8. Ait Ben Haddou – El día después
No creo que me pasen más o menos cosas que a los demás, pero sí que reflexiono mucho sobre cada situación que vivo. Casi cualquier momento intrascendente, cotidiano o rutinario puede convertirse en un aprendizaje viéndolo con la perspectiva adecuada. Por eso me gusta tanto viajar así, sin planes preestablecidos. Porque las lecciones que te da la vida cuando no las esperas son las mejores. Reflexiones de mi paso por Ait Ben Haddou.
La última vez que hablamos acababa de pasar unos completísimos días en Marrakech, la ciudad más cosmopolita de Marruecos. Esta fue la primera etapa de nuestra ruta en coche hacia el desierto. La siguiente sería Ait Ben Haddou, un pueblo que parece sacado de una película de Indiana Jones.
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Atravesando el Atlas marroquí
Como cualquier otro turista que quiera ir al desierto desde Marrakech, en nuestra travesía hacia Ait Ben Haddou tuvimos que cruzar el Tizi n’Tichka o Tichka, un puerto de montaña ubicado en la impresionante cordillera del Atlas.
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Por si no andas muy puesto en geografía africana, te comente que el imponente Atlas atraviesa Marruecos de lado a lado y da cobijo al Toubkal, el pico más alto (más de 4000 metros) de esta cadena montañosa. Allí estuve yo en pleno mes de abril y, pese a que el invierno ya había pasado, la nieve se negaba a abandonar las montañas.
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Pero eso no fue lo que más me impresionó de nuestro paseo. Y es que, durante las casi dos horas que estuvimos recorriendo esa carretera montañosa, no pude dejar de sorprenderme con los pueblos que se cruzaban en nuestro camino.
Aldeas remotas, descascarilladas y humildes, cada cual con sus peculiaridades, pero todas con un denominador común: parecen camuflarse en el entorno. Los habitantes del Atlas saben bien cómo aprovechar los recursos que le dan sus montañas.
Por cierto, aviso para navegantes: la carretera del Atlas puede resultar muy mareante, así que deja el Whatsapp, levanta la cabeza y haz alguna parada. ¡Ah! Y ve despacito y con cuidado: hay muchas partes en obras.
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Camino al Sáhara marroquí
Tras unos cuantos kilómetros de pura curva salimos de aquel puerto y empezamos a tomar contacto con el desierto. Ahora sí, habíamos llegado al Marruecos que me imaginaba, al más desértico. Y no, con desértico no me refiero a las dunas de Aladdín, sino a una colección de paisajes de este tipo.
Como turista resulta hasta atractivo, pero imagino que los que se enfrentan todos los días a esa realidad pueden estar un tanto cansados. O quizá no, quizá aprendes a disfrutar de lo que te da la vida y ya.
Sea como sea, será mejor que te acostumbres, porque la ventanilla del coche no va a ofrecerte mucho más. Bueno, sí, porque esta zona de Marruecos “esconde” varios de los lugares más alucinantes del país. Y si no, qué me dices de Ait Ben Haddou.
El ksar de Ait Ben Haddou
El ksar de Ait Ben Haddou es un sitio de película…
… pero tan real como la vida misma.
Aunque esta icónica ciudad fortificada ha sido escenario de numerosas producciones audiovisuales de la talla de Gladiator, La Momia o Juego de Tronos…
Breve historia de Ait Ben Haddou
… su origen se remonta a los bereberes, y su finalidad principal era dar cobijo a quienes allí habitaban. La proximidad del río Ounila y la fertilidad del terreno lo convertían en un buen lugar para vivir.
Aunque no hay cifras oficiales en este sentido, parece ser que sus primeras piedras se pusieron durante el siglo XI, a juego con el árido entorno. Piedra a piedra se terminó por rodear el pueblo de murallas, incluso se flanqueó con algunas torres de vigilancia.
Solo dos puertas permiten el acceso al poblado, una de ellas, curiosamente, creada para el rodaje de la película La joya del Nilo. Una muestra más de la influencia del cine en este asentamiento.
