen que tomar decisiones drásticas, medidas que faciliten el día a día de los ciudadanos en este sentido y que penalicen, y no poco, a las grandes instituciones que no se hacen responsables de su impacto ambiental. Aunque sería injusto aplicar este discurso solo en Indonesia: podríamos extenderlo a casi cualquier país del mundo.
Y tú, ¿eres un ciudadano responsable?
Si has llegado hasta aquí, está claro que, por lo menos, el tema te interesa, y ese es el punto de partida para cualquier cambio. Y es que, como ya he dicho más arriba, el cambio global empieza por nosotros mismos. Y no lo digo en plan frase motivacional para compartir en redes, lo digo porque de verdad lo pienso. Tal es así que cuando regresé de mi viaje a Indonesia me encontré mi nevera llena de envases y otros productos de usar y tirar. Una nevera cualquiera en quien no es consciente del impacto que sus hábitos de consumo tienen en el mundo. Y fue tal la impresión que me dio después de un viaje así que hoy, unos meses después, puedo decir con orgullo que he cambiado bastante mi cesta de la compra. No, no he dejado de utilizar plástico u otros envases de vida corta, pero sí que lo he reducido muchísimo y me lo pienso bastante antes de comprar determinados tipos de productos.
Lo mismo te digo con el tema de la limpieza: no hace falta irse a Indonesia a limpiar playas y parques nacionales. Por desgracia, la basura es algo propio de todas las culturas y países, por lo tenemos también que cuidar nuestro entorno más cercano. Como dice mi querida amiga y bloguera Maruxaina, para ser un turista responsable, primero hay que ser una persona responsable, y hay mucho que hacer en esa dirección.
Pero entonces, ¿la basura no da likes?
Por cerrar el post más o menos por donde empezamos, me gustaría reflexionar sobre el impacto de lo que hicimos y seguimos haciendo. Y es que, el punto de partida con el que nació este proyecto fue preguntarse por qué a los generadores de contenidos nos cuesta tanto compartir aspectos negativos de los viajes, aspectos como la basura. Aunque cada cual tendrá su razón para no hacerlo, estoy seguro de que una de las más extendidas es la poca interacción que este tipo de contenido suele generar en redes. Pero, ¿realmente la basura no da likes?
A juzgar por nuestro proyecto, la realidad es que la basura puede también dar likes siempre que se comunique con la frecuencia y determinación adecuada. En nuestro caso, el contenido, en general, funcionó bastante bien, y esto se debe especialmente a dos motivos:
- Preparar a tu comunidad para lo que viene: desde el momento en que cogimos el avión, quisimos dejar claro a nuestros seguidores qué íbamos a hacer y cómo íbamos a hacerlo, por lo que a ninguno le pilló de sorpresa. Esta forma de plantear el viaje despertó un interés y una sensibilidad especial por parte de nuestros seguidores, por lo que la interacción fue buena desde el primer momento.
Foto de Javier Godínez
- El apoyo de la comunidad bloguera: de la misma forma, la acogida que tuvo el proyecto desde el primer día por parte de la comunidad bloguera hizo que nuestro mensaje llegara fuera de nuestro círculo de influencia, lo que terminó despertando el interés de un público diferente al habitual. Desde aquí, aprovecho para dar mil gracias a todos los amigos blogueros que nos ayudasteis a hacer llegar más lejos de este mensaje y comparto de nuevo el vídeo por si nos queréis ayudar a que llegué un poquito más allá.
Aunque en este posts me he centrado en el caso de Indonesia, la idea de este proyecto es replicar esta forma de viajar en otros destinos, especialmente en aquellos donde se ahogan en este problema. Soy el primero que trabajo muchísimo por sacar adelante esta web de viajes, por hacerla crecer cada día, por conseguir que ésta termine siendo mi principal fuente de ingresos. Sin embargo, cada vez estoy más alineado con aprovechar también el blog para trasladar mensajes más elaborados a esta comunidad que tanto me apoya. Porque si lo nuestro es viajar por el mundo y contarlo, ¿por qué no empezamos haciendo del mundo un lugar mejor?
Más información de interés en nuestra guía de viajes online sobre Indonesia
Bali, Gili Air, Turismo sostenible, Yogyakarta

Silvia
Gran artículo y proyecto, seguro que sirve para concienciar a muchos. Yo también estoy en ese proceso de reducir el uso de plásticos de un sólo uso (o vida corta) en casa. Aunque no es fácil y las grandes compañías de alimentación no ayudan. Por eso, un buen punto de inicio es comprar en mercados los productos frescos, en vez de las 4 manzanas en una bandeja de poliespán que encima van envueltas en un film de plástico (esto me irrita mucho). Cambiando hábitos domésticos, es una buena forma de contribuir. Ánimo a todos a que paso a paso lo vayan haciendo.
