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Estudiar árabe en Marruecos – Mi experiencia con Sprachcaffe

Aprender árabe en Marruecos. Sonaba loco, lo suficiente como para atraerme desde el principio. Y es que desde que nació Nada Incluido, mi vida es una perfecta combinación entre cotidianeidad y experiencias viajeras a lo desconocido. ¿Y se te ocurre alguna forma mejor de iniciarse en la cultura árabe? A mí no, y por eso me embarqué sin dudarlo.

Sprachcaffe, una de las escuelas de idiomas más grandes del mundo

Inglés, francés, español, alemán, chino, árabe… Más de 30 escuelas tiene Sprachcaffe repartidas por el mundo, casi tantas como años llevo ofreciendo este servicio. Su máxima es facilitar el estudio del idioma desde la cuna de esas lenguas, para que la experiencia del aprendizaje vaya mucho más allá de los libros.

Entrada de la academia de Sprachcaffe en Rabat (Marruecos)

Con este bagaje y metodología, tenía toda la pinta de que un curso de iniciación al árabe con ellos iba a ser una experiencia redonda… y así lo fue. Un reto exigente, sobre todo para un cerebro no demasiado hábil en idiomas, pero que ha conformado una de las experiencias más satisfactorias de mi vida.

Aprendiendo árabe en Marruecos

Aunque Sprachcaffe ofrece también cursos de francés en Marruecos, el reto del árabe me pareció mucho más atractivo, especialmente porque me apetecía darme un chapuzón en esa cultura. Una cultura menospreciada en Occidente, que nos llega distorsionada a través de fuentes de información completamente parciales. Por ello este curso me llamaba tanto, por todo lo que me iba implicar a nivel académico y personal. Como siempre, todos los prejuicios que pudiera tener se fueron al traste.

Chicas marroquíes en el mirador de la Kasbah de los Udayas de Rabat (Marruecos)

No te lo voy a negar, aprender árabe puede resultar difícil, pero es perfectamente factible con la ilusión, la energía, el tiempo y la predisposición adecuada. Sin duda, uno de los escollos más grandes que hay que superar es el del alfabeto ya que, como sabes, los árabes escriben en dirección opuesta y con unas letras completamente diferentes.

Leyendo un libro de iniciación a la lengua árabe en Rabat (Marruecos)

Sin embargo, la mayoría de las letras se corresponden a alguna de las nuestras, incluso a nivel sonoro, por lo que aprenderte ese abecedario no es más que una cuestión de práctica y tiempo.

Haciendo deberes para mi curso de iniciación al árabe en Rabat (Marruecos)

Una de las mayores dificultades de este aprendizaje es que las consonantes en árabe cambian de dibujo según la posición que ocupan en la palabra, por lo que tendrás que memorizar tres combinaciones por cada letra. Tampoco ayuda que las vocales solo se dibujan cuando son largas (aa, ii, uu), pero no si son cortas (a, i, u). Por eso, al principio, puede resultar difícil entender los carteles de la calle, porque no tienen vocales. Es como si en Occidente viéramos una señal que pone “Hsptl”. Solo sabríamos que pone “Hospital” porque ya tenemos esa palabra en nuestro vocabulario.

Cartel en árabe de un dentista en Agadir (Marruecos)

Sin embargo, una vez interiorizas todo ello, resulta relativamente “sencillo” escribir en árabe. Y muy gratificante. No te puedes imaginar lo contento que me puse un día que vi un cartel de “Coca-Cola” escrito en árabe y supe lo que ponía.

Cartel de Coca-Cola en árabe (Chefchaouen, Marruecos)

Sprachcaffe suele dedicar íntegramente la primera semana de curso a aprender los entresijos de la escritura árabe, algo que no me costó demasiado. También estudiamos los números o algunas expresiones típicas.