Aunque tuvo sus años gloriosos, este ksar estuvo prácticamente abandonado durante mucho tiempo, algo que su frágil arquitectura de adobe no terminó de llevar bien. Y aunque algunas zonas todavía se mantienen visiblemente deterioradas…
Ait Ben Haddou en la actualidad
… Ait Ben Haddou está volviendo a recuperar su esplendor de antaño, en buena parte por el interés de algunas productoras cinematográficas, la UNESCO y, ahora, el turismo. Hay incluso quienes han aprovechado este resurgir para mudarse a vivir a esta ciudad amurallada…
… aunque la mayoría de locales residen en el poblado que se encuentra al otro lado del río.
No tardarás mucho en terminar tu paseo por el ksar de Ait Ben Haddou, pero no te vayas sin subir a lo alto de la colina sobre la que se asienta, de unos 100 metros de altura.
Desde ahí tienes panorámica exquisita del pintoresco entorno. Una curiosa combinación entre el marrón del desierto, el verde de los cultivos y frutales, y el blanco de la los picos nevados del Atlas.
La entrada, en teoría, es gratuita, aunque a mí me cobraron 10 dh (1 euro). Los pagaría uno y mil veces, la verdad.
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Dormir en Ait Ben Haddou
Tuve que esperar a mi regreso a Marruecos un año después como parte de un viaje fotográfico, para descubrir uno de los mayores secretos de Ait Ben Haddou: hacer una noche ahí. Y es que este ksar es un destino habitual de muchos tours de día desde Marrakech o una parada para “estirar las piernas” , pero son pocos los que deciden dormir por la zona. Y, sin embargo, es alucinante.
Y lo es, por un lado, porque a última hora del día la luz está preciosa y el turismo es infinitamente menor, por lo que es un momento estupendo para recrearte con la cámara.
Pero, sobre todo, lo es porque cuando las luces del día desaparecen, las estrellas ofrecen un espectáculo único.
En realidad, casi cualquier parada nocturna que hagas en tu ruta hacia Merzouga te va a regalar cielos así, porque hay poquísima contaminación lumínica en la zona, pero ninguno sobre un escenario de la talla de Ait Ben Haddou.
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Así que ya lo sabes, si visitas Ait Ben Haddou, trata de hacer noche en la zona. Si te animas, hasta puedes dormir en el interior del ksar, aunque opciones en los alrededores no te van a faltar.
- Si quieres compartir la experiencia con algún local, echa un vistazo a Airbnb.
- Una de las opciones económicas mejor valoradas es L’Oasis Du Bonheur, por unos 20 euros la doble.
- El Bagdad Café es una propuesta de más nivel y cuesta unos 45€ la doble. ¡Más de un 9,5 en Booking!
- Nosotros hicimos noche en el riad Maktoub, un alojamiento preciosísimo a diez minutos andando del fotogénico poblado.
Verdaderamente, ver Ait Ben Haddou bajo las estrellas fue, sin duda, una de las imágenes que se van a quedar para siempre en mi retina viajera. Uno de esos momentos inolvidables que ojalá pudieras vivir tú también. Ahora, vamos con Ouarzazate.
Más información de utilidad en nuestra guía de viajes online sobre Marruecos.
(Post publicado originalmente el 12/04/18 y actualizado el 02/04/20).
Eva
Uff las fotos me han encantado, justo en una semana yo haré ese mismo recorrido, ahora ya sé un poquito más de esos dos puntos antes de conocerlos.
¡Un saludo!
Eva
Sergio Otegui Palacios
Lo vas a disfrutar mucho, ya verás. La zona del desierto de Marruecos es súper estimulante. ¡Un saludo!
Kris
Recuerdo nuestro viaje hace unos años a este lugar desde Marrakech. Entre el madrugón y las curvas llegamos destrozados. Pero sin duda mereció la pena,nos pareció un sitio único y fascinante.
Sergio Otegui Palacios
Las curvas del Atlas son cosa seria. Yo también tuve un viaje movidito pero… lo disfruté 🙂 ¡Un abrazo, Kris!
Dónde vamos Eva?
Una zona que conocemos muy bien y que siempre nos vuelve a fascinar cuando regresamos! Cruzar el Atlas siempre supone una aventura, las carreteras sinuosas, los pueblos desparramados en sus laderas, la sensación de olvido.
Interesante recorrido! Un abrazo viajero,
Eva y Carmelo
Sergio Otegui Palacios
La sensación de olvido… me quedo con eso, desde luego 😀 ¡Un abrazo, chicos!
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