¡Un saludo!
Sergio Otegui Palacios
Hola, Silvia. Desde luego que nuestra cesta de la compra es el principio del cambio. Independientemente del plástico, en general es interesante reducir las cosas de un solo uso o escasa vida útil, aplicable a muchos aspectos. A ver si poco a poco nos vamos concienciando todos.. 🙂
Kris
Un viaje diferente con buenos propósitos, no hay duda. El tema está en concienciar(nos) de que esta labor debe empezar en nuestros hogares, en las guarderías, en las oficinas,… Yo hace tiempo que cambié muchos hábitos y llené mi casa de cubos para reciclar todo lo reciclable. Intento evitar en la medida de lo posible el uso de plásticos, no tiro el aceite por los desagües, las pilas en una bolsa, y bla bla bla. Pero desde aquí comentar una cosa que me pasó hace unos años en Kerala y que me hizo desconfiar de las organizaciones que se autoproclaman salvadoras del planeta. En una playa de ese estado indio hice unas fotos a un río de plásticos que iban a parar al mar. Zapatillas, bolsas, botellas,… Terrible. Con esas fotos escribí al llegar a Madrid a Green Peace. ¿Su respuesta? Nosotros no tenemos que ver con ello, si quiere escriba a nuestra delegación india. ¿Perdón? ¿Y si no hablo inglés? ¿De verdad no puede comunicarse entre ellos? Decepción absoluta.
Sergio Otegui Palacios
Hola, Kris. Gracias por tu mensaje. Está claro que el primer cambio lo tenemos que asumir nosotros, si no es imposible. Si no eres sostenible en tu día a día mucho menos lo vas a ser en los viajes. Lo que cuentas de la India es terrible, lamento que no hicieran por transmitir el mensaje que les diste. Realmente es complicado, pero no hay que dejar de hacer ruido. Un saludo.
Carmen Viajes y Rutas
Que tema más complicado el de los plásticos, te aplaudo por el viaje y por la experiencia que nos cuentas, bien documentada además. he descubierto cosas que no tenía ni idea, como qué Bali genera más basura que la capital Yakarta siendo menor por culpa del turismo. Yo me considero una persona responsable, en casa y cuando viajo, pero seguramente haré muchas cosas mal como todos. Pienso que pero poco a poco y también gracias también a los bloggers (que no vamos a ser todos tan perjudiciales) que cuentan verdades como tu, estamos dando pasitos hacia adelante.
¡Bien hecho, me ha encantado tu experiencia!
Sergio Otegui Palacios
Hola, Carmen. Todos hacemos cosas mal y estamos llenos de contradicciones, pero creo que lo verdaderamente importante es que cada uno sea consciente de las consecuencias de sus actos y en virtud de eso decida. Me alegra que te haya gustado la experiencia. Un saludo.
Eva
Un post muy completo, enhorabuena por el proyecto, me pareció genial para darle visibilidad a un problema tan grave. Como dices, el problema no es solo de Indonesia, es de todo el mundo. Allí necesitarán mayor concienciación y reducción de los residuos, ¿pero acaso nosotros no? ¡Ojala las cosas empiecen a cambiar rápido!
¡Un saludo!
Eva
Sergio Otegui Palacios
Desde luego, aunque haya lugares donde se manifieste más, es un problema global asociado a nuestra forma de vivir. Así que el cambio tiene que venir por todas las partes. ¡Gracias por tu mensaje, Eva!
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Maruxaina Bóveda
Muchas gracias por la mención Sergio y felicidades de nuevo por el proyecto.
Ya sabes mi opinión al respecto, los pequeños gestos hacen mucho. Llegamos tarde, pero al menos no acelerar (más) la autodestrucción.
El uso de las redes sociales y el que muchos bloggers escriban sobre turismo o prácticas responsables creo que ha ayudado a que se cambien algunos hábitos. Pero también creo que hay mucha pantalla, moda e incoherencia.
Nos vemos pronto. Un abrazo.
Sergio Otegui Palacios
Qué razón tienes, Maruxaina. Para mí lo más importante, por encima de todo, independientemente de lo que hagamos o dejemos de hacer, es que seamos consecuentes de las consecuencias de nuestros comportamientos, y según eso actuemos. Un abrazo 🙂
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