Haciendo ejercicios para aprender lengua árabe en Rabat (Marruecos)

La segunda semana la dedicamos a la gramática y, he de confesar, me resultó muy complicado. Aunque no es más que una cuestión de esfuerzo. Por suerte, en la escuela de Sprachcaffe de Rabat puedes elegir distintos tipos de cursos y duración, aunque tienen que ser como mínimo de una semana (poco me parece):

  • Curso estándar: 20 lecciones semanales.
  • Curso intensivo: 30 lecciones semanales.
  • Clases individuales: 10/20/30 lecciones semanales.

Pero más allá de las lecciones que hagas diariamente, creo que lo verdaderamente importante es la duración del curso. Se necesita bastante tiempo para empezar a entender un idioma tan diferente. Así que, si vas a en serio a por el árabe, yo te recomiendo, como mínimo, estancias de un mes.

Cartel en árabe de taxis en Fez (Marruecos)

En mi caso realicé un curso estándar de dos semanas, aunque la primera fueron clases particulares porque no había otra gente a mi (bajo) nivel. La segunda semana se unió una chica alemana que, por cierto, me daba mil vueltas.

El último día nos juntaron a todos los alumnos para presentarnos en árabe ante los demás compañeros. Creo que el ejercicio lo hice bastante fluido (soy bueno memorizando), pero luego me hicieron una serie de preguntas en árabe y no supe muy bien dónde me daba el aire. Si me hubieran dicho que me preparara las preguntas…

Si estás interesado, mi consejo es que te pongas en contacto con ellos, les expliques tu caso y busquéis juntos el curso que mejor te convenga. Estoy seguro de que te van a asesorar de maravilla. Por cierto, con el código “NADAINCLUIDO” tendrás 25 euros de descuento por cada semana de curso (máximo, 8 semanas). Le puedes dar el código telefónicamente o a la hora de hacer la reserva online.

Más información sobre el curso de árabe en Marruecos

Dónde alojarse durante tu curso de árabe en Rabat

Ya sabes que suelo recomendar alojamiento en cada ciudad que visito, pero si realizas un curso de árabe con Sprachcaffe vas a tener este problema resuelto. Y es que la propia academia te ofrece packs completos con curso + estancia + el régimen de comidas que más te encaje. Sólo tienes que elegir entre estas opciones de hospedaje para tu estadía en Rabat:

  • Riad: por si no lo sabías, los riads son unas residencias típicas en Marruecos, situados generalmente en las zonas antiguas o medinas. Suelen ser lugares muy especiales y de mucha paz, por lo que pueden ser un complemento perfecto para tus estudios.
  • Hoteles: Sprachcaffe colabora con varios hoteles, por lo que esta opción está también a disposición de los alumnos. Cómodo y seguro.
  • Homestay – Vivir con una familia local: como no podía ser de otra, la academia también ofrece a los estudiantes la posibilidad de vivir con una familia marroquí mientras se cursan los estudios, una forma perfecta ir poniendo en práctica lo aprendido. Por supuesto, la opción que elegí yo.

Durante mis dos semanas estudiando árabe en Rabat, estuve viviendo con una familia local. Y fue genial. Pese a las dificultades para comunicarnos fluidamente (solo la hija hablaba un poco de inglés), la verdad es que conectamos desde el primer momento. En esta casa disfruté de una habitación privada muy cerquita de la Medina (a unos 25 minutos andando de la academia).

Habitación de un Homestay de Rabat (Marruecos)

Un apartamento sencillo, pero con todo lo necesario para una estancia perfecta. Además “mi madre” marroquí es una excelente cocinera, por lo que saqué muy buen provecho de la media pensión.

Sopa y pescado para cenar en mi homestay en Rabat (Marruecos)

Eso sí, vivir en casa de alguien es vivir en casa de alguien, y hay que adaptarse a sus reglas y costumbres, así que recomiendo esta opción siempre y cuando estés abierto a este tipo de experiencias. Quizá no sea tan cómodo como un hotel, pero es mucho más cálido y enriquecedor.

Vivir en Rabat, la capital de Marruecos

Cómo puedes descubrir en mi guía sobre Rabat, la capital de Marruecos en un sitio muy agradable para vivir.

 

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Aunque en líneas generales Marruecos es un país cómodo y amable con el turista, Rabat es una de las ciudades más desarrolladas y tranquilas del país, por lo estoy seguro de que no te costará nada hacerte a ella. Yo disfruté de lo lindo de mi estancia ahí. A nivel turístico puedes visitar la Medina y sus zocos…

Pasillos de madera en el zoco de la medina de Rabat (Marruecos)

… el Kasbah de los Udayas

Calle azulada en la Kasbah de los Udayas de Rabat (Marruecos)

… la torre de Hassan

Torre de Hassan durante el atardecer (Rabat, Marruecos)

… el Chellah

En la necrópolis de Chellah, Rabat (Marruecos)

… y la zona nueva, el barrio donde se situa la academia de Sprachcaffe, por cierto.

Avenida Mohammed V en Rabat (Marruecos)

Todos estos lugares se encuentran relativamente cerca los unos de los otros, por lo que te puedes mover andando a casi cualquier sitio. Para distancias más largas te recomiendo el tranvía

Tranvía en Rabat, la capital de Marruecos

… o los taxis azules, los privados. Los taxis blancos son compartidos y, aunque son bastante más “baratos”, tienen rutas fijas.

Estación de trenes de Rabat (Marruecos)

Los que no me dieron ninguna confianza fueron los autobuses de línea, completamente destartalados y casi siempre llenos de gente. Con lo bonito que es andar y lo baratos que son los taxis…

Entrando a la Kasbah de los Udayas de Rabat (Marruecos)

Por cierto, en Marruecos se come estupendamente y a muy buen precio, y Rabat es una buena muestra de ello. Así que aprovecha tus momentos de ocio para iniciarte en la gastronomía marroquí.

Como ciudad costera, Rabat ofrece un clima (la mar de) agradable durante la mayor parte del año, aunque en la propia urbe NO encontrarás una playa decente. Si quieres arena y mar tendrás que alejarte un poquito.

Faro de Rabat (Marruecos)

Logísticamente, la capital de Marruecos es un enclave perfecto para visitar otros destinos turísticos del país como Casablanca, Marrakech

Atardecer sobre la Plaza de Yamaa el Fna en Marrakech (Marruecos)

Fez

Curtidores trabajando en la medina de Fez (Marruecos)

… y Chefchaouen.

Viendo Chefchaouen desde lo alto de la Mezquita española (Marruecos)

Por cierto, la propia escuela de Sprachcaffe organiza excursiones con los alumnos para visitar algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad y el país. Los precios son más que razonables, por lo que merece la pena apuntarse. Una buena forma de conocer gente.

Mi valoración sobre el curso de árabe en Marruecos

Está claro que estudiar un idioma en el extranjero es la mejor forma de aprenderlo. No hay nada como la vida real para poner en práctica lo que los libros te enseñan.

Señal de stop en árabe (Rabat, Marruecos)

Por poner punto y final a este artículo, de nuevo insistir en que mi experiencia aprendiendo árabe en Rabat no pudo ser mejor. Si el árabe te llama, ésta es una muy buena forma de iniciarte.

25€ semanales de descuento con el código NADAINCLUIDO en tu curso de árabe en Marruecos

Además mi primer contacto con la cultura árabe fue excelente, ya que tanto mi familia de acogida, como el equipo de la escuela y toda la gente que se cruzó en mi camino hicieron de esta aventura inolvidable. A todos ellos, un millón de gracias.

Con todo ello, no sé si como alumno merezco un 10 por mi desempeño durante el curso, pero desde luego que Sprachcaffe y Rabat han sido dos profesores sobresalientes. Estoy seguro de que no va a ser mi única experiencia de este tipo y que no será la última vez que haga deberes de árabe. Pero hasta entonces: shukran!

Más información de utilidad en nuestra guía de viajes online sobre Marruecos

Rabat, Sprachcaffe


Sergio Otegui Palacios

Trabajo en El Fabricante de Nubes, una productora audiovisual en Zaragoza. Recorro el mundo con una mochila a la espalda y una cámara en la mano y os lo cuento en Nada Incluido, mi blog de viajes. Vídeo, fotografía, publicidad, viajes, lo que surja. How can I help you?

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